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El juego de equilibrios de Frigerio 

El Gobernador optó por el camino que menos le gusta: la judicialización. Esta vía, que empaña la política, le otorga un antecedente que deja muy mal al peronismo. El debate sobre el Presupuesto nacional aparece como una instancia crucial para el mandatario y su relación con el PRO, pero tras el anuncio, se intuye que lo que vendrá es sangre, sudor y lágrimas. El cambio de gabinete, el otro tema.   

Rogelio Frigerio gobierna en una plataforma compleja que requiere de equilibrios. En el plano económico y político. 

Suele ilustrar el escenario financiero actual como “peor que en la pandemia”, cuando el mundo se detuvo y la actividad económica quedó limitada al take away. La recaudación provincial cayó en un 18,6% en agosto y el financiamiento de Nación es nulo. 

En Casa Rosada, se sabe, solo se trabaja en terminar con los déficit y controlar la inflación. ¿A qué costo? A cualquiera. Esto ha implicado, básicamente, hundir a las provincias en la quita de subsidios y programas. Pero como si esto fuera poco el presidente Javier Milei anunció en su reality en el Congreso que ajustará a las provincias en 60 mil millones de dólares.

En una entrevista que le hicimos a Uriel Brupbacher en el ciclo Plaza Mansilla, que se emite por Vorterix Litoral, el secretario de Presupuesto y Finanzas repasó el cuadro: “Estamos mucho peor que en la pandemia, en términos de ingreso, pero con el agravante que acá no se paralizó nada”. La economía provincial depende -según dijo- en un 75 por ciento de lo que envía Nación y no se puede descartar un nuevo endeudamiento, lo que requiere de la autorización de Nación. A continuación, un mapa:

 

El Gobernador añora un ordenamiento del funcionamiento en las relaciones entre los Estados nacional, provincial y municipal. El ejemplo más reciente, la polémica suscitada por la resolución que prohíbe el cobro de tasas municipales en la boleta de la luz. Sobre esta medida dictada por Defensa del Consumidor -lo que pone en dudas su inconstitucionalidad- en el Gobierno entienden que fue desafortunado no debatirlo, pero reconocen que hay un cúmulo de criterios diferentes que aplican los municipios. En algunos casos y en nombre del ítem Alumbrado Público se cobra cualquier cosa. El gobierno nacional no reformula, ordena o corrige supuestas malas prácticas, sino que elimina sin miramientos. No serrucha, dinamita. El Presidente se jactó de reducir el 76% de las transferencias discrecionales a las provincias y un recorte drástico del 87% en la obra pública, lo que significó para Entre Ríos 5 mil puestos de trabajo. 

La ley previsional que fue vetada implicaba retomar el giro de fondos para las cajas provinciales no transferidas que, para la provincia, significaba una suma mensual de entre 5 mil y 7 mil millones de pesos mensuales. Ese envío estuvo todo este tiempo a voluntad política de la Casa Rosada. Gastón Bagnat, el presidente de la Caja, suele acercar a periodistas cuadros de los últimos años en los que se observa que Nación no se dignó a pagarle a Entre Ríos lo que corresponde. Los gráficos muestran que el mejor momento fue cuando Frigerio era ministro del Interior y Gustavo Bordet gobernador, gestión que Mauricio Macri le cuestionó a su funcionario por su acercamiento al peronismo. Paraná supo tener en su calles la siguiente leyenda pintada: “Bordet = Macri”. Era una política de equilibrios, en la que los legisladores entrerrianos justicialistas votaban proyectos del gobierno nacional. En 2017 los votos afirmativos para la reforma previsional de los legisladores que respondían al mandatario entrerriano fueron fruto de una negociación previa para que Nación le enviara 2 mil millones de pesos para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones.

Juan José Bahillo y Mayda Cresto supieron ser el Pedro Galimberti de estos días en las redes, por posteos de peronistas, obvio. “Luche y Vuelve”. Lo que sucede con aquel y este presente es que en aquel se cumplían los acuerdos. Macri aún no era un Ángel exterminador, como lo calificó Jorge Asis. 

En la sesión de la semana pasada en la Cámara de Diputados de la Nación, Frigerio  practicó el equilibrio político. No les pidió a los radicales que se inmolen, alcanzó con que Francisco Morchio se ausente. Gestos. El caso Galimberti -con designación en Salto Grande y juramento de Nancy Ballejos en horas– es autoría de Nación. 

Con el reclamo judicial ante la Corte Suprema, en un fallo que en el gobierno provincial esperan con optimismo, la deuda a pagar de Anses a los entrerrianos es de 154 mil millones de pesos a la Caja de Jubilaciones. Pero también se espera que el máximo órgano de justicia del país le devuelva a la provincia 4 mil millones por regalías y excedentes de Salto Grande. Ante la falta de política- en el caso de Milei sería cordura- la gestión y el futuro del Gobernador dependerá en buena medida de fallos judiciales.  

Frigerio entiende que la judicialización es el peor camino, pero no lo puede obviar. Como ex ministro tiene un dato que lo lamenta: Entre Ríos -por no haber demandado a la Nación como lo hicieron Córdoba, Santa Fe y San Luis- se privó de cobrar una suma millonaria como deuda retroactiva del 15 por ciento de coparticipación que a partir del fallo de la Corte se automatizó al inicio de la gestión macrista a todas las jurisdicciones. En ese marco es que esta administración entendió que debía ir a los estrados judiciales. Paréntesis: el peronismo podría poner en discusión temas de la gestión en el menú de autocrítica, además de la forma de elegir sus candidatos. Sobre todo si el espejo en el que se quiere mirar es el del cordobesismo que construyeron Juan Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, y que llevó 20 años. 

La discusión del Presupuesto nacional será un momento clave. En esa ley madre, hoy reconducida, quedará plasmado lo que vale jurídicamente. Y lo único que respetaría este gobierno: los fallos. Acá se abre un interrogante: ¿cuál será el rol del PRO, en rigor de los soldados de Macri y que Entre Ríos acaba de sumar uno más con Nancy Ballejos? 

El presidente del PRO pareciera mover y actuar en función de sus negociaciones con Milei. Manda a acompañar en Diputados, luego a vetar en el Senado, mientras que en el medio almuerza con el jefe de Estado. El único que liga, hasta ahora, es su primo Jorge, que acaba de conseguir para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la devolución de la coparticipación que le había sacado Alberto Fernández. 

En Casa de Gobierno no descartan que Frigerio pegue el portazo si en esa negociación, la del Presupuesto, la troup amarilla que hace una semanas estuvo en Paraná no se pone al frente de las necesidades de esta comarca. El Gobernador, además, prefiere el ámbito de la Región Centro más que el partido amarillo. 

Frigerio pondrá a prueba otra vez su capacidad de equilibrio cuando reformule su gabinete. Como intuyó tempranamente Fuad Sosa en este medio, las áreas de Salud y Vialidad están bajo la lupa. 

El mandatario contiene en su equipo de colaboradores a todos los sectores de Juntos por el Cambio. Eso no significa que tenga un banco de suplentes abultado. Todo lo contrario, no tiene. 

El juego de equilibrios de Frigerio dependen de su muñeca, pero también de los tiempos judiciales. Que suelen ser una incógnita. 

Fuente: Página Política
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