Por Damián Arévalo (*)
Resulta hasta exitosa la propuesta libertaria en campaña: el Estado es una porquería y los políticos viven de él. Sus acciones de estos días y sus “transacciones” le dan la razón.
Hoy el electorado contempla más o menos asombrado, que los paradigmas de un Estado que el Presidente repetía desde un panel de televisión (que lo llevó a la presidencia) junto con muchas mentiras, terminaron golpeando a todos, menos a la famosa “casta”.
El convite ha sido generoso, el “toma y daca” de la peor política está hoy en su mayor esplendor.
Nuestras provincias dependientes de un Estado ajustador ausente fracasan día a día con sus políticas públicas que no terminan siquiera de expresar, siquiera mandando a votar todo tipo de leyes de ajustes a sus legisladores.
Desde los municipios entrerrianos debemos hacernos cargo de todo. Ya no somos solo la caja de resonancia de los problemas de nuestras ciudades. Somos un aguantadero, la última línea de defensa de las necesidades de las instituciones y de la gente.
Las cadenas de pago se empiezan a cortar, las deudas aumentan y, por supuesto, la recaudación cae estrepitosamente cada día.
La solución debe ser política, pero hablo de la otra política, de una política reseteada de verdad, sin medias tintas, sin maquillajes de ocasión, para que todo siga más o menos igual.
Desde el peronismo debemos entender que en 20 años nos eligieron porque hicimos muchas cosas bien, pero la gente se cansó de nuestros errores o de nuestras malas prácticas (las cosas como son).
Es necesario la renovación, pero no de una cuestión etaria, sino de valores, de nuevos paradigmas, de más transparencia y más ética.
De qué nos sirve un joven dirigente qué, por portador de apellido, llegue a querer un lugar, o por ser el secretario de alguien importante o por ser familiar de.
Necesitamos un compromiso para que los militantes, las bases y hasta quienes simpatizan con nuestros ideales, se sientan nuevamente con más fuerza.
No podemos permitir el manoseo virtual, el engaño y la mentira para lograr un resultado. Hoy está a la vista. Nada de lo prometido se ha cumplido, pese a todos los spots publicitarios.
Debemos reconocer que hay generaciones enteras que no conocen ni estudiaron a Perón y a Evita y solamente con mencionarlos no vamos a ganar una elección. Debemos ser acción, ser verbo y ser practicantes de un peronismo actualizado a los nuevos tiempos, con prudencia y moral.
La construcción colectiva que incluya a todos no debe ser un eslogan, debe ser una forma de expresión que lleve a la práctica sin tanta vuelta, lo que la gente espera de nosotros. Porque de los políticos y de la política de siempre y de unos pocos, ya estamos hartos.
Debemos tener la valentía de ocupar espacios para cambiar la realidad, debemos involucrarnos, porque tenemos en el PJ entrerriano grandes cuadros políticos que deben ser parte de la reconstrucción. Porque no todos somos iguales ni todos somos lo mismo.
(*) Intendente de Feliciano por el Partido Justicialista
Fuente: Página Política