La noticia difundida en las últimas horas fue que el proceso en el Jurado de Enjuiciamiento quedó en un impasse. Se fue más preciso: se suspendió.
Lo cierto es que los integrantes del órgano que juzgan a Cecilia Goyeneche siguen votando, lo que desmiente cualquier suspensión. La confusión se pudo haber generado por la presentación que hizo el propio procurador general Jorge García ante el jury solicitando que se suspenda. Entre las pretensiones de éste y la necesidad de alimentar a la tribuna de noticias auspiciosas suele interrumpir la impericia informativa. Metamos notas, que los escribas necesitan info para mantener la expectativa. Como la leyenda del presidente radical Hipólito Yrigoyen, la barra de Goyeneche necesita leer su diario y ese diario debe ser escrito.
La estrategia de la defensa de la procuradora adjunta es que se venzan los plazos, cuyo límite está fijado el 30 de mayo. De eso se encarga la abogada y presidente del jury Verónica Mulone, quien ya adelantó su voto al inicio del proceso cuando dijo que no debió apartarse al Ministerio Público Fiscal.
Tras la nota de García, la abogada dejó trascender este lunes lo de la suspensión para darle más fuerza a lo del procurador, una acción para mostrar que está jugando fuerte de un lado. Mulone debía presentar el voto este lunes y no lo hizo, prometió que lo que haría este miércoles. ¿Lo hará?
La doctora está recibiendo el asesoramiento de un juez de extracción peronista. Una mancha para los goyeneche’ s friendly que dicen que detrás de su líder está el peronismo. Ignorando, incluso, que el propio procurador fue en busca de otro peronista, Rogelio Frigerio, como se narró en Página Política.
La supuesta suspensión del jury –difundida en off por Mulone al filtrar que se sacó los “autos de despacho” -, en rigor, es parte del cronograma que se fijaron los integrantes del órgano que juzga. Esperan una resolución del amparo por parte de la nueva integración del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Esta vez se metería en el fondo de la cuestión: es decir en el apartamiento del Ministerio Público Fiscal. Luego se dará a conocer la resolución sobre el mal desempeño o no de Goyeneche. En este ballotage del STJ hay nuevos elementos para determinar la objetividad. Por ejemplo el apoyo público de quienes pretenden formar parte de la acusación.
En resumen: una vez resuelto el amparo se conocerá la sentencia del Jurado de Enjuiciamiento.
La otra pata de la esperanza estaba en el vocal Bernardo Salduna, de quien la defensa esperaba que se tome su tiempo en el amparo para que el reloj siga corriendo. El magistrado votó este martes. Sostuvo la postura de la jueza Elena Beatriz Albornoz, que le hizo lugar a Goyeneche que impugnó el apartamiento del Ministerio Público Fiscal.
Un paréntesis merece el accionar del gobierno provincial en todo este proceso. Están los trascendidos. Quienes dicen que presiona para sacar a Goyeneche y quienes, con desazón, se quejan de la notable inacción ante un tema delicado. Pero vayamos a un dato. El Gobierno, a través de Fiscalía de Estado, pudo haber solicitado el cambio del efecto del recurso, es decir que en vez de tornarlo devolutivo sea suspensivo, para que la sentencia de Albornoz que le dio la razón a Goyeneche quede suspendida hasta tanto dicte nueva sentencia el STJ. Esto, que no ocurrió y sucede en el 100 por ciento de los amparos, le permitió a la procuradora adjunta presentarse ante el jury para notificar que ese fallo sigue vigente.
Rara estrategia del Poder Ejecutivo si su pretensión es ir en contra de Goyeneche.
Fuente: Página Política
