Asoma como el debate más interesante del congreso partidario del 9 de noviembre, el primero que se reunirá con la UCR de Entre Ríos incorporada, con muchos funcionarios, al gobierno de Rogelio Frigerio.
En las conversaciones previas que la dirigencia viene manteniendo de cara la asamblea que sesionará en Villaguay dentro de nueve días, se ha planteado la necesidad de dar un salto de calidad en la integración de la UCR al gobierno de Frigerio.
Concretamente, que el principal partido de Juntos por Entre Ríos tenga una mayor participación en las decisiones políticas más importantes y no sólo en las medidas administrativas cotidianas.
Lo interesante es que el planteo político no surge del ala más crítica del partido, ni tampoco del sector que enfrentó a Frigerio en la interna de JxER. Se promueve desde el espacio que el año pasado ganó la interna para la conducción del partido, defendiendo la conveniencia de ir con un candidato a gobernador no radical, porque era el más competitivo para desalojar al peronismo de la Casa de Gobierno.
Advierten que en estos primeros diez meses, lo que se vio es que muchos radicales pasaron a integrar el gobierno de Frigerio, incluidos los que lo habían enfrentado en la interna, con Pedro Galimberti como candidato a gobernador. Pero no hay una opinión orgánica del partido en cada decisión importante que el gobierno está tomando.
“Hasta ahora nos está pasando en la provincia lo que nos pasó con Macri en la nación, porque no estamos tomando decisiones de conjunto”, advierte un dirigente de Paraná, que rápidamente aclara: “no es para romper, es para fortalecer al gobierno que integramos”.
Gabinete político
Nadie habla de decirle a Frigerio lo que tiene que hacer. Reconocen que el radicalismo no está en condiciones de imponerle una agenda específica. Lo que piden es ser parte del gabinete político para participar de las “decisiones importantes” del gobierno. Por ejemplo, las reformas a la Caja de Jubilaciones o las negociaciones con los docentes.
No pretenden que Frigerio les haga caso en todo, pero que al menos tome en cuenta sus opiniones, en un diálogo que, en esos términos, hoy no existe. “Nos enteramos después que pasan las cosas. Y después tenemos que ver cómo hacemos para ayudar”, se queja un funcionario, que también fue parte del gobierno de Sergio Montiel.
La consigna sería algo así como “fortalecer nuestro gobierno”, para lo cual “primero tenemos que fortalecer la Unión Cívica Radical”.
“Fuimos a internas para integrar este gobierno y para tomar decisiones en conjunto. Falta la segunda parte”, acota el funcionario.
Posiciones públicas
En lo que va del gobierno de Frigerio, la conducción radical ha emitido un par de declaraciones que fueron claramente críticas hacia el gobierno del presidente Javier Milei. Una de ellas sorprendió por su dureza, porque ocurrió en un momento en el que Frigerio cuidaba, más que ahora, que no se lo asocie con alguna crítica a la Casa Rosada:
Hubo otros documentos que sólo se redactaron, pero no vieron la luz pública. Y hubo temas en los que la UCR optó por el silencio. Por ejemplo, ante la eliminación de la renta vitalicia a los gobernantes de la provincia, una iniciativa radical instaurada en 1965.
Muchos radicales creen que se trata de una medida demagógica, que busca sintonizar con el reclamo de achicar el gasto político o ir contra la “casta”, pero que no contempla la idea de que un dirigente sin un buen pasar económico previo, de clase media o incluso baja, pueda dedicarse de lleno a gobernar y no por eso enriquecerse en el ejercicio del poder.
Aliados
La reformulación de la relación radical con Frigerio asoma como el debate más interesante del congreso partidario del 9 de noviembre. Al mismo tiempo opera como un canal de contención para las críticas internas. “Algunos podrán plantear el regreso de la lista 3. Todos quisiéramos que resucite Alfonsín, pero eso no existe”, comenta un experimentado dirigente que militó por Frigerio en la interna.
La dirigencia radical es consciente de lo que se juega en el próximo congreso partidario. Una discusión que se salga de madre y derive en un escándalo no haría otra cosa que debilitar al partido. Interpretan que le estarían dando a Frigerio un buen argumento para cambiar de socio político principal en la provincia, alentando un acuerdo con La Libertad Avanza.
La necesidad de tener un rol político más protagónico en el gobierno de Frigerio no es algo que se proyecta en reuniones de cúpula, más o menos secretas. Es el mensaje que lleva la conducción provincial en las reuniones con las departamentales y los comités de ciudades.
“Faltan tres años de mandato y nosotros no podemos auto debilitarnos dentro de nuestra alianza de gobierno. Para fortalecer el gobierno de Frigerio, necesitamos un partido fuerte. Esto no es ni presionar, ni extorsionar. Es hacer política”, sintetiza un miembro del Comité Provincial.
Fuente: Página Política