La noticia que envolvió la jornada legislativa por el episodio entre Laura Stratta y Gustavo Hein no sólo postergó la aprobación de una herramienta que necesitaba el Poder Ejecutivo, sino que lo privó a Rogelio Frigerio ver al único obstáculo político empezar a diluirse.
En la sesión que finalmente se suspendió estaba previsto que se le diera media sanción al proyecto que declara la emergencia económica y financiera en la obra pública. El oficialismo, en minoría en el Senado, iba a contar con el apoyo peronista. El Gobernador cuenta con 8 y la oposición justicialista con 9.
Se acordó el acompañamiento, como había sucedido con el proyecto por el cual se aplicará un importante incremento a los impuestos provinciales.
Los senadores, en la mayoría de los casos, están atados a las necesidades de los intendentes. Es por eso que tienen poco margen para votar en contra de la agenda financiera que viene proponiendo el Ejecutivo. Los impuestos que se aumentarán son coparticipables; y la urgencia porque se active la obra pública depende en buena medida de esa ley. El cuadro de situación limitó a los municipios a mantener el barco a flote en salarios y servicios. Eso lo entienden los senadores.
En la sesión que se suspendió este miércoles -pese a los matices y cambios que se introdujeron- había dos senadores que estaban dispuestos a votar en contra, según reconstruyó Página Política de fuentes parlamentarias del peronismo: Claudia Silva (Paraná) y Victor Sanzberro (Victoria). A Silva se la identifica con Adán Bahl, porque es su esposa y no tiene identidad política propia aún (es la primera vez que ocupa un lugar institucional); el victoriense tiene vuelo propio, supo ser funcionario municipal, maneja números y no es un improvisado en la política.
Un paréntesis: se desconoce las opiniones de la senadora Silva, pero sin dudas iba a tener una importante tarea para explicar las obras de calle Salta y Santa Fe licitadas en la gestión municipal anterior y que perturban la vida de los paranaenses.
Lo cierto es que Frigerio, además de tener la media sanción, iba a ver en vivo y en directo la interna opositora en el único ámbito político donde el peronismo tiene poder de negociación.
El PJ no tiene conducción. Sus integrantes coinciden en el malestar por la narrativa oficialista de la “pesada herencia”. Lo demás todo es cuerpo a cuerpo. Personal, excepto este miércoles, por el caso Stratta – Hein.
Gustavo Bordet se encargó de defenderse, solo, ante la decisión de fiscales de investigar su patrimonio que fue publicada por la Cámara de Diputados de la Nación. El lunes pasado hizo un raid de entrevistas donde pareció tener claro que su adversario no es Juntos por el Cambio sino Frigerio, su viejo nexo con Nación y garante de la gobernabilidad en épocas de Mauricio Macri. En una de las entrevistas, cuando explicaba su patrimonio deslizó no “tener sociedades anónimas, ni inversiones en minería”. Aún se desconoce si fue una sutileza para frenar la andanada o el comienzo de una guerra.
Fuente: Página Política
