La tradición venía escribiendo que mientras Concordia esté cerrado, lo demás es secundario. La capital del peronismo, como les gusta llamar a muchos peronistas y ya no causa tanta gracia a otros tantos, fue la llave de la victoria en reiteradas contiendas electorales. El sábado de 2015 que llegó a las casillas de correos el comunicado con el título que anoticiaba que Mauro Urribarri se bajaba de una posible precandidatura a intendente de esa ciudad, el peronismo suspiró, aliviado. Enrique Cresto apagó el celular y la carrera de Adán Bahl por la Gobernación comenzó su cuesta abajo. En resumen: se había cerrado Concordia.
El vicegobernador quiso, luego de que Sergio Urribarri lo impugnara en la carrera provincial, competir por Paraná. El entonces gobernador no se lo permitió. Allí empezó una desconfianza entre ambos, que no tiene vuelta atrás, a tal punto que Bahl temió hasta que lo bajen de la vicegobernación, lo que lo llevó a tener en el bolsillo una lista de concejales para anotarse en la ciudad si lo dejaban afuera de toda carrera. La elección fue por Blanca Osuna, quien pudo mostrar una buena gestión, incluso superior a las demás administraciones justicialistas, pero un marcado desapego hacia “el compañero”. Una buena porción del electorado peronista votó a otros precandidatos en la interna y en la general optaron por otra opción partidaria. Urribarri pensaba que eso podía pasar si dejaba a Bahl competir por Paraná. Quizás la ciudad estaría siendo gobernada por un peronista, pero la provincia por Alfredo De Angeli. Estos elementos pueden servir para discutir la conducta partidaria y la injerencia de los partidos en el electorado. Gustavo Bordet y Cristina Kirchner lo entienden. Pescan donde sabe que hay pique.
Concordia no sería la salvación en 2019. No por los candidatos, sino por el escenario. A Enrique Cresto no le sobra mucho, quizás nada. La capital del peronismo se deberá pelear voto a voto. Roberto Niez está entusiasmado con tomar la bastilla justicialista. ¿Qué hará Angel Giano? ¿Cómo repercutirá Unidad Ciudadana en la meca peronista? El intendente le puso un Me Gusta al post de Mauro Urribarri en el que se defiende de una denuncia periodística. Un detalle.
En Paraná se maneja el tablero político. Esta capital pasó a ser fundamental para el rompecabezas del oficialismo. Bahl pasó a ser el candidato puesto. Lo dicen todos, menos él. En el Gobierno también dan por descontado esa candidatura si es que el presidente del Senado quiere ser gobernador en el 2023. El sistema ya no toleraría otro concordiense en el sillón de Urquiza.
Si Urribarri no es candidato, que es lo más probable, será Julio Solanas. El diputado nacional puede llegar a traccionar en Paraná, el lugar más pantanoso para el ex mandatario. Seguramente porque es aquí donde más repercute la agenda judicial. En Unidad Ciudadana dicen que tienen una sorpresa. Esta promesa entierra cualquier candidatura de Osuna para la ciudad.
Esta semana algunos nombres del peronismo joven hicieron saber, no públicamente, que quieren jugar algo. Por separado utilizaron el mismo argumento: no hay ámbito y esperar no ha dado resultado. ¿Cuántos jóvenes, de aquella juventud urribarrista, están en la Legislatura o el Ejecutivo? No vienen al caso los nombres de quienes están planificando su futuro. Lo interesante es la conclusión a la que llegaron.
Paraná se convirtió en un territorio potable para el oficialismo provincial. Sergio Varisco quedó en la parrilla de la Justicia Federal y lo estará, seguramente, hasta que finalice el mandato. Emanuel Gainza, la esperanza joven y PRO, también fue sacudido por la ola que provocó la causa de narcotráfico. Ambos se muestran en actos de gestión e interpelan al vecino. No ha trascendido que hayan pasado un mal trago. El intendente tendrá en uno días el resultado de una encuesta. No obstante hizo saber que tiene un partido vecinal y que jugará el año que viene.
El peronismo perdió la capital por 21.500 votos y Cresto se impuso por 9.400, muy por debajo de las diferencias habituales. Paraná puede llegar a ser la madre de todas las batallas.