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JxC tensa la cuerda, pero de modo controlado

Tras el triunfo electoral que cambió el tablero político en la provincia, la oposición legislativa envió un mensaje: no le votó el Presupuesto a Bordet. Pero optó por la moderación de la abstención, pensando ya en 2023. Salieron a cuestionar la oportunidad del Jury, pero no se montaron al argumento de Goyeneche contra el peronismo. Buscan minimizar las diferencias internas para arrancar 2022 sin quiebres en el bloque
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

La decisión de la bancada de diputados de Juntos por el Cambio (JxC) de no argumentar en el recinto su no acompañamiento al Presupuesto provincial 2022, abrió algunos interrogantes que fueron respondidos sólo parcialmente en la declaración conjunta emitida al día siguiente de que la bancada opositora decidiera abstenerse de votar.

Esa declaración política pone el eje en que el gobierno provincial “no escucha” lo que la oposición tiene para decir en “temas centrales” y aclara que la decisión del Interbloque de no votarle el Presupuesto al gobernador Gustavo Bordet -por primera vez en los seis ejercicios que lleva de gestión-  “no pone en juego la gobernabilidad”.

La pregunta es qué tiene de distinto este año cuando, como la propia oposición lo dice,  “hace tiempo que el debate sobre el presupuesto en esta Legislatura se basa en un mero trámite parlamentario en el que se pretende aprobar proyecciones dibujadas de ingresos y gastos sin posibilidades de discusión”.

Lo distinto es que el 14 de noviembre hubo elecciones en Argentina. Y que en Entre Ríos la ola nacional pegó más fuerte que en otras provincias para castigar al peronismo en el poder. Alguna señal había que dar desde la principal vidriera política de la oposición.

Una señal que busque sintonizar con el voto castigo. Si, como venía ocurriendo en los cinco años anteriores, se le aprobaba en general el Presupuesto a Bordet y las diferencias se expresaban sólo en el voto en particular, se podía dar lugar a la interpretación de que la oposición estaba validando la gestión Bordet, a diez días de la peor derrota electoral del peronismo en toda su historia. Esa fue la evaluación política que se hizo en el interbloque.

La posición mayoritaria entre los diputados radicales y macristas era votar en contra. Pero en la reunión previa a la sesión se impuso la abstención. Una manera menos confrontativa de no acompañar el Presupuesto, cuya autoría se atribuye al diputado electo Rogelio Frigerio. El aspirante a la gobernación pretendía con eso medir el golpe a la gestión Bordet y, al mismo tiempo, no sentar un precedente que podría volvérsele en contra si a fines de 2023 le tocara ocupar el Ejecutivo provincial.

Aunque los números del 14N den una idea de hegemonía, nadie puede descartar que en dos años se llegue al poder con un Senado en contra, si la elección se resolviese en las ciudades grandes, pero se presentara más pareja en el conjunto provincial. Hubo un antecedente en Entre Ríos en las elecciones de 1995, cuando la UCR controló el Senado del segundo gobierno de Jorge Busti.

La oposición siempre le votó el Presupuesto a Bordet. Incluso en 2020 cuando quedaron en minoría los diputados que planteaban votar en contra. Primó entonces el argumento de la crisis derivada de la pandemia, que dificultaba a cualquier gobierno la elaboración de un presupuesto.

Más allá de las elecciones, el argumento de la falta de diálogo se verifica en que no hubo este año una reunión del Gobernador con legisladores de la oposición, como era habitual en otros tiempos. Pero el malestar de los legisladores va un poco más allá de lo que se puede escribir en una declaración política. Se quejan de que desde el Ejecutivo provincial “nos puentearon arreglando con los intendentes (de JxC), que salieron a ponderar al gobierno porque les pusieron las obras que pedían”.

 

Jury

La misma línea siguieron los legisladores de JxC, esta vez incluido los senadores y diputados provinciales y nacionales, con su pronunciamiento sobre el Jury a la procuradora adjunta Cecilia Goyeneche.

Con el sello de la moderación frigerista, salieron a decir algo, a romper el silencio, pero sin tomar partido por la supuesta embestida del peronismo, o el “sistema político”, contra quienes investigan al ex gobernador Sergio Urribarri.

Una declaración pour la gallerie, para endulzar oídos de votantes preocupados porque se esté buscando “amedrentar y atemorizar a aquellos fiscales y personas de la justicia que tienen la responsabilidad de seguir trabajando para garantizar transparencia y honestidad”.

La cuestión es que algo había que decir sobre este sensible asunto, a sólo diez días de haber sido el principal instrumento electoral de castigo al peronismo. La cosecha de apoyos para esta lavada posición fue un éxito, porque firmaron casi todos los legisladores. Incluido el radical Eduardo Solari, que había criticado con mucha dureza a Goyeneche y su jefe Jorge García.

 

Lucía

La gran ausente en la declaración por el Jury fue Lucía Varisco. Sus detractores lo explicaron con cuatro palabras: “Es amiga de Urribarri”. En cambio, los que ven a la hija de Sergio Varisco como una posible aliada para 2023, escogieron un argumento menos duro: “el abogado de Sergio fue (Rubén) Pagliotto”, uno de los denunciantes de Goyeneche y también de Urribarri.

Según dicen, la diputada de Paraná -que en las pasadas elecciones compitió en contra de Juntos por Entre Ríos, por el partido Fe- no tiene previsto romper con el bloque.

Algunos apuestan a que pase el tiempo y corra un poco de agua bajo el puente. La condición mínima será que no vuelvan a salir de su boca las duras acusaciones contra Frigerio y otros dirigentes de PRO. Mientras, en la UCR nadie se siente tan libre de pecado como para arrojar la primera piedra.

 

 

Fuente: Página Política
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