El debate por la reforma política que impulsa el gobierno de Rogelio Frigerio inicia otra semana en la que el oficialismo se entusiasma con la posibilidad de alcanzar un dictamen de comisión. Pero el peronismo, como principal bloque opositor, se ha venido quejando por la falta de respuestas a sus aportes y correcciones. Perciben un apresuramiento del Ejecutivo por sancionar la iniciativa, en desmedro del consenso necesario para alcanzar un dictamen conjunto.
Sin embargo, hubo en los últimos días conversaciones informales tendientes a acercar posiciones sobre los principales puntos en desacuerdo. Con el propósito de poder arribar al mayor consenso posible, se decidió que la reunión semanal de comisión que viene revisando artículo por artículo pase del martes al miércoles, a las 15.
Los tres puntos principales que traban la discusión con el peronismo son los siguientes:
1.- Diseño de la BUP. El peronismo pide que la boleta única de papel de Entre Ríos siga el mismo formato de la boleta única nacional recientemente sancionada por el Congreso. En la disposición de columnas y líneas, la nacional sigue el modelo de Mendoza, mientras la entrerriana el de Córdoba, que es inverso.
Aunque en el caso de una elección provincial simultánea con la nacional ya no habrá arrastre porque se vota con boletas únicas separadas (una nacional y otra provincial), el argumento es que el formato inverso de ambas BUP puede llevar a confusiones en el elector.
Los diputados del oficialismo sostienen que el diseño que toma Entre Ríos (con disposición de columnas y líneas al estilo Córdoba) es más fácil de entender para el elector. De cualquier manera, admiten que la coexistencia de dos modelos de BUP podría generar algún tipo de confusión.
2.-Adhesiones en las PASO. El proyecto pone restricciones a la cantidad de adhesiones de precandidaturas que se puedan hacer en las elecciones primarias dentro de una misma fuerza política. Argumentan que las limitaciones son necesarias para que la boleta no se vuelva incomprensible.
Por ejemplo, un frente electoral tiene 3 precandidatos a gobernador y 7 precandidatos a intendentes en una ciudad. Si se habilitan los pegados, todos con todos, ese frente electoral podría llegar a tener 21 renglones con diferentes ofertas para las PASO. Y acá no estamos contando la posibilidad de que haya más de un candidato a senador, con lo cual ese número de reglones se podría duplicar.
El peronismo pide, en principio, el múltiple pegado de boleta (que no se ponga ningún límite). Para el oficialismo eso es como pedir, lisa y llanamente, que no se adopte la BUP.
Pero, en particular, el peronismo se opuso a que las restricciones al pegado de boleta que se imponen (para que la BUP no se convierta en un gigante mantel inmanejable) se resuelvan a favor del precandidato a gobernador (que puede pegar con muchos intendentes) y en desmedro de los intendentes (que sólo puede pegar con un gobernador). Advierten aquí una reforma a la medida de los intereses de Frigerio, a quien ven buscando su reelección en 2027.
Hasta este lunes, la oposición no había presentado una redacción alternativa para las adhesiones. En el oficialismo aseguran que están dispuestos a escuchar variantes de restricciones.
3.- Plazo para convocar a elecciones. El peronismo se queja porque el proyecto acorta el tiempo para que el gobernador decida si se vota en conjunto o separado de las elecciones nacionales. Hay que recordar que si el Ejecutivo no convoca a elecciones, automáticamente se vota gobernador e intendentes en la misma fecha que presidente. Con la ley vigente, el gobernador tiene tiempo de llamar a elecciones provinciales hasta 150 días antes de los comicios. El proyecto dispone que sean 110 días.
Los diputados del oficialismo dicen que el plazo es el mismo, porque los 150 días se cuentan desde la fecha de las elecciones nacionales y los 110 desde la fecha de las elecciones provinciales. En ambos casos, el gobernador tendría tiempo de convocar a elecciones -y en consecuencia de definir si hay o no desdoblamiento- hasta el mes de marzo del año electoral.
En este punto, el oficialismo estaría dispuesto a ceder. Tal vez acordar en 120 o 125 días, de manera que para fines de febrero o principios de marzo se sepa si el gobernador se elige el mismo día que el presidente. Ya sin efecto arrastre de por medio, se descomprime la disyuntiva entre simultaneidad y desdoblamiento, aunque la incidencia en la campaña electoral siga existiendo.
Partidos
Hubo puntos en los que el oficialismo cedió a posiciones del peronismo. Uno de ellos fue dar marcha atrás con la reforma a la ley de partidos políticos que imponía la BUP para las elecciones partidarias. Se tomó el argumento de que sería una injerencia de la ley en las reglamentaciones internas de los paridos.
Para los radicales este no es un tema de discusión, ya que su carta orgánica adoptó hace tiempo la BUP, la representación de minorías y la equidad de género.
Fuente: Página Política