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Cómo serían los “pegados” con boleta única

Por definición, la boleta única termina con la boleta sábana por partido. Sin embargo, el anteproyecto de la reforma que se discute en Entre Ríos prevé la opción del voto por lista partidaria completa. Por razones de espacio dentro de la boleta, para las PASO se limitan las adhesiones o pegados entre candidatos de distintas categorías de cargo.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Ha sido la razón central por la que las últimas PASO entrerrianas -del 13 de agosto de 2023- fueron una complicación para el elector. Los distintos pegados de boleta hicieron que se multiplicaran en el cuarto oscuro las papeletas. Por caso, el entonces precandidato a gobernador Rogelio Frigerio fue a la interna de Juntos por Entre Ríos con cuatro aspirantes a la intendencia en Paraná (dos del PRO: Emanuel Gainza y Ayelén Acosta; una radical: Lucía Varisco; y un peronista: Fernando Sibulofsky), a lo que se sumó que la elección era simultánea con la nacional y el candidato a gobernador pegaba con las dos fórmulas presidenciales de Juntos por el Cambio.

Pero todo eso pasó con la boleta sábana partidaria, que ahora se pretende reemplazar por la boleta única de papel (BUP). Si se vota por categoría de cargo el problema del pegado debería, en principio, desaparecer. Pero el modelo de BUP que adopta el anteproyecto de reforma electoral en Entre Ríos es similar al sistema de Córdoba, donde se da la opción del voto por partido, con solo marcar una cruz. Sería, en rigor, más parecido a la BUP de Mendoza, ya que en Córdoba no hay PASO.

Como sea, se trata de un debate que aún no se ha iniciado formalmente, porque el proyecto de reforma política todavía no ingresó a la Legislatura. Se espera que lo haga en los próximos días. Mientras tanto, el borrador que circula entre la dirigencia prevé cómo se deberían regular las adhesiones de listas dentro de la misma agrupación política para las elecciones primarias en las que se eligen los candidatos para las generales a gobernador y vice, diputados provinciales, senadores provinciales, intendentes, concejales y, donde corresponda, autoridades electivas de comunas y juntas de gobierno, además de convencionales constituyentes para el caso de un proceso de reforma de la carta magna provincial.

 

Los seis casos

El borrador especifica seis regulaciones para lo que en el actual sistema se conoce como “pegado de boletas” en las PASO entre las distintas categorías de cargo:

1.- Una lista de autoridades locales (Presidente y Vicepresidente municipal y Concejales, Vocales comunales o Vocales de juntas de gobierno) solo podrá adherir a una lista de precandidaturas de autoridades provinciales (Gobernador y Vicegobernador, Diputados provinciales y Senador).

Simplificado: en las primarias, un precandidato a intendente sólo puede optar por un precandidato a gobernador de su partido. Para seguir con el ejemplo de Juntos por Entre Ríos, ese fue el criterio que impuso Frigerio en la interna de su frente: los aspirantes a las intendencias que lo acompañaron no pudieron pegar boleta también con su competidor por la gobernación, Pedro Galimberti. Frigerio no les impedía a los intendentes pegar con Galimberti, pero les advertía que, si lo hacían, les retiraría su acuerdo de adhesión. Tenían que elegir por un aspirante a la gobernación.

La mayoría de los precandidatos a intendentes optó por Frigerio, a quien las encuestas mostraban como el más competitivo y, además, corría con la ventaja electoral de ofrecer un mejor armado provincial y haber obtenido, en las primarias simultáneas con las nacionales, el pegado exclusivo de su boleta con las dos fórmulas presidenciales de JxC. Por la misma razón que los intendentes, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta le negaron el pegado a Galimberti.

 

2.- Una lista de Senador solo podrá adherir con una lista de precandidatos a Gobernador y Vicegobernador y Diputados provinciales. Tiene la misma lógica que el punto 1: impedir para “arriba” de la oferta electoral más de una opción de pegado de boleta.

 

3.- Una lista de Gobernador y Vicegobernador, Diputados provinciales y Senador podrá adherir a dos o más listas de precandidaturas de autoridades locales. Para lo que en la categoría de cargos sería “abajo”, se invierte la lógica. Un intendente no puede pegar con más de un gobernador (punto 1). En cambio, un gobernador puede hacerlo con “dos o más” intendentes. Es, justamente, lo que hizo Frigerio en la interna de 2023.

 

4.- Una lista de Diputados provinciales solo podrá adherir con una sola lista de precandidatos a Gobernador y Vicegobernador. Es una variante con la que se especuló varias veces para resolver una interna en distintos partidos: ir a elecciones para elegir la fórmula, pero compartiendo la lista de diputados. Sin embargo, la legislación actual prohíbe que la misma persona pueda ser candidata en dos listas distintas. Es una limitante que se mantiene en la reforma impulsada por Frigerio.

Para oficializar una lista de gobernador se requiere actualmente que esté acompañada de una lista completa de diputados y de al menos 15 senadores. Esta exigencia, que se mantiene en el borrador de proyecto, responde a un criterio de gobernabilidad: asegurar que la propuesta tenga sustento político territorial y no sea una mera aventura electoral.

En general, la reforma en discusión hace más fácil la posibilidad de competir, desde el momento en que, con la BUP, los candidatos ya no deberán correr con el gasto de impresión de boletas (actualmente el Estado aporta una parte, pero los partidos se ven obligados a imprimir entre dos y cuatro padrones electorales para no quedarse sin boletas sábanas partidarias el día de la elección) y tampoco necesitarán de un ejército de fiscales que cubran cada mesa de votación. La lógica es que si no se exigieran un mínimo de una lista de diputados y 15 senadores, un outsider famoso podría, en un contexto de dispersión del voto, quedarse con la gobernación, pero sin legisladores. Cualquier similitud con Javier Milei es una mera coincidencia.

 

5.- Una lista de Concejales municipales solo podrá adherir con una lista de precandidatos a Presidente y Vicepresidente municipal. Es la misma lógica que el punto 4, pero para el orden comunal.

 

6.- Una lista de precandidatos a Presidente y Vicepresidente Municipal y Concejales municipales, Vocales comunales o Vocales de juntas de gobierno solo podrá adherir a una lista de precandidato a Senador. Responde a la misma lógica de reducir el número de listas.

Aunque aquí el proyecto prevé una excepción. Habilita al Tribunal Electoral para que, de oficio o a pedido de parte, ordene la oferta electoral de las PASO en dos BUP: una con los cargos provinciales y otra con los cargos locales cuando la cantidad de partidos o frentes y listas internas alcancen un número tal que “dificulten el diseño e impresión de un único instrumento de votación (una sola boleta), provocando posibles confusiones en los votantes”. Esta posibilidad excepcional “se limitará al circuito electoral o localidad donde se verifique esta situación”.

 

Problema de espacio

Estos criterios de “pegado” de boletas coinciden a trazos gruesos con los que se aplicaron en la interna de Juntos por Entre Ríos de 2023. El año pasado no estaban escritos en ningún lado. Ahora estarían fijados por ley.

Las restricciones se fundamentan en que el espacio disponible dentro de la BUP, para que se puedan leer adecuadamente todas las opciones de unas PASO, es limitado. Se trata de una limitación material, de espacio físico en el papel, que se va a generar especialmente en las grandes ciudades, donde siempre hay más listas de precandidatos que se anotan para competir.

En la BUP de Mendoza los límites son aún mayores. No solo se regulan los pegados, sino que se permite que sólo hasta dos intendentes puedan pegar con un mismo candidato a gobernador. El borrador de la reforma entrerriana es menos restrictivo: permite que sean “dos o más” intendentes. Un precandidato a gobernador podría, entonces, llevar en una ciudad 10 precandidatos a la intendencia. No se restringen las cantidades de candidatos, pero sí los cruces de adhesiones.

Es lo que pasó con Frigerio en las grandes ciudades. Pero también con el candidato a gobernador del peronismo, Adán Bahl. Ambos llevaron varios intendentes adheridos en las PASO. En cambio, el anteproyecto no habilita que un mismo intendente vaya con dos gobernadores, como quería Galimberti en la interna de Juntos por Entre Ríos y promovía por entonces uno de sus armadores, Julián Maneiro, el actual encargado de coordinar el proceso de reforma desde la secretaría de Asuntos Políticos del ministerio de Gobierno.

Fuente: Página Política

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