Este domingo, cuando arrancaba la jornada, se conoció la noticia sobre el fallecimiento del fiscal federal y licenciado en Ciencia Política Federico Delgado. La prensa nacional coincidió, en su obituario, en retratarlo como un hombre diferente y un outsider de esa “familia judicial” que habita Comodoro Py y que es uno de los más grandes papelones institucionales a los que ni siquiera Javier Milei, quien dice ir contra “la casta”, hace referencia.
Delgado tuvo una breve relación epistolar con este cronista. Fue cuando a instancias de Alejandro Olmos Gaona se interesó por el proyecto editorial de Revista Cicatriz y regaló, para la primera edición, un reflexivo ensayo sobre el descreimiento del Poder Judicial por parte de la sociedad. Conocida la noticia de su fallecimiento publicamos ese maravilloso texto.
Invitado por Página Judicial y Cicatriz, Delgado había prometido visitar Paraná con la excusa de presentar su libro “República de la impunidad”, una crónica reveladora desde adentro de los tribunales. Una continuidad de otros dos libros: “Injusticia” y “La cara injusta de la justicia”.
En aquel momento se había pensado en la visita de Olmos Gaona para que también presentara su investigación “Deuda o soberanía”, sobre el endeudamiento argentino, tema que trabajó junto con el fiscal y amigo.
Delgado dejó una huella en lo estrictamente laboral en Entre Ríos. En marzo de 2021 solicitó la indagatoria de Luis Miguel, Sebastián, Juan Diego Etchevehere y de la madre de ellos, Leonor María Magdalena Barbero Marcial por extorsión, en un contexto de violencia de género, a Dolores Etchevehere, en el marco del juicio sucesorio de su padre en el que sus hermanos y madre quieren desapojarla de la herencia familiar.
En ese marco, advirtió que la causa debería continuar en la justicia federal de Paraná por considerar que “casi el 90 por ciento de la materialidad de los acontecimientos denunciados ocurrieron en la provincia de Entre Ríos. Allí viven los actores, allí está su patrimonio, allí tramita la sucesión cuya resolución es la clave de los problemas y en los tribunales de la provincia yacen los expedientes más importantes en los que se condensó el hecho”.
En su dictamen, el fiscal también ratificó el encuadre jurídico de violencia de género, derribó con pruebas los argumentos esgrimidos públicamente por los Etchevehere y explicó la utilización del “prestigio social y capital simbólico” de la familia Etchevehere, es decir su red de poder y vinculaciones político judiciales, para afectar el desenvolvimiento de instituciones provinciales y torcer la voluntad de Dolores.
Ese poder de la familia se puede ver en la actualidad en el juicio laboral por el cual 80 ex trabajadores de El Diario obtuvieron sentencias favorables, que quedaron firmes, y la escuálida justicia entrerriana no ejecuta.
Delgado falleció a los 54 años. La muerte de una persona pública obliga a los principales medios a dar la noticia. El fiscal federal seguramente debió tener más prensa que la que tuvo, precisamente por su disonancia, que en la mayoría de los casos molesta.
Fuente: Página Política
