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Bordet y Bahl transitan una primavera

El Gobernador y el Intendente se arriman por necesidades mutuas. ¿El proceso post electoral los puede acercar aún más?

Por necesidades mutuas, seguramente, Gustavo Bordet y Adán Bahl pasan un buen momento en su relación en el marco de la gestión. Las imágenes que se ve de ambos en los últimos días hubiese sido difícil registrarlas si la línea del tiempo se retrotrajera al 10 de diciembre de 2019, cuando cada uno de ellos asumió los cargos que hoy ostentan.

La primera foto en sintonía fina fue en el mismísimo Palacio Municipal, en la que el intendente recibió al Gobernador. El pórtico principal – que estaba cerrado por obras de refacción – se volvió a abrir para recibir a la visita. Fue el 17 de marzo pasado.

De ahí en más la relación entre ambos comenzó a transitar una primavera que se ve en la actualidad. Este miércoles mantuvieron una reunión de trabajo con empresarios del Parque Industrial.

Venían de compartir una gestión producto de una fórmula que pergeñó Sergio Urribarri cuando decidió bajar a su entonces ministro de Gobierno en favor del intendente de Concordia. La disputa interna (fallida) había corrido de tal manera que parecía difícil volver atrás o detenerla. Sin embargo Urribarri lo hizo de un plumazo.

Bahl quedó dolido, refugiado en un Senado que lo tuvo en silencio durante los cuatro años con casi nula participación en la agenda del Gobierno. Cada tanto, incluso, se diferenció con declaraciones para desmarcarse.

Con Bordet ya lanzado a buscar su reelección, su vice estuvo hasta último momento para decidirse sobre su destino: la Municipalidad de Paraná o enfrentarlo como lo imaginó en 2015. Coqueteó con la segunda idea, empujada por Urribarri a instancias de un dirigente de la costa del Uruguay que ocupaba una banca en el Senado.

Decidido a dar la pelea por la capital y en la misma boleta que Bordet, quiso poner la vicegobernadora. El nombre era el de Rosario Romero. El Gobernador ya se había inclinado por Laura Stratta, a quien hasta último momento la ratificaban en su candidatura a intendenta en medios amigos.

Bahl no accedió a una negociación con el kirchnerismo cuando Alberto Fernández vino a la provincia en carácter de lobista de Cristina Kirchner. No aceptó que se le metan en la lista. El ahora presidente estaba indignado. Aún recuerda ese episodio, según cuentan.

El primer año de gestión los tuvo en el mismo lugar que habían estado los últimos cuatro: distanciados. Uno de los motivos fue la administración de la cuarentena.

Bahl intentó reconstruir vínculo con el kirchnerismo. En términos de gestión no tuvo inconvenientes. ¿En lo político, es una necesidad ahora? El peronismo empieza a inclinarse definitivamente para el centro. Bordet y Bahl son dos contadores que se sienten bien en ese lugar. La letra K les molesta. Eso los tendrá más a tiro de la gestión, que es lo que los ha unido.

El Gobernador dijo que jugará por su sucesión. El Intendente pidió internas y dice que el 2023 es el año de ir por el premio mayor. Le aconsejan repetir (asegurarse) un segundo mandato. Lo que viene, ahora, es poner la otra mejilla.

Fuente: Página Política
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