El vocero presidencial, Manuel Adorni, generó títulos en la mañana de este jueves al anunciar el “desmantelamiento” del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi)
“Es un ideal del presidente Javier Milei la eliminación de todo lo que no genere un beneficio para los argentinos. Estamos dando los pasos para avanzar en el desmantelamiento de institutos que no sirven absolutamente para nada”, anunció el funcionario. El primer paso, el Inadi.
Melisa Albornoz, responsable de la delegación provincial, hizo saber que está al frente del organismo desde hace tres años y que el gobierno de Javier Milei no había tomado ninguna decisión respecto del área hasta hace un par de días. Por Decreto Nº 167 se nombra al frente del instituto, a nivel nacional, a María de los Ángeles Quiroga por el término de 180 días, aunque, a juzgar por los anuncios, al solo efecto de proceder al cierre.
“Desde el 10 de diciembre seguimos trabajando como veníamos, sin novedades y con los muy pocos recursos que quedaban, sin ninguna línea de acción hacia adelante. La primera noticia que tuvimos fue este nombramiento de Quiroga, una dirigente del PRO”, mencionó Albornoz.
–¿Cómo recibieron esta noticia?
–Lo esperábamos de algún modo. Pero hay que decir que el Inadi está creado por ley. No se puede cerrar el organismo así porque sí. Será un tema administrativo y legal que esto suceda pero Adorni no puede avanzar sin una ley. Interpretamos que, de algún modo, se pretende desviar la atención hacia los problemas de este país y demonizar a los trabajadores del Inadi. Es un discurso violento que anuncia el desmantelamiento de un organismo que dice que no sirve: no sirve a este gobierno atender a las diversidades, a la discapacidad, al bullying, al racismo.
-¿Han recibido alguna comunicación oficial?
–Ninguna, absolutamente. Sí hemos estado en contacto con los coordinadores de las distintas regionales a los que semanalmente se informan las actividades que se llevan adelante en la gestión. Entre Ríos depende de la coordinación de la Región Centro y tampoco a nivel de la coordinación hubo nombramientos de nuevos funcionarios. La única novedad fue la designación de Quiroga y llama la atención que se la designe por 180 días cuando se anuncia el cierre. Insisto, creo que se pretende desviar la atención de los problemas del país.
–¿Dónde y cómo funcionan en la delegación entrerriana?
–Ahora estamos en calle Carbó. (La última sede propia fue en calle San Juan) Estamos ahora en una oficina del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, así que acá no hay gasto en alquiler como dice Adorni. Somos seis personas, yo soy funcionaria y mis compañeros son agentes de planta transitoria que trabajan aquí hace años, desde que se creó la delegación. Hacia fines del año pasado se abrió un concurso y solo una de las trabajadoras tuvo posibilidad de concursar y titularizar su cargo en el organismo, que depende del Ministerio de Justicia de la Nación.
–¿Cuál ha sido la línea de trabajo más fuerte en los últimos tiempos para la delegación?
–El trabajo con las escuelas. Eso es lo más importante, a través de un programa denominado “Escuelas sin discriminación”. Se trabaja mucho con docentes y con alumnos. Hay un campus virtual, del Inadi Central para este trabajo. Hay una altísima demanda de los docentes, muchas consultas respecto de cómo abordar distintas situaciones de discriminación en las escuelas. No dábamos abasto. Funcionó muy bien este programa, sobre todo porque tuvimos un apoyo fuerte de las departamentales de escuela.
