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La grieta, en equilibrio perfecto

Macri y Cristina miden igual. Diseños para el 2019 con este escenario. Los émulos de Bolsonaro. El peronismo “no k” no encuentra la salida. Scioli vuelve y ostenta 12 millones de votos.
Luz Alcain
Por: Luz Alcain
@luzalcain

Macri comparte techo con CFK. La grieta ha llegado a su punto culminante. Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner polarizan al electorado argentino. Y llegaron juntos a verse exactamente en un 58% de imagen negativa.
El presidente aventaja a su antecesora en apenas un punto en imagen positiva. Él, 39; ella 38%.
Así surge de un trabajo de Aresco que divulgó este domingo Clarín.
Como para tomar nota del vértigo con que cambia el mapa nacional, vale decir que Macri está al nivel de Cristina. Pero en diciembre pasado la superaba en 20 puntos.

Parecerse a Bolsonaro. Apenas una semana después del batacazo en Brasil de Jair Bolsonaro, ya hay quienes en la Argentina se miden con el dirigente de fachismo explícito. El primer anotado en el peronismo no fue sorpresa: Miguel Ángel Pichetto volvió a abonar las ideas de mano dura en la política inmigratoria. Después, y en línea con el desfile militar que celebró en Río de Janeiro el resultado, el senador nacional llamó a “dar un debate serio de reconstrucción del diálogo con las Fuerzas Armadas”.
La ministra Patricia Bullrich, en cambio, criticó que se hable de “bolsonarización” de las políticas en materia de seguridad. Después de sus viralizadas declaraciones sobre el uso de armas, reclamó haber llegado primero, en declaraciones a La Nación: “Este gobierno llegó bastante antes que Bolsonaro. Nuestra estrategia de seguridad, nuestra política de inmigración y el cambio de un paradigma son absolutamente previos a Bolsonaro”.
Finalmente, y después de tanto andar, el salteño Alfredo Olmedo creyó que llegó su momento. Siguiendo los pasos del brasileño, buscó la bendición de los evangelistas. Hubo ceremonia, con trance de los religiosos ante el hombre de campera amarilla, concentrado, con los ojos cerrados. Alguien gritó “Viva la Patria” y la tarima se desmoronó con una veintena de personas en una imagen que se viralizó en pocas horas hasta el hartazgo.

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“Históricamente, los intentos locales de armado político partidario entre los evangélicos, fracasaron. Tal vez por la influencia del peronismo en los sectores populares”, publica este domingo Alejandra Dandan en El Cohete a la Luna. En su informe, sin embargo, repasa las fortísimas iniciativas de movilización -en torno a la ley del aborto y con relación a la educación sexual- que se han dado recientemente. También los atisbos de promover la presencia de los pastores en contexto electoral.

Peronismo “racional”, sin rumbo. Sin candidato y sin estrategia de unidad. Así anda el peronismo “no k” buscando sin suerte una opción a Cristina Fernández o a los espacios que no reniegan de su liderazgo, como el de Felipe Solá, o el de Patria Grande que fundó Juan Grabois.
Los gobernadores atienden su juego, en la negociación con Nación y apostando a un calendario electoral de adelantamiento que asegure su triunfo en las provincias, desinflando inexorablemente la construcción política para la Rosada.
Tras la foto que compartieron, a modo de lanzamiento, Miguel Angel Pichetto, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey, no hubo más que desencuentros.
Los espacios políticos que expresan votaron de distinto modo el Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados, a la vez que se aleja la idea de consolidar un bloque en el Congreso, con la fractura de la bancada massista propinada por Felipe Solá. Además, hay en la mesa tres candidatos -Pichetto, Massa, Urtubey-, cada uno de los cuales lleva agua para su molino, buscando además por los mismos rincones, como puede ser el contacto con el socialismo y otras expresiones del progresismo no peronista.

Scioli prueba otra vez. El bonaerense apuntó, en entrevista con La Nación, su voluntad de ser candidato a presidente en 2019, ahora ya sin la bendición K. Aseguró que el peronismo debe organizarse, disputar las PASO y formalizar una propuesta “más allá” de lo que haga Cristina. Consideró que el eje debe estar puesto en “el trabajo”. Sugirió que la expresidenta no hizo todo para que él llegue a la Rosada. Puso en valor los 12 millones de votos que alcanzó en 2015 y se preguntó por qué esos ciudadanos no lo volverían a elegir.

Fuentes: Clarín, La Nación, Cronista, La Política On Line, Letra P, Infobae, El Cohete a la Luna.

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