En un encuentro con alto significado político, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, dieron anoche el primer paso de una estrategia orientada a reconstruir el PJ, independizándolo de la influencia del kirchnerismo.
La idea, explicaron anoche sectores cercanos a Massa, es “ayudar a que nazca un nuevo peronismo”, sin que ello signifique un retorno a la estructura orgánica partidaria.
Massa y Urtubey se estrecharon en un abrazo en el club La Herradura, den Pinamar, a la vista de otros dirigentes partidarios que fueron a llevar el respaldo de sus jefes políticos, los gobernadores de Córdoba, José Manuel de la Sota, y de Chubut, Mario Das Neves, entre otros. Estuvo, además, el ex titular de la Anses Diego Bossio.
Se trató, en rigor, de un encuentro de amigos. Todos se conocen desde hace años y, aun en los momentos más tensos, tenían contacto por lo bajo. La intención de fondo fue generar la primera “foto política” del verano e intentar dar una vuelta de página a la etapa kirchnerista dentro del PJ.
“La meta no es liderar el PJ, sino mantener y ampliar el Frente Renovador. Pero sí vamos a buscar ayudar a armar un peronismo nuevo, más moderno y plural”, se sinceró un dirigente massista.
La fuente añadió que la finalidad es avanzar en “la construcción de un peronismo renovado y fresco, con capacidad de gestión e ideas innovadoras”.
Si bien el líder del Frente Renovador dio en las últimas semanas señales de acercamiento al presidente Mauricio Macri, Massa quiere compensar esos gestos con algún límite a la gestión de Cambiemos.
Algunos especulan, incluso, con que a través de una fundación u otro formato reaparecerá en breve Cristina Kirchner. Su liderazgo y presencia escénica es reclamada por sus más incondicionales, que pierden influencia y se ven desafiados por un peronismo sin jefe ni caciques fuertes.
Para Massa, que rompió con la ex presidenta en 2013, la reunión de anoche es una fuerte señal hacia el PJ y lo ayuda también a despegarse de su alianza táctica con María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Además refuerza su papel de opositor, poco antes de subirse al avión rumbo al foro económico de Davos, como invitado especial de la comitiva que encabezará Macri, a partir del 20 de este mes.
“No es el lanzamiento de una línea interna ni nada de eso. La mirada es más amplia. Estos encuentros apuntan a diseñar el peronismo del siglo XXI, moderno y plural. Nosotros somos el Frente Renovador”, insistió un dirigente massista.
Había, así, consenso en coordinar un trabajo común en el Congreso para «acentuar conquistas de la sociedad, como la eliminación de Ganancias, la vigencia del 82% móvil y la coparticipación federal», puntualizó un vocero.
Otras perspectivas
Antes del asado, Urtubey dejó en claro su meta dentro del PJ: “Estamos conversando con referentes de distintos espacios para ver de qué manera podemos tener un partido desde el peronismo que pueda ser no solamente competitivo, sino también funcional a lo que la Argentina necesita, que podamos colaborar”.
La noche anterior había conversado con el ex gobernador jujeño Eduardo Fellner, presidente del partido hasta mayo, cuando vencen los mandatos de la cúpula. También calentó la previa, con un mensaje transmitido desde Brasil, el cordobés De la Sota, socio de Massa. A través de su alfil Carlos Caserio, jefe del PJ provincial, pidió “refundar el partido” sin el kirchnerismo. Eso, claro, es un dilema interno en las filas del peronismo, entre los que creen que hay que integrar a todos, como Daniel Scioli.
Ausente con aviso, el ex gobernador bonaerense rechazó la invitación, aunque en un primer momento había mostrado entusiasmo. En esa postura comulga otro sector del PJ territorial que considera que no es conveniente tensar la pulseada puertas adentro, pura ganancia para Macri.
