El acceso al poder de Juntos por Entre Ríos tras 20 años de gobiernos peronistas se podría explicar en el resultado de cinco distritos clave: Haber ganado la (ex) capital del peronismo entrerriano, haber hecho una elección muy pareja en la capital provincial y haber obtenido una amplia diferencia en Gualeguaychú, Federación y Gualeguay.
En la suma final, los números fueron los que aguardaban los armadores de Rogelio Frigerio. El gobernador electo logró retener los votos que Juntos por Entre Ríos había obtenido en las PASO, sumados los del competidor interno, Pedro Galimberti. No esperaban más, porque veían un escenario nacional muy complicado.
Confiaban, en cambio, en que Frigerio se ubicaría como el candidato opositor en mejores condiciones de expresar un cambio en la provincia. Y, finalmente, consiguieron que una buena parte de los que querían desalojar al peronismo de la Casa de Gobierno votaran de una manera en lo nacional y de otra en lo provincial. Y no sólo los votantes de Javier Milei.
En contra de lo que esperaban, el peronismo creció. Para el equipo de Frigerio, la remontada de Massa fue una sorpresa. Antes de las elecciones no veían de dónde podía sumar el ministro de la inflación de dos dígitos mensuales. Massa agregó en Entre Ríos 35.500 votos a los que había conseguido en agosto y arrastró a Adán Bahl, que creció en 34.600.
Esperaban que Patricia Bullrich hiciera una mejor elección. En septiembre llegaron a difundir una encuesta que la daba primera en Entre Ríos. Eso no pasó. Sin embargo y aunque la candidata a presidenta de JxC registró una disminución de 15 mil votos respecto de las PASO, quedó en la provincia por encima de la media nacional. Juntos por Entre Ríos logró sostener algo de su derrumbe, pero el votante entrerriano no acompañó la opción nacional.
Tras los comicios generales, en Juntos por Entre Ríos refuerzan su idea de que si las elecciones hubieran sido desdobladas, la diferencia habría resultado más abultada que los 17.423 votos que arrojó el escrutinio provisorio. No sólo por lo ya dicho sobre lo que representó Frigerio como alternativa opositora, sino porque observan que Bahl hizo mucho foco en la ciudad de Paraná y descansó en suponer que con Massa y con los candidatos a intendentes en la boleta le alcanzaría para compensar su falta de conocimiento en la costa del Uruguay.
Siempre creyeron que si se desdoblaban las elecciones, La Libertad Avanza no hubiera presentado candidatos provinciales y Entre Ríos habría resuelto su elección para gobernador en un escenario similar al de Santa Fe. Siempre vieron que Frigerio estaba en condiciones de haber desempeñado un papel como el de Maximiliano Pullaro.
Pero Bordet se las hizo difícil y contaminó a la elección provincial con el escenario de tercios de la contienda nacional, provocado por la irrupción de Milei dividiendo el voto opositor.
Nueva etapa
Los números del domingo indican que, en principio, Frigerio contuvo el frente interno, porque sacó prácticamente la misma cantidad que la suma de todo el frente en las PASO de agosto.
O tal vez sólo logró retener una parte de los 57 mil apoyos que recibió Galimberti y completó el resto con el corte de boleta de otras opciones. Mucho ya no importa. El malestar por la boleta corta parece a esta altura un recuerdo del siglo pasado. Hubiera sido el gran tema de discusión si se perdía.
Pero se ganó. Y tras la promesa preelectoral de sumar a Darío Schneider como ministro de Obras Públicas, dentro de la coalición se espera que los nombres del futuro gabinete, que se comenzarán a dar a conocer la semana que viene, ratifiquen el sendero de la contención interna.
Con independencia de cuánto voto a Galimberti recaló dos meses después en Frigerio –nadie puede saberlo con certeza, porque nadie es dueño de los votos– está claro que fueron muchos los que acompañaron a Milei pero prefirieron a Frigerio antes que a la improvisada propuesta de Sebastián Etchevehere. Al paranaense lo desecharon unos cien mil electores de Milei.
Ya lo habían cortado unos 80 mil en las PASO. Hubo sectores libertarios que hicieron público su acompañamiento a Frigerio; agrupaciones que quedaron afuera de las listas de Milei en Entre Ríos, que en buena medida terminaron siendo armadas por espacios vinculados o prevenientes del peronismo, como el Partido Conservador Popular y el Partido Fe. ¿Cómo va a ser la relación con los cinco diputados que, según los cálculos preliminares, sentará en la Legislatura La Libertad Avanza?
En el entorno de Frigerio ni siquiera los conocen. Pero el ex ministro del Interior tiene sobrada experiencia de diálogo -en particular con el peronismo- para construir consenso. La gobernabilidad no es una preocupación. Eso dicen.
No cambiaría mucho, en este sentido, que la mayoría peronista en el Senado se revierta a favor del próximo oficialismo si el escrutinio definitivo diera el triunfo en el departamento Federal para Juntos y se invirtiera la relación de 9 a 8 en la Cámara Alta.
Frigerio gobernará con el apoyo de un creciente y multicolor grupo de intendentes, que llegarán a 38 en toda la provincia.
Naturalmente, el cambio de época se refleja especialmente con las victorias en Concordia y Gualeguaychú, tras 40 y 36 años, respectivamente, de gobiernos peronistas.
La gobernabilidad hacia adentro de la provincia no asoma como una preocupación. Tampoco debería serlo en la relación con la Nación, sea quien fuere que llegue a la Presidencia. Frigerio tiene buena relación con los dos candidatos que van al balotaje.
Fuente: Página Política