
Es 17 de octubre. El pueblo peronista festeja. Festeja el Día de la Lealtad a su líder. Son las siete y pico de la tarde y el puñado de banderas comienza a agitarse con fuerza frente a la sede partidaria de calle 9 de Julio cuando empieza a bajar el tono de la música y resuena el discurso de Juan Domingo Perón aquel día de 1945:
–Trabajadores –clama el líder desde el balcón–, interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de los trabajadores, que es lo único que puede hacer grande e inmortal a la Patria.
Perón es la prenda de unidad en el acto celebrado en Paraná, donde faltaron los principales dirigentes provinciales, que repartieron presencias en distintos puntos de la provincia; hubo reclamos más bien sutiles al gobierno de Alberto Fernández y una reivindicación a la figura de Cristina Fernández de Kirchner tras el intento de magnicidio del 1 de septiembre pasado.
El eje central del acto estuvo puesto en la necesidad de forjar la unidad del peronismo de cara a 2023. Así lo expresaron desde los diputados Blanca Osuna y Tomás Ledesma; dirigentes sindicales, como Edgardo Massarotti, Jorge Kinoto Vázquez (CTA), Hugo Retamar (Satsaid) y Pablo Ayala (62 Organizaciones); hasta referentes de organizaciones sociales y de las unidades básicas.
“Estamos atravesando situaciones muy difíciles y la unidad es imprescindible frente a lo que está pasando”, dijo Massarotti, uno de los gestores del acto en Paraná. “Tenemos que ser conscientes de las dificultades. Pero este es un gobierno que debe tener una política peronista que favorezca a los más débiles. Queremos expresarlo, pero desde el respeto a un gobierno que fue capaz de enfrentar la pandemia privilegiando la salud, porque sin salud tampoco iba a haber economía; que tuvo que enfrentar la pandemia de Mauricio Macri, que nos dejó endeudados por cien años; y frente a lo que viene, porque Macri dice que van a volver para hacer más rápido lo que ya hicieron, para privatizar, despedir trabajadores, flexibilizar las leyes laborales y que lo van a hacer con mano dura, con represión y si es necesario hasta con muertos”, agregó.
Las críticas al gobierno nacional fueron sutiles y sin personificaciones. Blanca Osuna resaltó la necesidad de “pasar revista de las cosas que están pendientes respecto a nuestras tres banderas: soberanía, justicia social e independencia económica” y reclamó que la casa partidaria “tiene que estar siempre abierta para los debates que están pendientes para ponernos en el camino de imaginar qué queremos para un próximo gobierno y por qué no queremos un gobierno neoliberal en la Nación, en la provincia ni en la ciudad, porque sabemos el sufrimiento que infringe a nuestro pueblo”.
Tomás Ledesma fue más explícito: “A Cristina Fernández de Kirchner nunca le tembló el pulso cuando tuvo que poner un freno a los privilegiados”, dijo. Se refería “al poder financiero” y “a todos los que se llenaron los bolsillos de guita a costa del pueblo”.
El diputado de La Cámpora fue más allá en sus críticas hacia el interior del gobierno cuando afirmó que “hay muchos problemas que todavía no hemos podido resolver y todos sabemos lo que nos costó forjar la unidad, a todos nos tocó ceder un poco pero lo hicimos porque había un objetivo más importante que era terminar con el neoliberalismo. Creemos en la unidad y vamos a trabajar para fortalecer esa unidad, pero antes que la unidad de los espacios políticos y antes que la unidad de los dirigentes está la unidad con el pueblo y para que exista una unidad real tenemos que recuperar esa simbiosis histórica que siempre tuvo el peronismo con la gente”, expresó.
No hubo un pliego de reclamos ni mensajes sobre la estrategia que tiene que adoptar el oficialismo hacia 2023; los discursos parecieron improvisados en el balcón; pero sí emergieron críticas tenues al gobierno por el rumbo económico, expresadas a través de la presencia preponderante de organizaciones sociales en la calle.
Cristina Fernández de Kirchner se llevó las ovaciones más estridentes. “No es un 17 de octubre cualquiera porque hubo un intento de magnicidio y femicidio, porque es por su condición de mujer que quisieron asesinarla”, exclamó Massarotti. “No es casualidad que una líder como ella haya estado en riesgo de vida”, agregó Osuna.
Apenas terminados los discursos, que cerró Pablo Ayala, de las 62 Organizaciones, por los altoparlantes comenzaron a sonar las estrofas de la marcha peronista y todos cantaron con los dedos en V.
Informe: Juan Cruz Varela, para Página Política
Fuente: Página Política