Finalizado el cronograma de cuatro paros docentes (cinco con el del Día de la Mujer), la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) convoca a sesión del congreso provincial para debatir la continuidad del plan de lucha en reclamo de mejoras salariales.
La sesión está convocada para el miércoles 23 de marzo en Villaguay. La conducción espera contar con alguna novedad por parte del Gobierno para poner en consideración del organismo. Había expectativas de que este lunes se abriera una hendija en el conflicto.
Pero en el gobierno la tesitura, hasta ahora, es esperar que el congreso diga lo suyo. La voluntad parece ser apostar al desgaste del plan de lucha docente, sin guiños para el diálogo y con la divulgación oficial de los niveles de acatamiento luego de cada jornada de huelga.
Conviene recordar que la protesta no es gratuita para maestros y profesores. Cada día no trabajado viene acompañado del descuento correspondiente. Pero además, el rechazo de la última propuesta salarial viene acompañada del no pago de la misma con los salarios de marzo.
Operativo desgaste
Los docentes van a un congreso para definir la continuidad del plan de lucha, con una sentencia dura del gobierno: “La provincia no tiene margen para más aumentos”. Y con una consigna: “No se convocará a los gremios mientras haya medidas de fuerza que perjudican a los niños y niñas que asisten a la escuela pública, lo cual genera una gran desigualdad con la educación privada”, dijeron desde Casa Gris a Página Política.
Mientras los docentes no percibirán el aumento, los estatales cobrarán con un incremento del 21% en los haberes de marzo, tras haber aprobado en paritarias la propuesta de similares características a la ofrecida a Agmer y AMET. “Los docentes no cobrarán ese 21% gracias al rechazo que determinó la conducción de Agmer”, se dice desde el gobierno dejando la pelota entre los trabajadores. “Sin acuerdo, y sin los chicos en las aulas, no habrá aumentos y se seguirán descontando los días de paro que ronda apenas un 50 por ciento de adhesión”, se aseguró oficialmente.
Democracia interna
El gremio docente mayoritario se encuentra en una situación extraña. Expresa una unidad sin precedentes respecto de su conducción a nivel provincial y en las 17 seccionales.
La Comisión Directiva Central está a cargo de la nueva agrupación Marcha Blanca que en el proceso de renovación de diciembre pasado expresó la unidad de los sectores más grandes de la vida interna del gremio: Integración y Rojo y Negro.
Aun en las seccionales en las que, a nivel local, estos grupos disputaron la conducción del distrito, esas boletas llevaron a nivel provincial a la expresión de la unidad de Marcha Blanca. La disidencia quedó expresada por la agrupación Multicolor que cuestionó con escraches a la sede sindical los términos de la negociación entre el gremio y el gobierno.
Pese a esa expresión mayoritaria contundente, uniforme en todo el mapa entrerriano, los mandatos de las asambleas docentes, en las escuelas de 10 de los 17 departamentos dieron mandato de rechazo a la propuesta salarial y medidas de fuerza sin retaceos.
El gobierno atribuye a la dirigencia sindical la postura de confrontación. Pero bien sabe que está negociando con un sindicato donde la democracia sindical rige a pie juntillas. Y el mandato de las docentes en asamblea de una escuela de Federal, de Nogoyá, de Concepción del Uruguay, de Islas o Paraná es irrenunciable para los congresales.
El fuerte malestar docente no es distinto del que expresan otros sectores sociales por estos tiempos, fusionando un feroz deterioro del salario junto con un clima de época de rechazo sin vueltas a la dirigencia política que gobierna y a la sindical que se sienta a discutir sueldos. Para otros gremios será más maleable la negociación en paritarias con la patronal. En el caso del docente, los términos son otros. La muñeca política de la dirigencia puede medirse como más o menos efectiva, pero siempre teniendo en cuenta las condiciones en que los docentes en Entre Ríos debaten sus medidas de fuerza desde que Agmer es Agmer.
La propuesta rechazada
El último congreso de la entidad rechazó la última propuesta salarial del gobierno. Muy similar a la que había aprobado la Ctera a nivel nacional, y la que aprobaron ATE y UPCN en paritarias lo que lleva a que los estatales cobren con un incremento del 21%.
El modelo rechazado -con alguna mejora que tuvo en una segunda versión-, es el siguiente: aumento del 45,45% en los siguientes tramos: 21,21% en marzo; 8.08 en mayo; 8,08 en agosto; y 8,08 en septiembre. Lo previsto era volver a negociar salarios en agosto, para ajustar con la pauta inflacionaria alcanzada para ese entonces.
Fuente: Página Política