La mesa del congreso radical, que preside el ex senador Juan Carlos Arralde, se reunirá el sábado. Allí se va a definir la fecha del primer congreso partidario ordinario del año (el de febrero fue un congreso constitutivo), que tendrá como tema de debate excluyente a la política de alianzas que seguirá para las elecciones de octubre el principal partido político opositor de Entre Ríos.
Se espera que el congreso se reúna el sábado 27 de abril y, como órgano partidario máximo, faculte al Comité provincial o a una comisión ad hoc (que se constituya a tal fin), para negociar con otras fuerzas políticas las condiciones de un eventual frente electoral, dado que el plazo para la inscripción de alianzas se cumple el 12 de junio. En tal caso, el debate en el congreso pasará por definir con quién conversa el radicalismo y qué lugares de las listas de candidatos a senadores y diputados nacionales está dispuesto a compartir.
Pero la novedad es que, como están hoy las cosas, es posible que el congreso radical se termine pronunciando en contra de cualquier alianza. “Me parece inconveniente que el radicalismo, que es una fuerza provincial, con una completa distribución territorial en toda la provincia, vaya a aliarse con partidos testimoniales, que después terminan colocando un hombre o una mujer en nuestras listas y en el fondo no han aportado gran cosa a la hora en la que hay que contar los votos”, sostuvo Arralde.
Columna vertebral
“Nosotros no desdeñamos un frente ni una alianza, ya la hemos hecho”, recordó Arralde, pero opinó que en esta instancia, de constituirse un frente, el radicalismo “va a tener que tener una presencia indiscutiblemente primaria en la ubicación de las listas y no creo que el congreso vaya a aceptar otra cosa”.
Contó que, por lo que viene hablando con congresales, militantes y “el radical de a pie”, percibe que se reclama “una presencia más destacada del radicalismo en las listas”. Concretamente, “quieren que encabecemos las dos boletas” de candidatos a diputados y senadores nacionales, porque además “el radicalismo es el que más pone en juego bancas en estas elecciones”.
“Me da la impresión de que el congreso no va a aceptar otra cosa, aún a fuer de enfrentar desafíos enormes, como la fragmentación de la oposición para estos comicios. Somos concientes de que nos enfrentamos a alguna celebrity que puede provocar el efecto contagio que supo tener (Miguel) Del Sel en Santa Fe”, sostuvo, en relación a la postulación a senador nacional del presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Ángeli, por un frente electoral aún en formación.
Contexto
Con todo, Arralde asume que la definición más importante que tiene por delante adoptar la UCR de Entre Ríos no va a poder desprenderse de lo que ocurra a nivel nacional. “Nosotros somos un partido con una conducción nacional y estamos peleando para que el partido siga siendo nacional y no se fragmente en autonomías provinciales”, explica y subraya: “Más allá de que nosotros podemos hacer nuestras propias alianzas no podemos perder de vista los lineamientos que se trazan a nivel nacional. Si alguna poderosa razón nacional nos indica que es sumamente importante tener un frente que pueda arrojar dividendos políticos que se puedan medir en este momento como positivos, creo que no hay que dudarlo. Pero hoy no veo esa cuestión con mucha claridad”.
-¿Se podría decir que hoy la UCR está más cerca de ir sola a las elecciones, con la tradicional lista 3?
-Hay una necesidad del radical medio de reivindicar la figura de la Unión Cívica Radical. Es un sentimiento muy fuerte que observo. Pero la política es negociar para llegar al poder. Si actuamos con racionalidad y si, para decirlo en términos más mercantiles, el negocio político de aliarse para triunfar se avizora con más claridad, me parece que no deberíamos hacer otra cosa. Pero la verdad es que el radical medio lo que quiere es reivindicar al partido y posicionarse como fuerza principal. El radicalismo es un partido que puede fiscalizar en toda la provincia, que tiene dirigentes en todo el territorio; no es un fenómeno urbano. ¿Con qué argumento vamos a ir a imponer un frente? Salvo que ese frente sea sólido y racional para la UCR. Si la ciudadanía necesita una oposición fuerte, bien estructurada, eso podría ser inclusive un buen ensayo para 2015. Pero nadie puede saber hoy lo que pueda pasar en el próximo congreso partidario.
