Gustavo Bordet es un peronista tradicional. Así lo describió ante Página Política otro peronista tradicional. Y aclaró que, en definitiva, son tiempos de aplicar el tradicionalismo. El consultado, cuando se refiere a ese formato, es para despegarse del sectarismo que ejecutó Cristina Kirchner. No así Néstor Kirchner o Sergio Urribarri, el de un peronismo con las puertas abiertas para el que se quiera ir o volver.

Esa apertura es la que ven peronistas de uno y otro lado para ser competitivos el año que viene. Y es, bajo ese paradigma, que el gobernador se limita a hacer breves movimientos para encolumnar al PJ.

Bordet no tiene otra cosa en mente que la misión al exterior para colocar deuda por 250 millones de dólares que autorizó Nación. Un alivio para las cuentas de la provincia. La situación financiera es dramática. Ese contexto hizo que la acción política partidaria quede reducida a lo mínimo. Se lo critica por eso.

En lo político, el mandatario acomodó algunos tantos. Se reunió con Julio Solanas, un peronista tradicional, pero también una espada K que le trajo algunos dolores de cabeza en el Congreso. El diputado nacional garantizó apoyo para todo lo que sea “conveniente” para Entre Ríos. Se verá.

Blanca Osuna también conoció el despacho del gobernador. La ex intendenta dijo que confía en el gobierno provincial “en la férrea defensa de los intereses provinciales, comunitarios y populares desde la identidad kirchnerista”. En la agenda siguió José Cáceres, el diputado provincial Gustavo Osuna y el concejal David Cáceres. En resumen, Renacer Peronista. Se habló de “consenso y unidad peronista”.

El acto del jueves pasado, en la sede del PJ, fue una instantánea cortada del justicialismo. Quienes asistieron a la jornada para descubrir una placa de Néstor Kirchner en una de las salas de la casona de 9 de Julio fue el sector que se identifica con el kirchnerismo. Las agrupaciones La Cámpora y Descamisados fueron quienes marcaron presencia. Fotos similares se vieron días antes en las facultades de la UNER con sede en Paraná donde se disputaron centros de estudiantes y consejos directivos. Moderada convocatoria, pero ruidosa para los tiempos de poca rosca.

Cáceres y Solanas llegaron acompañados por sus adláteres, pero no movilizaron. El gobernador no mandó funcionario, aunque recordó al santacruceño . Estaba Martín Uranga, pero llegó con Solanas. Los principales ausentes fueron José Carlos Halle y Adán Bahl. El titular del EPRE vio en la invitación un mero acto K. Del vicegobernador se desconocen los motivos. Raro para alguien que quiere recuperar Paraná para el peronismo.

Un acto similar se hizo en Concordia. Allí estuvo Jorge Barreto que fue un poco quien organizó la conmemoración del ex presidente y presidente del PJ fallecido en 2010. No hubo ningún Cresto, ni Urribarri.

El ex gobernador parecía quedarse con la escudería K cuando viajó a Comodoro Py para apoyar a Cristina en marzo. Al poco tiempo Página Política reveló que hablaba semanalmente con Sergio Massa y Miguel Pichetto. El peronista tradicional en su máxima expresión.

Bordet termina el año con una aceitada relación con la Liga de Intendentes Justicialistas que conduce su amigo Mariano Rebord. La Legislatura le responde y la oposición ha decidido acompañar. El gobernador dejó que los proyectos salgan con las sugerencias de todos los bloques, por caso el que regula los concursos para integrar organismos de control.

Bordet no hace política de la forma que la hacía su antecesor. Los tiempos tampoco son los mismos.