Gustavo Bordet será el protagonista excluyente de la campaña de la lista oficialista del Frente Somos Entre Ríos. Sus antecesores en la Casa Gris y en la conducción del peronismo, Sergio Urribarri y Jorge Busti, no tendrán lugar en el palco proselitista.
Así ya fue de arranque. Bordet y en segundo plano sus precandidatos. Incluso, ni Busti ni Urribarri estuvieron en la presentación oficial de la nómina que encabeza Juan José Bahillo, el jueves en un hotel del Parque Urquiza.
Es más, una salutación del titular de la Cámara de Diputados, justificando su ausencia, fue leída al cierre del acto y cuando ya se había terminado la transmisión en vivo para las redes sociales, youtube y canales de televisión.
Quien sabe cómo lo ha tomado Busti pero está claro que decidió hacer un acto en Concordia, por su cuenta, para mostrar entre sus seguidores a Gustavo Zavallo, tercero en la nómina oficialista fruto a su acuerdo con Bordet y con la venia de Sergio Massa.
Con el contenido y el estilo que tuvo la presentación de los candidatos en el hotel, el jueves, continuará la campaña. Bordet en el centro, decisión que –se explicó desde Casa de Gobierno—tendría que ver con sacarle provecho a la imagen positiva del mandatario provincial que se acercaría al 60% y que desde hace poco sería mejor que la del presidente Mauricio Macri.
El protagonismo de Bordet, por otro lado, tendrá que ver con asumir plenamente y profundizar el rol de jefe del peronismo y de jefe de la administración del Estado que en otros contextos electorales cumplieron Busti y Urribarri. Hubo una sola excepción: las legislativas de 2009 cuando el peronismo se acercaba a una derrota y el entonces gobernador Urribarri dejó sólo a su antecesor, con el que había sellado la “unidad en la diversidad” tras el conflicto del campo.
El escenario más cómodo
Con los datos de imagen de Bordet, con la decisión de apostar al perfil “ocupado en la gestión”, es voluntad de quienes están planeando la campaña, sostenerla en las fronteras entrerrianas todo cuanto sea posible.
Provincializar es la consigna aun cuando podría apelarse a dirigentes nacionales del peronismo –el kirchnerismo, el massismo, el randazismo- que compiten en la provincia de Buenos Aires o en la CABA.
Esos dirigentes, protagonistas de los medios nacionales, no serán convocados ni para un acto ni para una foto. Si bien en el escenario nacional hay tres expresiones peronistas en pugna, expresiones que en la provincia tienen todas alguna expresión en la lista de Bordet (Carolina Gaillard con Cristina Fernández o Daniel Filmus; Zavallo con Massa; Emiliano Gómez Tutau del Movimiento Evita con Florencio Randazzo) se entiende de antemano que esas figuras de alcance nacional complicarían el mensaje del peronismo provincial.
El discurso central seguirá siendo el mismo que ya ha ensayado el gobernador y que, de algún modo, le impone apostar a todo o nada en octubre: “De un triunfo del peronismo en Entre Ríos dependerá que nos respeten como provincia”, dijo el jueves.
“No habrá confrontación. Se buscará la diferenciación con Macri, con la gestión de Cambiemos”, se esmeran en distinguir en Casa Gris. Y se insistirá con la advertencia a la militancia y la dirigencia peronista: no hay 2019 sin un triunfo en 2017. Así, sin vueltas. Se reitera que de octubre depende la continuidad del poder político en Entre Ríos en 2019. Porque además se juega allí la suerte de la gestión en la Casa Gris lo que es lo mismo que decir que en octubre se define el futuro político de Bordet.
El gobernador en el centro del ring, con los precandidatos como escoltas. Y después de las PASO, si fuera posible, la foto con los referentes encolumnados de las diez listas que disputarán la interna. Busti y Urribarri han sido claves. Cada uno puso sus nombres. Pero esta vez, después de mucho tiempo, la seguirán de afuera.
