El caso de la nena de 11 años abusada y embarazada dejó dos datos políticos: el significado que tiene para el mundo kirchnerista este tema; y el silencio absoluto de las fuerzas de la oposición en el ámbito local.
El matutino Página/ 12, identificado con el kirchnerismo, hace una semana que viene tratando el tema en todas sus ediciones con duras críticas a las autoridades provinciales. Se hicieron las crónicas del caso (este martes se publicó una) y escribió el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Raúl Zaffaroni. El periodista Mario Wainfeld aportó su opinión el domingo. También lo hizo la presidenta del Centro de Investigación y Servicios de Promoción de Habitat, militante feminista, ex directora Regional de Unifem para Brasil y los países del Cono Sur, Ana Falú.
Tiempo Argentino, otro diario porteño claramente alineado al gobierno nacional, dio cuenta del caso en varias oportunidades.
En ambos periódicos se pidió, sin medias tintas, la renuncia del ministro de Salud, Hugo Cettour.
Responsabilidad
En la provincia se supo de los hechos. Y también hubo críticas al proceso de judicialización para interrumpir el embarazo, aunque luego la madre de la menor retirara el pedido del aborto no punible.
En el arco político, las únicas voces que se escucharon fueron las de un sector del oficialismo y una parte del Partido Socialista. En rigor, la del diputado provincial por el Movimiento Evita, Juan José Albornoz; la de la Corriente Martín Fierro; y el PS de Concepción del Uruguay, de donde es Cettour. De las filas del radicalismo no surgió una sola posición. Algunas, aisladas, en la red social Facebook. Pero también fueron pocas, muy pocas. Sectores sociales como Movimiento Libres del Sur, también de Buenos Aires, siguieron el tema. La diputada nacional por el Frente Amplio Progresista (FAP), Victoria Donda, publicó una nota del grupo feminista “Las Juanas” que integra el espacio político. La representación entrerriana, nada. El Frente Entrerriano Federal ni mu.
El aborto, como el matrimonio igualitario y otras tantas iniciativas, encuentran en la dirigencia posiciones que van más allá de la formación política que cada militante o referente pueda tener. Es quizás por eso que se haga difícil emitir un documento de forma orgánica. Desde un comité, por caso.
Si el hecho en cuestión tuvo más que ver con un mal desempeño de agentes de la función pública que con una cuestión ideológica era también un debate, pero no se dio.
La amplificación del suceso vuelve a instalar en la agenda pública el reclamo por la despenalización del aborto. Será una nueva oportunidad para quien quiera abrir la boca. O poner algo en su cuenta de twitter o Facebook.
