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2021

¿Cómo se eligen candidatos si no hay PASO?

La eventual suspensión de las primarias en 2021 obligará a los partidos a volver a sistemas de selección de candidatos anteriores a 2011. El peronismo en el poder lo resuelve rápido: Bordet pone los candidatos en acuerdo con Alberto y Cristina. El problema lo tiene la oposición, que necesita de un mecanismo para ordenar su interna.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

En Entre Ríos, como en la Nación, la posible supresión de las PASO en 2021, por razones sanitarias y económicas, es un tema que preocupa a la oposición. Afecta en particular a Cambiemos, que esperaba esa instancia electoral para ordenarse internamente en su nueva etapa fuera del poder.

En cambio en el peronismo, que gobierna Entre Ríos de manera ininterrumpida desde 2003, la suspensión de las PASO no cambiaría mucho las cosas. Se espera que ocurra lo que ha venido ocurriendo en las anteriores elecciones de medio término. En la de 2021 se trata de aspirar a ocupar dos o tres bancas en la Cámara de Diputados de la Nación y los nombres seguramente serán definidos por los jefes en ejercicio del poder: el gobernador Gustavo Bordet en acuerdo con el presidente Alberto Fernández, que querrá en el Congreso a dirigentes comprometidos en la defensa de su proyecto. Y, claro, todo con la bendición de Cristina Fernández.

La provincia debe renovar en 2021 cinco diputados nacionales. En diciembre del año que viene terminan sus mandatos tres diputados de Cambiemos: Atilio Benedetti (UCR), Alicia Fregonese (PRO) y Jorge Lacoste (UCR) y dos peronistas: Carolina Gaillard y Mayda Cresto.

El problema lo tiene Cambiemos, donde no hay quien mande. Al menos no con la contundencia con la que lo hacía Rogelio Frigerio desde el Ministerio del Interior del gobierno de Mauricio Macri. En la coalición de radicales y macristas, como en toda fuerza política que discuta liderazgos en el llano, una elección interna es el mejor remedio. Y las PASO venían aportando una logística estatal que solucionaba muchos problemas.

La suspensión de las PASO no requiere necesariamente su reemplazo por otro sistema. Alcanzaría con la aprobación de un proyecto de un artículo que las deje sin efecto de modo excepcional, debido a la pandemia y a la necesidad de dirigir ese gasto a otros asuntos más urgentes.

En tal caso, cada partido o frente electoral debería definir la manera de elegir sus candidatos para las elecciones generales: por consenso; por un congreso partidario; por una interna a padrón cerrado (votan sólo los afiliados); por una interna a padrón abierto (todos pueden votar, como en una general); o por una interna con un padrón especial (afiliados más no afiliados a otros partidos, los llamados “independientes”). También cada fuerza debería fijar la fecha de esa elección interna que no sería ya simultánea con la de otros partidos. Y tampoco, claro está, de voto obligatorio.

Una alternativa que preliminarmente se manejó en el PRO ya desde mitad de este año, cuando por primera vez se habló de suspender las PASO, fue seguir el modelo de la interna abierta (de voto no obligatorio) que aplicó La Pampa en febrero de 2019, en la que sólo podían votar los afiliados y los independientes (no afiliados a otros partidos).

Es que una eventual vuelta a las internas cerradas favorecería a los partidos con mayor estructura, en el caso de Cambiemos de Entre Ríos, a la UCR. La apertura al voto de los independientes morigeraría un poco ese peso.

Durante los cuarto años en el gobierno nacional, la línea que se bajó en Cambiemos fue eludir las internas para respetar acuerdos fundadores de la coalición. Había que evitar las elecciones a nivel nacional para no hacer desaparecer a la territorialmente escuálida Coalición Cívica de Elisa Carrió, que de lo contrario nunca hubiera sumado 15 diputados. Lo propio podía pasar incluso con el PRO en muchos distritos.

Pero para 2021 puede que, al menos en Entre Ríos, no compitan listas de la UCR contra listas del PRO. Las nóminas de precandidatos se podrían armar con dirigentes de distintos espacios. Muchos radicales tienen mejor relación con algunos dirigentes del PRO que con la mayoría de sus correligionarios. Y lo mismo ocurre en el PRO, donde conviven dirigentes del macrismo más duro, con dialoguistas más cercanos a las tradiciones políticas argentinas. Las coincidencias y afinidades dentro de Cambiemos tienden a ser transversales.

De hecho, dos de las figuras políticas que por estos días se proyectan para 2021 dentro de Cambiemos de Entre Ríos pertenecen a PRO: Frigerio y Luis Miguel Etchevehere, que podrían trasladar a la provincia la pelea entre palomas y halcones.

Participación

Las formas de selección de candidatos para una elección se pueden ordenar, de menor a mayor, según el grado de participación popular que contengan:

-Dedo. El jefe del partido, solo o en un acuerdo de cúpulas, arma la lista de candidatos.

-El congreso del partido es el que arma la lista con el voto de los congresales, que son representantes de los afiliados.

-Interna cerrada. Son los afiliados los que directamente votan entre dos o más listas de precandidatos.

-Interna abierta. Además de los afiliados pueden votar los “independientes” o no afiliados a otros partidos.

-Internas a padrón abierto. Votan todos, como en una elección general.

En Entre Ríos, las primeras internas abiertas fueron en diciembre de 1998, cuando Héctor Maya surgió como candidato a gobernador del PJ. A principios del año siguiente, Sergio Montiel se impondría en la interna abierta de la UCR.

En 2006, la Ley Castrillón (que impulsara el gobernador Jorge Busti para proteger a su delfín Sergio Urribarri de la competencia interna) hizo que las internas abiertas de todos los partidos fueras simultáneas, en una misma jornada electoral.

Las PASO, que regulan las internas para cargos nacionales, fueron un poco más allá: son primarias abiertas (a padrón abierto), simultáneas (se vota un mismo día) y además obligatorias (tanto para los votantes como para los candidatos, que deben presentarse igual aunque sean parte de lista única). Son hijas de la crisis de representación política del “que se vayan todos” de 2001 /2002. La idea era que la sociedad se involucre en la elección de los candidatos, para que la nueva dirigencia surja con un grado mayor de legitimidad. Con ese propósito las impulsó originalmente el entonces presidente Eduardo Duhalde, pero recién pudieron convertirse en ley en 2009, durante la primera presidencia de Cristina Fernández y con el aval del ex presidente Néstor Kirchner.

Se pusieron en práctica por primera vez en las presidenciales de 2011. Y luego se votó cuatro veces más con ese sistema: legislativas de 2013 (Entre Ríos eligió senadores y diputados); presidenciales de 2015; legislativas de 2017 (Entre Ríos eligió diputados); y presidenciales de 2019.

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