La desconfianza sobre los reales alcances del pacto fundacional que el viernes propuso el presidente Javier Milei domina en las filas de la oposición dialoguista, donde se enrolan los cuatro diputados nacionales de Juntos por Entre Ríos.
Con su abierto respaldo, que dio a pocos minutos de que Milei concluyera su discurso ante la Asamblea Legislativa, el gobernador Rogelio Frigerio se acercó más a la posición del bloque del PRO en el Congreso, que ha sido el único aliado acrítico del gobierno nacional.
Pero el diputado nacional más cercano a Frigerio, Francisco Morchio (PRO), es parte del bloque de Hacemos Coalición Federal, desde donde se han planteado reparos a la propuesta de Milei. El presidente de esa bancada, Miguel Pichetto dijo que “un pacto implica diálogo, no un sistema de adhesiones”. Ricardo López Murphy puso como primera condición que Milei deje de “pelear e insultar”. Y los cordobeses que responden a Martín Llaryora y Juan Schiaretti, a los que primero había tachado de traidores, anticiparon que frente a cualquier pacto no descuidarán los intereses de su provincia.
En línea con Frigerio, la primera reacción pública de Morchio fue de apoyo: “Acompaño la decisión del Gobierno Nacional de avanzar en las reformas estructurales que tanto necesita nuestro país para retomar el camino hacia el desarrollo. Sepamos dejar de lado los egos y las confrontaciones infundadas”, afirmó el legislador que quizá más padeció haber integrado la lista negra de “traidores”, que a juicio de Milei habían hecho caer la Ley Bases. Morchio se cansó se aclarar ante sus electores (que en gran medida comparte con Milei) que sólo votó en contra tres incisos y a los fines de defender los intereses de Entre Ríos.
Los otros tres diputados nacionales de Juntos por Entre Ríos son radicales.
Atilio Benedetti también salió a acompañar. “Celebro la convocatoria al diálogo y al acuerdo sin distinción que realizó el presidente asumiendo su rol de mandatario y dejando de lado la campaña. Seguramente tenemos más coincidencias que diferencias en relación a los 10 puntos planteados y estamos dispuestos a trabajar para lograr que la Argentina salga adelante, así como mi provincia, asegurando a cada entrerriano el pleno goce de sus derechos”, destacó. La clave, claro está, pasa por cómo saldar el porcentaje de “diferencias” y saber si el apoyo que reclama Milei es, o no, a libro cerrado.
Por estas horas nadie lo sabe. Benedetti, que es de los cuatro diputados el que mayores coincidencias tiene, a trazos gruesos, con el rumbo del gobierno nacional (de hecho, jugó con Patricia Bullrich en la interna de JxC), no va a acompañar cualquier cosa. Por más alineado que esté con Frigerio, tiene una vasta trayectoria dentro del radicalismo que no está dispuesto a rifar.
Pedro Galimberti tiene, en este sentido, mucho más para perder. Como el radical que desafió a Frigerio en la interna de 2021 y de 2023, su carrera política está atada a preservar la identidad de la UCR, ese partido que tanto detesta el Presidente. Por eso está más cerca de Facundo Manes, el radical más crítico a Milei, que votó en contra la ley ómnibus y que frente al Pacto de Mayo se inscribe dentro de los correligionarios que ven la propuesta presidencial como una extorsión a los gobernadores, dado el requisito previo de votar la Ley Bases, supuestamente sin tocar una coma.
A diferencia de Benedetti, Galimberti no dio su apoyo al Pacto propuesto por Milei. Se limitó a decir que “empieza una nueva etapa de trabajo que me encontrará, como siempre, trabajado por un país mejor, federal y en beneficio de los entrerrianos”. Es de suponer, entonces, que volverá a marcar sus diferencias en la votación en particular, como lo hizo en febrero, cuando para no exponerse a votar en contra, se ausentó.
Marcela Ántola es la que menor vuelo político propio posee. Llegó al Congreso como consecuencia de un pacto de cúpula entre Frigerio y Martín Lousteau. De hecho, en su ingreso de 2021, integró la bancada de Evolución Radical. Su posición frente al acuerdo que propone Milei se puede deducir, entonces, de los dichos de Lousteau: “¿Pero qué acuerdo? No sabemos si quiere entrar en un toma y daca de los que él tanto critica o intenta ganar tiempo para ver si logra que le salga alguna. Se trata de un contrato donde él pone todas las condiciones y nosotros solo la firma”, subrayó Lousteau, antes de preguntarse “¿Qué espacio hay en ese gran acuerdo de los 10 puntos para la educación o para paliar la situación de pobreza que viven 27 millones de argentinos?”.
El presidente de la UCR señaló, además, que los salarios y las jubilaciones perdieron un 30% de poder adquisitivo desde que asumió Milei y consideró que el Presidente “no ve o no le importa la realidad”.
Frigerio fue uno de los gobernadores que primero y con mayor contundencia dio su apoyo a Milei para el Pacto de Mayo. Pero, hoy por hoy, no está en condiciones de decirle al Presidente cuántos votos aportará en el Congreso.
Como con el primer round de la ley ómnibus de enero y febrero, el Gobernador se enfrenta ahora a la tarea de conducir el bloque de diputados nacionales Juntos por Entre Ríos, donde miran con recelo la supuesta tregua de quien los tachó de “traidores” y habitantes de un “nido de ratas”.
El fin de semana se comentó que en esta nueva etapa, Milei propondría una ley ómnibus en una versión limitada a los puntos en los que pueda ser posible un acuerdo, de modo de evitar una nueva derrota legislativa. De ser así, el alivio fiscal para las provincias que vendría a cambio estaría más cerca. Esa posibilidad se comenzará a explotar en el diálogo que esta semana iniciará formalmente la Casa Rosada con los gobernadores que, como Frigerio, hayan mostrado su adhesión a la idea de un Pacto.
Fuente: Página Política
