Gustavo Bordet se albertiza, aunque el Presidente de la Nación reniegue de armar un albertismo. Es posible que se esté armando por una orden de él mismo que no dirá públicamente.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, estará este martes en la Asamblea Legislativa. Es el último elemento que contribuye a una certeza: la albertización del Gobernador.
El mandatario viene de reunirse hace una semana con uno de los hombres más cercanos al Presidente, el canciller Santiago Cafiero. Unos días antes lo hizo con el albertista ministro de Producción, Matías Kulfas, a quien le sacó un paquete de ayuda financiera con una línea de crédito por 800 millones de pesos a tasa cero para los productores entrerrianos que sufrieron daños por la sequía y las altas temperaturas. De esa negociación participaron Manzur y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. También es cierto que estuvo con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, un camporista que sobrevive por motus proprio en el gabinete.
Días antes Bordet había sido portada de Perfil en una entrevista cuyo título, en boca del Gobernador, fue: “Alberto Fernández puede garantizar la consolidación de un modelo justicialista”.
Los movimientos del Gobernador van en línea con los de su hombre en el Congreso, Edgardo Kueider, que aparece como impulsor de un grupo interno en el seno del Senado para poner en agenda temas que tengan que ver con el interior (básicamente las provincias a quienes representan sus pares de ese espacio).
La buena relación de Bordet con Fernández quizás explique por qué a Marcelo Casaretto se lo haya anotado como una posible autoridad de bloque, que finalmente quedó para Germán Martínez.
Las elecciones desdobladas le imprimen a Entre Ríos otro ritmo en el plano de los reacomodamientos. En la comarca las señales ya se están dando.
Fuente: Página Política
