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Bahl y su relato que la realidad desmiente

Luego de escuchar el último discurso del Intendente ante el Concejo Deliberante, observamos con creciente preocupación, pero ya sin sorpresa, que continúa construyendo un relato épico de gestión eficiente cuando afirma que con cada intervención “cambiaron la realidad de un barrio y perciben alegría compartida en la cara de los vecinos”.

Por Silvina García (*)

Quienes verdaderamente recorremos los barrios, vemos el descontento del paranaense hacia esta gestión donde, como venimos sosteniendo desde hace tiempo, abunda el maquillaje mientras persisten y se agravan los problemas estructurales de la ciudad: el agua potable y las cloacas, los residuos urbanos, el transporte de pasajeros, la ausencia de pavimentación en el acceso a los barrios y de bacheo e iluminación de cientos de calles alejadas del centro, entre otros.

Parece que el intendente gobierna desde la planta alta del palacio Municipal sin bajar al piso de la realidad.

El estado de abandono y desprotección de los sectores más vulnerables de Paraná debería ser prioritario para cualquier gestión, más aún aquellas que se vanaglorian de llevar adelante una «transformación de la ciudad». Por el contrario, las preocupaciones constantes del vecino de a pie no han tenido eco en la actual gestión.

Para colmo, las acciones realizadas -muchas a contrapelo de la opinión ciudadana-  han sido de bajo impacto para la comunidad pero con un alto costo para el erario público, es decir, para todos los contribuyentes.

Solo basta mirar la boleta de la Tasa de Obras Sanitarias que, en un año, aumentó más del 100% y cada vez tenemos peor servicio. Eso se llama tarifazo, aquí y en cualquier lugar del mundo.

Por otra parte, con el comienzo de las clases se agravan los permanentes reclamos de los vecinos que tienen que esperar hasta dos horas para tomar un colectivo, llegando tarde a donde vayan, a la escuela, al trabajo (perdiendo el presentismo), a un hospital o sanatorio. No obstante, este intendente dice livianamente, con respecto al transporte, que “hace falta una reforma estructural” pero que se la deja a la gestión que viene. Es decir, terminará su mandato con un peor servicio de colectivos y sin siquiera haber intentado alguna solución.

Se avecinan tiempos electorales y parece que el solo anuncio de alguna medida trae mágicamente la solución, pero sólo se quedan en eso, promesas que repite, año a año en la apertura de sesiones pero que no resuelven los verdaderos problemas del vecino.

El presidente municipal monta su discurso en la construcción de un relato sólo afín a sus ambiciones personales sin encarnadura en los verdaderos problemas de los paranaenses. Hoy vemos un intendente ocupado en temas ajenos a la ciudad y haciendo campaña de la mano del gobierno provincial y nacional.

El desarrollo y el progreso de una ciudad no se hace con anuncios, ni con marketing político, se hace con políticas públicas de corto, mediano y largo plazo, consensuadas con todas las fuerzas productivas y fundamentalmente pensando en el bien de todos, no sólo de algunos.

(*) Precandidata a Intendente de Paraná – Juntos por Entre Ríos

Fuente: Página Política
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