La política en campaña deja pocos resquicios en su dinámica. Y la Universidad pública no ha estado ajena a esos movimientos.
Los candidatos en campaña han elegido el escenario de la academia como un espacio más para la disputa electoral y para la instauración de propuestas, miradas, diagnósticos acerca de la educación pública y su rol para el desarrollo económico, social, cultural de la región.
El arranque de ese debate ganó cuerpo cuando el Rector de UADER, Luciano Filipuzzi, hizo saber su decisión de sumarse a los equipos técnicos del precandidato, Rogelio Frigerio.
Contraria a la tradición política de la Universidad, que transitó casi toda su historia cercana al peronismo que gobierna desde 2003, pese a haber sido creada por el gobierno radical de Sergio Montiel, la movida estuvo cargada de polémica, críticas y réplicas. Así, se constituyó en un primer paso para instalar el debate político en las aulas de la educación superior.
Era noviembre del año pasado. Ya hacía tiempo que en UADER ganaba cuerpo la idea de crear por ley la Universidad Nacional “Juan L. Ortiz”, en base a la nacionalización de la facultad más grande de UADER, la de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS).
En principio, parecía que los legisladores nacionales de todos los signos acompañarían la iniciativa, promovida por la diputada Blanca Osuna. Pero lo cierto es que sólo el peronismo quedó defendiendo el proyecto mientras los legisladores de Juntos por el Cambio eludían el debate en sesiones extraordinarias, empantanadas por la decisión opositora de vaciar el recinto mientras estuviera en curso el pedido de Juicio Político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El Presidente llegó a Paraná y secundado por el gobernador Gustavo Bordet y por el intendente Adán Bahl, reclamó que se habilite la creación de la “Juan L. Ortiz”. Docentes, trabajadores, estudiantes y autoridades acompañaban el acto y se entusiasmaban con la novedad de que se gestionaría que la sede del Correo pueda ser la casa de esa institución que seguía en veremos.
La posición de la comunidad de Humanidades no se hizo esperar. Hubo duros cuestionamientos a los legisladores de la oposición, se expresó institucionalmente, por unanimidad del Consejo Directivo de la unidad académica. Representantes de todos los claustros expusieron sus argumentos junto a Osuna en Diputados de la Nación.
Mientras tanto, el precandidato del peronismo que fue el más crítico con la posición de Filipuzzi, Enrique Cresto, no desatendió su presencia en la Universidad. Firmó convenio con Humanidades, en calidad de intendente de Concordia, para el dictado de una diplomatura; y se ocupó de que la posta que dejó en el Enohsa entregara la electrobomba que necesitaba la Escuela Alberdi. También marcó presencia en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), apenas Filipuzzi se paró con Frigerio. Recorrió obras con el Rector, Andrés Sabella; y hace dos semanas dio una charla en Ciencias Económicas, sobre políticas de desarrollo y economías regionales.
El clima ya estaba instalado y por el lado de la UNER se hicieron cálculos de todo tipo cuando el Rector, Andrés Sabella, mostró una foto con el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa. Los medios porteños enmarcaron la imagen -que se explicaba en asuntos de gestión- en un avance del armado en Entre Ríos.
UADER volvió a estar en el centro de la polémica cuando la diputada nacional María Eugenia Vidal llegó hasta la misma sede del Rectorado, en calle Ramírez, para dar una conferencia junto a Frigerio. Un grupo de manifestantes se concentraba frente a la institución para cuestionar su presencia, ante su recordada expresión acerca de que “los pobres no llegan a la Universidad” lo que justificaba su posición contraria a la creación de nuevas instituciones de educación superior.
Y Frigerio volvió a pisar las aulas de la Universidad, como lo hizo en el curso de ingreso de la Facultad de Ciencias de la Gestión. Esta vez visitó la Facultad de Ciencia y Tecnología, en Oro Verde, junto al exjefe de la Policía Federal, anotado para un eventual gabinete de Frigerio, Néstor Roncaglia. El uniformado se interesó por la formación en la Licenciatura en Criminalística y por los laboratorios con los que se trabaja en Química.
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En suma, se ha instalado la polémica por la presencia más o menos cuidada de dirigentes políticos en la Universidad pública. El debate del fondo, sin embargo, aun no ha pasado por poner a punto, y en pugna, las propuestas que plantea cada fuerza política, y los hechos dados por cada una en el ejercicio del poder, en materia de educación, ciencia y tecnología en favor del desarrollo. Asunto pendiente. Una puerta, tal vez, pueda abrirse en el marco de un ciclo de charlas que desarrollará Económicas, con la exposición de todos los candidatos a gobernador y a intendente de Paraná. Si bien no está previsto que haya cruces, quizá pueda constituirse en un ámbito indicado para que la Universidad gane presencia en la agenda de un año electoral.
Fuente: Página Política
