La convocatoria aún no está formalizada porque resta definir la sede del cónclave. Pero ya está resuelto que el Congreso de la UCR de Entre Ríos se reunirá el sábado 2 de agosto.
Se trata de un encuentro de alto voltaje político ya que nadie está hoy en condiciones de afirmar si la UCR aprobará o rechazará una eventual alianza electoral de Juntos por Entre Ríos con La Libertad Avanza.
Se trata de la asamblea política más importante del año en Entre Ríos por la importancia del tema a resolver, porque la UCR es el partido más grande del frente que lidera el gobernador Rogelio Frigerio y porque, efectivamente, ninguna otra fuerza política en la provincia está en condiciones de dar un debate como este.
La fecha elegida responde a la necesidad de llegar a esa instancia de debate con el panorama más claro posible sobre lo que efectivamente vaya a ocurrir el 7 de agosto, cuando se cumple el plazo para inscribir alianzas. Los congresos radicales se reúnen los sábados y el 2 de agosto es el sábado previo al jueves 7.
En teoría, los 350 congresales radicales que representan a todos los departamentos de la provincia tienen tres alternativas:
1-. Avalar una posible alianza del frente Juntos por Entre Ríos con La Libertad Avanza.
2.- Ratificar sólo la continuidad del frente oficialista Juntos por Entre Ríos, que componen los partidos UCR, el PRO, el Partido Socialista, el GEN y el MSE, entre una veintena de agrupaciones vecinales y fuerzas aún sin reconocimiento jurídico.
3.- Decidir que la UCR irá a las elecciones de octubre sola, con su histórica Lista 3.
Esta última variantes es la menos probable, porque implicaría una ruptura con Frigerio a mitad de un mandato en el que la UCR viene asociada al gobierno provincial aportando un importante número de funcionarios al Poder Ejecutivo y ocupando puestos clave en la Legislatura.
No todos los críticos a Frigerio quieren la Lista 3. Muchos de ellos postulan seguir dentro de Juntos por Entre Ríos pero en otros términos, con la UCR asociada a un gobierno de coalición y no sólo aportando funcionarios o siendo una aliada parlamentaria de Frigerio.
Por eso que, en los hechos, las disyuntivas del Congreso partidario se reducen a los puntos 1 y 2. Esto es: continuar en JxER y debatir si además LLA puede ser un nuevo aliado del frente oficialista.
Interna
El Congreso se reunirá una semana antes de la interna partidaria del 10 de agosto, que se dará entre quienes integran el gobierno de Frigerio y serían más proclives a acompañar una eventual alianza con La Libertad Avanza y quienes no forman parte del gobierno -y en consecuencia tienen más libertad para criticar a Frigerio- y se oponen rotundamente a una alianza con Milei.
En el último Congreso partidario, del 28 de junio, los críticos quedaron en minoría. Pero las relaciones de fuerzas podrían invertirse si los congresales llegasen a la conclusión de que la UCR no tendría ninguna candidatura expectante dentro de una alianza con Milei.
Más allá de los cargos, en la UCR está bastante claro que el único rechazo que tendría posibilidades de imponerse en el Congreso partidario es a una alianza con Milei. Mucho más difícil sería que se diga no a Juntos por Entre Ríos y la UCR resuelva ir como Lista 3.
En el “oficialismo” partidario entienden que, a mitad del mandato, la UCR no puede más que unificar posición con el Gobernador. Sostienen que la discusión sobre la continuidad o no de la sociedad política se debe dar recién en 2027, cuando se renuevan los cargos provinciales.
De cualquier modo, reconocen que se trata de un tema muy sensible para la tradición radical. Que Milei es un sapo muy difícil de tragar. Por eso ya se ensayan fórmulas más edulcoradas para la definición de la política de alianzas, como “mantener el acuerdo en la provincia, de Juntos por Entre Ríos, con la posibilidad de que se incorporen otras fuerzas”. Sin menciones a Milei.
Los más culposos improvisan una defensa: “No se trata de apoyar a Milei. Es una alianza en la provincia. Lo que pasa es que la gente lo toma como que es un apoyo. Esa es una discusión para el 2027. Lo que deberíamos hacer ahora es zafar esta coyuntura donde no podemos quedar solos porque arrastraríamos a la derrota a todos los intendentes radicales. La pelea será en la próxima”.
La discusión se produce en un momento en el que el gobierno de Frigerio -que integran una gran cantidad de dirigentes radicales en puestos claves, tanto del Ejecutivo como de la Legislatura- está acusando más que nunca el efecto de la motosierra de Milei a las provincias, que consigue unificar el reclamo de los gobernadores para la redistribución de recursos apropiados por la Nación con el fin de sostener artificialmente su equilibrio fiscal.
Algunos creen que la agudización de la crisis podría operar como un condicionante más a favor de la alianza con Milei, más allá de los meros cálculos electorales. “No veo que Frigerio tenga margen para negarse a una apretada de la Nación, salvo que decidan romper todos los gobernadores porque ya no dan más”, especula un dirigente radical.
Fuente: Página Política



