
La caída en desgracia política del ex gobernador Sergio Urribarri no es tan profunda como parece. Al menos obtuvo el respaldo de uno de los tantos dirigentes que inventó mientras condujo a su antojo el PJ en la provincia y que ahora lo ignoran.
La diputada nacional Carolina Gaillard tuvo la cortesía (en términos peronistas se le llamaría lealtad) de salir en defensa de su mentor. Dijo que el presidente Mauricio Macri “subestimó al pueblo entrerriano” cuando en su última visita a Entre Ríos se refirió a “promesas incumplidas los últimos años”, dado que “es innegable el legado positivo que dejó Urribarri en materia de obras públicas e infraestructura en nuestra provincia”.
Hay que decir, no obstante, que Gaillard salió a respaldar a Urribarri recién luego de que lo hiciera la ex presidenta Cristina Fernández.
Pero peor es nada. El ninguneo político que viene padeciendo Urribarri de parte del conjunto de la dirigencia del FpV de Entre Ríos que creció a su amparo es notorio.
Se vio con claridad durante el acto que encabezó en Paraná el diputado Máximo Kirchner. Si no hubiera sido por la mención que hizo el hijo de Néstor y Cristina, el apellido Urribarri no se hubiese escuchado en toda la noche.
En ese mismo acto, Gaillard atravesó momentos de incomodidad cuando desde la primera línea de militantes se escucharon gritos pidiendo que “bajen” del palco a “la traidora” que le había votado el Presupuesto a Macri, a pedido del gobernador Gustavo Bordet. Curiosamente, nadie tachó del mismo modo a su compañero de bancada Lautaro Gervasoni, que había votado en el mismo sentido y estaba parado a su lado.
“La verdadera historia”
Los militantes que le gritaban deberían reconocer ahora en Gaillard un acto de lealtad que no se aprecia en el resto de la dirigencia que pobló el palco de Máximo.
La diputada dijo que “la verdadera historia de los entrerrianos la conocemos los entrerrianos. Es innegable el legado positivo que dejó Sergio Urribarri en materia de obras públicas e infraestructura en nuestra provincia. Los resultados están a la vista de todos: miles de viviendas, cientos de escuelas, miles de kilómetros de rutas y fibra óptica, construcción de accesos a pueblos, por ejemplo, son sólo algunas de las obras de la gestión anterior en Entre Ríos”.
“Es indiscutible el crecimiento y el desarrollo productivo, urbanístico, vial, y de infraestructura en general que tuvo nuestra provincia durante la gestión de Urribarri y que hoy continúa el gobernador Gustavo Bordet”, expresó. Y agregó: “Negar eso, con el agravante de hacerlo mientras se inaugura precisamente una obra iniciada por la gestión de Sergio Urribarri me parece de un cinismo repudiable”.
“Con promesas no se construye una Nación: los entrerrianos estamos acostumbrados a los hechos. Sabemos que los que vienen y prometen se diferencian de los que gestionan y realizan”, indicó Gaillard en referencia al presidente Macri.
“Necesitamos que el presidente deje de especular y presionar a las provincias a través del presupuesto y gobierne para los 40 millones de argentinos. Paralizar la obra pública mientras se inauguran obras iniciadas por gobiernos anteriores es subestimar al pueblo entrerriano”, concluyó.