
“Puse lo mejor de mí cada día para estar a la altura de las circunstancias y corresponder la confianza que me brindó Gustavo Bordet”, escribió Mauro Urribarri en las redes sociales este fin de semana.
“Hoy me toca concluir esta etapa tan significativa que ha sido mi paso por el Ministerio de Gobierno y Justicia”, dijo el exministro de Gobierno que presentó su renuncia unas horas antes de que el gabinete provincial estallara en varias partes con la separación de una decena de funcionarios y el anuncio de que vendrán otros cambios más. Fue el coletazo anunciado mil veces si la derrota era para el peronismo tal como fue –con creces- el domingo 22 de octubre. Como primera premisa surgió para el oficialismo provincial cerrar “la era urribarrista”, desgastada y a merced de procesos judiciales en marcha.
El extitular de la cartera política dijo tener “sólo palabras de agradecimiento” para Bordet en quien vio “un gran líder y conductor”. También habló de su padre, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Urribarri : “Gracias a mi padre a quien admiro profundamente” y quien “me ha contagiado esta pasión por la política”.
No obvió ponderar a su sucesora en el marco de una defensa de la gestión Bordet: “Estoy convencido de que su gestión seguirá transformando nuestra querida provincia. Y en ese sentido, celebro la designación de Rosario Romero, porque sé de su capacidad de trabajo, dedicación y compromiso”.
En latín
El intendente de Concordia, Enrique Cresto, anotó un “like” entre 1.300 que había alcanzado el post el sábado por la tarde.
La expresión, habitual entre abogados, y en el derecho internacional, se traduce en algo así como “los pactos se cumplen”. Interpretaciones posibles, muchas.