El precandidato a intendente de Concordia, el senador Enrique Cresto, da por descontado ya que será el sucesor de Gustavo Bordet al frente del municipio.
Su desafío, en todo caso, es lograr repetir el triunfo de 2011 cuando el peronismo de Concordia sorprendió con el 70 por ciento de los sufragios. En su caso, de cara a las PASO, corre con una inmejorable ventaja: es el candidato bendecido que, como sucede en otras localidades, tiene la exclusividad del pegado con la fórmula de Bordet y Adán Bahl y con la lista de diputados provinciales que encabeza el gobernador Sergio Urribarri.
Esta situación ha derivado en malestar en distritos como Paraná, Gualeguay y otros en los que hay precandidatos a intendentes a los que se niega el pegado. Pero Cresto, el legislador que defendió en la Cámara alta la legislación electoral con que se regirán las PASO, entiende que no hay margen de dudas en la resolución del conflicto.
“Es de sentido común que sin la voluntad de las partes involucradas no es posible pegar boleta. No hay que ser abogado para entenderlo. No se puede obligar a nadie a que lleve a un candidato que no quiere llevar. De otro modo sería un engaño al electorado”, opinó el senador que explicó que la reforma a la Ley Castrillón “previó que de estar la voluntad de los candidatos se pueda pegar. Antes no podía haber dos candidatos a intendente con la misma fórmula”. “La ley lo que hizo es allanar el camino permitiendo que prime la voluntad de las partes pero sin esa voluntad, la ley no lo puede imponer”, añadió.
Defendió el criterio político que primaría en Concordia y también en Paraná, o Concepción del Uruguay, por ejemplo. “En Concordia, la decisión la ha tomado el conductor del proyecto que es Urribarri. Deben haber primado varios factores, la medición en las encuestas por ejemplo, pero también entiendo que se busca saltear la interna y llegar todos juntos, sin heridas a la elección general”, opinó Cresto que contará con la exclusiva de pegar con la boleta larga.
“Después de las PASO quedan dos meses en que tenemos que tener el peronismo unido. Lo mismo hizo Cristina a nivel nacional, buscar un peronismo unido”, dijo. Desde su perspectiva, en Concordia, eso quiere decir “poner a los mayores exponentes arriba del ring, apostar a una lista ganadora, con mucho empuje, en la que estemos todas las estructuras peronistas”.
Rebatió, en ese marco, las críticas de sus adversarios internos: “Me atacan a mí pero, salvo Chiqui Cuello, los otros precandidatos (Mariano Giampaolo y Eduardo Asueta) son del grupo de Bordet. A él tendrán que plantearle la situación. Supongo que se habrá visto que son piantavotos y que por ahí uno, por sumar 500 votos, a veces se pierden tres mil”, disparó.
La meta del 70%
“A un mes de las PASO, muchos plantean que no se ve ánimo proselitista pero en 2011 fue similar acá en Concordia, con los mismos protagonistas: Urribarri, Bordet, Cresto. Fue el mismo eje con el que alcanzamos casi el 70 por ciento de los votos. Esa es la meta, esa es la idea”, plantó como marca.
En su opinión, lo fundamental “es una campaña basada más que nada en la gestión, en seguir trabajando junto a Gustavo”. “Faltan las elecciones pero ya estamos trabajando con los equipos del municipio, planificando los primeros días de gestión, la continuidad, profundizando cosas que se están haciendo y darles nuestra impronta”, describió.
En su opinión, en la actualidad, Concordia “es la ciudad más importante de la provincia porque si bien Paraná es la capital, Concordia crece y tiene un empuje de base en la industria, la producción”.
Dijo que para una eventual gestión a su cargo, los asuntos primarios a resolver serán “trabajo y vivienda” porque “a Concordia viene a vivir gente de todo el país” dijo. Mencionó nuevos habitantes de distintos puntos de la región y puso como ejemplo una relación de cien concordienses viviendo en la ciudad uruguaya de Salto contra ocho mil uruguayos que se radican en la Capital del Citrus.
