Alberto Fernández tuvo su Plaza de Mayo. Fue el Día de la Militancia, en una movilización que organizó el sindicalismo, La Cámpora y los movimientos sociales.
Sin medias tintas y en un tono eufórico dijo lo que buena parte de la dirigencia y la militancia peronista vienen reclamando: “Mi mayor aspiración es que en 2023 desde el último concejal hasta el Presidente de la República lo elijan primero los compañeros del Frente de Todos”.
De esa manera, el Presidente relanzó su gobierno con el eje puesto en la recuperación económica, el empleo y los salarios. Con tono combativo, salió al cruce de la aposición.
Llamó a “construir juntos este país” con sectores que “no expresan odio ni boicotean”, una línea de acción en la que a su juicio no figuran el expresidente Mauricio Macri y el dirigente derechista Javier Milei.
“Si Macri no quiere hablar, que se quede con sus amigos solo, haciendo negocios y si Milei no quiere hablar, que se quede encerrado con aquellos compañeros que tiene, que niegan la diversidad y el terrorismo de Estado”, ejemplificó Fernández.
Enseguida criticó a quienes antes de las elecciones legislativas vaticinaron un estallido en la Argentina o difundieron versiones desestabilizantes y les advirtió que los peronistas “demostramos una vez más”, con la Plaza llena, que “no nos han vencido porque tenemos más ganas que nunca”, y remarcó que “el Presidente que está acá es que eligió el pueblo”.
También hizo referencia a la derrota electoral: “Las urnas de las PASO nos dejaron un mensaje y nosotros escuchamos ese mensaje; también oímos el mensaje de las elecciones del domingo; tengo muy en claro que hay mucho por hacer y hay muchos que están esperando que este Gobierno haga mucho más y lo vamos a hacer porque tenemos la voluntad de hacerlo”.
En esa línea, pidió que el Frente de Todos “se abra para que cada uno pueda opinar y entre todos encontrar la síntesis que le permita a la Argentina avanzar”.
Fernández subrayó que “el primer objetivo” de su Gobierno “es recuperar la economía de una vez y para siempre” y en ese marco afirmó que “este año los sueldos van a ganarle a la inflación y no van a pagar impuesto a las ganancias”, al tiempo que señaló que se va a “controlar a los formadores de precios” para cuidar el bolsillo de la gente.
Además, consideró necesario “trabajar con mucha firmeza” y “reconstruir las fuerzas de seguridad que, al servicio de la democracia, defiendan a los ciudadanos” y que “persigan a los delincuentes” para que luego sean sometidos a “un juicio bajo el sistema del Estado de Derecho”.
Recordó que durante su Gobierno se “crearon 300 mil puestos de trabajo en el sector privado y se recuperaron los puestos de 600 mil trabajadores que estaban suspendidos”. “No vamos a parar hasta que cada argentino y argentina encuentre su lugar en el trabajo”, puntualizó.
Fuente: Página Política