Convocado por el Gobierno de la provincia, a través de la Secretaría de Modernización, y la Facultad de Trabajo Social de la UNER, estuvo en Paraná el asesor presidencial Alejandro Grimson.
El antropólogo y comunicador presentó el libro Argentina Futura: un horizonte deseable y posible, elaborado en el marco del programa “Argentina Futura” que tiene a su cargo y a través del cual se convocó a investigadores, intelectuales, catedráticos a debatir y proponer un horizonte de posibilidades para el país.
Grimson fue presentado por la secretaria de Modernización, Lucrecia Escandón, y compartió la conferencia con el empresario entrerriano Héctor Motta, en un encuentro que tuvo lugar en el salón de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Grimson expuso en primer lugar la dinámica de trabajo que se dieron alrededor de 300 científicos de todo el país, para aportar en torno a alrededor de 50 temas estratégicos que son abordados en el trabajo que puede descargarse de manera libre y gratuita. Contó que el objetivo es que pueda replicarse esta dinámica en distintas provincias, ciudades, a los fines de plantear “algunos lineamientos de políticas públicas” que orienten “sueños posibles, cosas deseables para los próximos 10, 15 años”.
Escollos
El libro desmenuza dos conceptos que hacen al diagnóstico de un presente sórdido para el país. “Tomamos dos elementos de diagnóstico. En primer lugar, lo que Marcelo Diamant planteó en 1983, con la esperanza democrática. Habló del péndulo argentino como uno de los problemas y que refiere a una historia pendular entre políticas económicas de signo opuesto, entre ortodoxas y heterodoxas o expansivas”, presentó el tema Grimson citando a quien describió la Argentina en un contexto histórico entre 1960 y 1983. “Desde entonces hasta hoy no ha habido más que eso en el país y el resultado no ha sido bueno. La Argentina creció menos que el resto de los países de la región, creció menos el PBI per cápita. El péndulo no nos permite desplegar nuestras capacidades como país”, resumió.
Luego, y recurriendo a la sociología política, el libro toma el concepto de “empate hegemónico” desarrollado por Juan Carlos Portantiero: “La cuestión pendular se expresa en la política. Ninguno de los sectores en pugna de la Argentina tiene fuerza para imponer su proyecto de manera duradera. Pero los dos sectores tienen poder suficiente para impedir que se desarrolle el proyecto del adversario”, expuso la idea Grimson.
En ese contexto, el libro supone dos escenarios posibles a futuro: “O el empate hegemónico persiste y se convierte en empate catastrófico; o planteamos que la Argentina salga de la cuestión pendular y que se avance en desarrollo integral”.
“La mayoría de las democracias del mundo tienen una discusión entre un espectro que podríamos decir, o ubicado del centro a la derecha, que plantean distribuir la torta con la baja de los impuestos a sectores más pudientes porque eso incentiva las inversiones y crece la torta; o los sectores del centro a la izquierda que proponen subir impuestos para poder aumentar la inversión en educación, en salud y aportar al bienestar general”, resumió Grimson las posturas en pugna.
Dijo que, contra lo que sucedió en tiempos del Terrorismo de Estado, cuando el objetivo fue “achicar la torta”, se trata en cambio hoy de pensar que “no hay fuerza política que proponga achicar la torta”. “Es legítimo debatir cómo distribuir la torta, pero la condición número uno es el crecimiento y eso tiene un montón de implicaciones”, enmarcó el debate.
Pensar a futuro
Partiendo de esa premisa, el crecimiento, Grimson expuso varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, mencionó que “crecer implica aprovechar las oportunidades productivas que hay a lo largo y ancho de la Argentina, para poder generar empleo genuino, de calidad a lo largo y ancho del país y cambiar de una bendita vez esta matriz expuesta por Ezequiel Martínez Estrada de la cabeza de Goliath, este país macrocefálico que desconoce las oportunidades productivas que hay en prácticamente todo el territorio, basadas en recursos naturales renovables y no renovables”.
“Se trata de mirar las oportunidades productivas; tener políticas para aprovecharlas. Y eso es compatible con una macroeconomía sana por lo que se plantean en el libro una serie de cuestiones para ordenar variables claves, y bajar la inflación. No puede haber una macro con dificultades periódicas y cíclicas como las que tenemos”, puso como condición.
Expuso otro asunto abordado en el trabajo: la matriz territorial de la Argentina. “Generamos situaciones para el empleo pero también queremos debatir cómo queremos que sean las ciudades. Hay lugares con recursos naturales muy importantes, con enormes inversiones, con salarios altísimos, en la Patagonia sobre todo, que son campamentos extractivos, no son ciudades. Hay lugares de 200 mil habitantes que no tienen una plaza. ¿Así vamos a hacer las ciudades del siglo XXI o queremos ciudades donde la gente quiere arraigarse, trabajar, vivir bien, disfrutar del espacio público, tener unviersidad, acceso a la cultura, a la conectividad. Eso implica poner la urbanización y la política de uso del suelo como política de Estado”, añadió como desafío.
Repasó otro asunto eje del libro. La educación. “Me gustaría que no estuviera fuera del debate, que la Argentina necesita una revolución educativa. Hay que mirar a niñas y niños que nacen hoy, plantear cuáles son sus accesos, atender al cuidado, a la alimentación, a la educación en el mejor sentido, a la máxima calidad de educación y conocimiento. Es un derecho y es el Estado el que tiene que garantizarlo. Ese derecho tiene que estar por arriba de otros derechos. Los chicos tienen que poder ser cuidados, con alimentacion y educacion desde la infancia temprana y en todos los períodos posteriores. Es una condición sine qua non para que realmente el crecimiento con inclusión no sea una ilusión”, planteó Grimson.
Salarios y ambiente
Finalmente, el responsable de la edición despejó debates que serían inconducentes en torno a “la productividad”. “Desde cierta perspectiva, mejorar la productividad es bajar los salarios. Más bajos no se puede. Y sin embargo tenemos problemas de productividad. Nuestra concepción es la opuesta, queremos que tu productividad, tus ocho horas de trabajo rindan y produzcan lo suficiente para tener un salario que asegure vida digna; que tengas los conocimientos suficientes, para que esas ocho horas rindan de manera adecuada, que haya conocimiento y tecnología”, postuló Grimson.
Además, presentó otros tres asuntos que atraviesan los proyectos en torno a la productividad, que son debates a tener en cuenta en la Argentina actual. “Tenemos que pensar cómo ir a la transición ecológica y al cambio de la matriz energética; además tenemos que fortalecer la democracia, tenemos que tener una democracia vibrante donde se discutan ideas, haya pasión, donde podamos estar orgullosos de los tres poderes de la República”, dijo.
Finalmente, consideró “imprescindible la transformación del Estado”. “El Estado tiene que poder discutirse a sí mismo, transformarse a sí mismo mientras planteamos el crecimiento con inclusión”, dijo Grimson que consideró que tal proceso supone “planificación, coordinación, transformación y capacitación entre otras serie de cuestiones que deben ser tenidas en cuenta” para que el país proyecte y pueda aprovechar un presente geopolítico que se presenta como una verdadera oportunidad.
El libro
Descargar argentina-futura-horizonte-deseable-posible-julio-2022
