La Ley Bases es, apenas, la plataforma en la que se expresa el desorden en el seno del peronismo. La falta de conducción y de liderazgos. Diputados nacionales que votan en contra sin lugar a negociaciones y el único senador dispuesto a sentarse a una mesa para blindar algunos organismos que el libertarismo y el PRO están dispuestos a pulverizar, se chocan en la escena.
En Entre Ríos, el PJ se encuentra ante la experiencia de ser oposición a un gobierno que no lo conduce un radical, sino otro peronista, que para zafar del eterno antiperonismo mediático se puso el traje de desarrollista. ¿Qué es ser desarrollista en tiempos de Milei? Rogelio Frigerio fue desarrollista en la función pública en épocas de Carlos Menem y Mauricio Macri, que dijo que si Perón viviera lo hubiese votado.
El peronismo supo ser oposición en Entre Ríos, pero sólo a administraciones radicales. El partido centenario integra el gobierno de Frigerio, pero tiene una mirada más crítica ante la gestión del lunático Javier Milei (al decir de Marcelo Longobardi). Alicia Aluani recibió a un representante de LT14 con el presidente del radicalismo provincial sentado a su lado para solidarizarse con un sector al que la Ley Bases se propone dejar en la calle. Un gesto y una diferenciación del PRO.
El encuentro en el que se homenajeó a Juan Carlos Stratta en Victoria dejó, en buena medida, una foto del peronismo que gobernó toda esta etapa democrática. Estuvieron la mayoría de los vices: Domingo Daniel Rossi, Héctor Alanis, Guillermro Gustavino, José Eduardo Lauritto, Adán Bahl y la anfitriona, Laura Stratta. Faltaron Hernán Orduna y José Cáceres, que no asistió por problemas de salud. No estuvo la mayoría de los gobernadores: Jorge Busti falleció en 2021; Sergio Urribarri está en una delicada situación procesal cumpliendo una especie de prisión preventiva domiciliaria; y Bordet se ausentó. Sí estuvo Mario Moine y la última fórmula que perdió a manos del radicalismo integrada por Héctor Maya y Faustino Schiavoni.
Con la excepción de algunos legisladores, la presencia fue mayoritariamente de veteranos dirigentes, lo que convierte a la foto en sepia, pero es lo que hay. Lo del sábado fue, si se quiere, un homenaje a la generación dorada del peronismo. La que gobernó 32 años y fue oposición a Sergio Montiel otros 8. También la que retuvo las grandes ciudades para el peronismo: Rosario Romero y Lauritto.
Santiago Halle hizo un encuentro la semana pasada del que participó buena parte del gabinete municipal. Una mayoría de caras jóvenes que se reunieron bajo la consigna “ser peronista en época de Milei”. La consigna es desafiante, porque la respuesta no se insinúa ni por asomo.
En la charla, como en todo el peronismo actual (jóvenes y viejos dirigentes), apareció la autocrítica que el peronista pronuncia como mandamiento: la jactancia de haber sido un intérprete de la sociedad y que esta vez eso no sucedió. ¿Milei le robó la motosierra e interpretó a la gente? El peronismo pareciera tener dos problemas: no haber leído a la sociedad -como lo considera- pero también haber renunciado a cambiarla.
Frigerio con muy poco sobrevive en un escenario hostil. Montado en el fenómeno Milei, pone en discurso la necesidad de cambio con ajuste y proyectos de transparencia. Las causas judiciales seguirán siendo un oxígeno para soportar lo que el bolsillo pierde. Ahora el caso de Concepción del Uruguay, sobre el que presentó una denuncia -como reveló Página Política el viernes pasado- pero no difundió. Raro.
La Justicia acaba de sobreseer a Eduardo Miguel Prestofelippo, El Presto, en un caso en el que era más fácil condenar. ¿Quién saldría en su apoyo? Sobre el denunciado por el ex intendente de Paraná no se alcanzó a verificar la comisión del delito de instigación. Ni siquiera se pudo acreditar el domicilio de Bahl, a donde Prestofelippo propuso movilizar en un video para agredir a él y su familia. El caso es delicado en el plano de la libertad de expresión. No se podía sentar jurisprudencia, más aún con un personaje de cuarta.
El youtuber es apenas uno más de un cúmulo de comunicadores fascistas e incompetentes a los que gobiernos supieron garantizar un buen pasar con fondos públicos a cambio de la proveeduría de materiales injuriosos y operaciones berretas de ocasión para manchar al adversario. En otros casos para callar, al menos por ocho años. La prensa y la calidad del debate político van de la mano.
Ese sistema no termina de implosionar en Entre Ríos. Para verificar el activo de Frigerio, no hace falta hablar de su gestión, sino que el subsidio que otorga lo anterior es suficiente. Por ahora.
Fuente: Página Política