El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER se expidió sobre el conflicto de la Uader.
Un grupo de profesores y estudiantes lo había hecho días atrás, pero el apoyo “oficial” al reclamo en favor de la normalización surgió en el último encuentro del organismo máximo.
Fue tras la presentación hecha personalmente ante el cuerpo por el profesor Gustavo Lambruschini, quien solicitó una “manifestación favorable a la pronta normalización de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, teniendo en cuenta la crisis institucional por la que dicha casa de estudios está atravesando”.
En el seno del Consejo Directivo quedó conformada una comisión que se ocupará de redactar un texto, con algunos criterios que fueron señalados en el momento, para ser considerado por la totalidad de los consejeros y luego publicarlo.
Reloj
El Consejo Directivo rechazó por unanimidad el sistema de control horario propuesto por Rectorado. Luego de pasar a un cuarto intermedio en la reunión del jueves 3 de mayo – donde estuvo presente el Rector Jorge Gerard – el jueves se retomó el tratamiento del orden del día.
Sobre el sistema de “reloj” para controlar la actividad docente, se confirmó la posición de no aceptar su implementación en la Facultad y se elaborará la resolución correspondiente con el apoyo de todos los claustros.
Ante la noticia del la instalación del reloj, un nutrido grupo de profesores de la Facultad de Ciencias de la Educación emitió un comunicado en el foro virtual UNER Debate (un espacio de discusión en torno a cuestiones de interés universitario), en el que manifestaron su rechazo a la iniciativa.
“Reivindicamos nuestro compromiso y responsabilidad social cotidiana con la enseñanza pública tanto en el espacio académico como en los vínculos que construimos en nuestra sociedad democrática”, dice el texto que circula entre los miembros del grupo para su firma. En el mismo se considera que la implementación de ese sistema “está claramente reñida con la definición político–académica de lo que se define como universidad pública y con los modos en que los sujetos que la habitamos nos relacionamos dentro y fuera de estos espacios”.
En el documento también se recuerda que las autoridades de la Facultad, en el reinicio del gobierno democrático en 1983, eliminaron el reloj que funcionó durante el último gobierno militar. “No sólo es un hecho simbólico de nuestro pasado reciente, sino que se reactualiza en los principios y valores de hoy”, se lee en el texto.