La Comisión Técnica Mixta (CTM) está acéfala. El Gobierno nacional no ha designado a las autoridades del ente binacional que administra la represa de Salto Grande y el motivo hay que buscarlo en las internas entre los hombres del PRO.
Tras la salida de Juan Carlos Cresto –de quien ha trascendido que pretende cobrar los salarios desde que presentó su renuncia, el 10 de diciembre, hasta que le fue aceptada, como si hubiese trabajado–, la represa que provee energía a Entre Ríos, y buena parte de Argentina, es manejada por Uruguay, porque Mauricio Macri no ha designado a sus delegados. En el medio pasó la peor inundación de la historia de Concordia.
Roberto Niez parecía número puesto para presidir la delegación argentina. El dirigente del PRO de Concordia había cosechado la adhesión de entidades de la región. “Es de estricta justicia y de genuino federalismo que sean tenidos en cuenta los pueblos que tanto han sacrificado para que la obra fuera construida. Las comunidades ribereñas han depositado sus esperanzas en que el señor Roberto Domingo Niez, ex candidato a intendente de Concordia por Cambiemos, sea quien presida la delegación argentina”, dice una carta que los presidentes de los centros comerciales e industriales de Concordia y Federación publicaron hace alguna semanas en el diario La Nación.
También el diputado provincial del radicalismo Alberto Rotman propuso a Niez e incluso trascendió que también tenía el visto bueno del ministro Rogelio Frigerio.
Pero el nombramiento no llegó y en los últimos días le apareció un polémico competidor para el cargo: el ruralista Eduardo Caminal, actual integrante de la comisión directiva de la Sociedad Rural de Concordia, hijo de un ex presidente de la entidad durante la dictadura e integrante de una familia tradicional de la ciudad, estrechamente vinculada a la Iglesia.
El nombre de Caminal había sonado fuerte hace unos meses para la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), aunque ese cargo finalmente quedó para Héctor Mauro Vazón, el dirigente del PRO de Concepción del Uruguay.
Caminal, sin embargo, no tiene el visto bueno de quienes trabajaron para la campaña local del PRO y también se le cuestiona la falta de experiencia en el área energética. Sus antecedentes familiares tampoco lo ayudan: su padre, del mismo nombre, asumió como presidente de la Sociedad Rural en septiembre de 1976 y se mantuvo en el cargo hasta 1980, durante la etapa más dura de la represión; tuvo filiación en el Partido Demócrata y en la Ucede, el partido que lideraba el economista neoliberal Álvaro Alsogaray.
Las decisiones de la represa las toma un plenario de tres integrantes, lo cual no invalidaría que ambos lo integren. Pero a partir acuerdos políticos no escritos, de los tres delegados argentinos, uno era de Concordia, otro de Federación y el tercero proveniente de Buenos Aires. Entonces, si se respetara ese pacto histórico, no habría lugar para los dos.
