Mariano Caimoirano tiene 39 años y es secretario de Trabajo de la provincia. Es, quizás, la primera vez que ocupa un cargo que lo expone públicamente. Sus inicios se remontan al nacimiento del kirchnerismo, del que no reniega. Siempre vinculado al peronismo estuvo en el área de Salud junto a Carlos Ramos, y luego en la administración del Hospital La Baxada. Recorrió un largo camino en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). Es contador y docente universitario. Hace unos días nos visitó en los estudios de Vorterix Litoral para conversar en el ciclo Plaza Mansilla.
“…Me gusta contar, no el inicio en gestión, sino cuando empezamos un poco con la militancia barrial. Arranqué con Carlitos Ramos, en 2008, 2009, con los banquitos populares de la buena fe. Él venía con un trabajo increíble con esa política nacional surgida de la crisis, en 2003. Tenía que ver con otorgar microcréditos, pero en realidad era un núcleo que creaba comunidad donde la gente iba y contaba sus problemas. A partir de ahí lo convocan (a Ramos) en 2011 el gobierno de Urribarri para Desarrollo Social. Veníamos de un modelo muy asistencialista con comedores y tarjetas alimentarias y muchos subsidios. Nosotros trabajamos con el concepto de crear herramientas que permitan el emprendimiento con una ley de economía social, para calcular un costo, una ganancia…”.
“…La creación del Hospital La Baxada fue la experiencia más linda que hicimos como grupo. Si bien Carlos fue el que lideraba este grupo, pudimos pensar un hospital distinto, fuera de la lógica y la ideológica de concebir solamente un hospital público como público. Nadie tiene dudas que es un hospital público, cualquiera se puede atender, a nadie le van a pedir nada, y en el caso de los subsectores que tienen obra social o prepaga el hospital recupera. El primer director, Joaquín Uranga, era un ingeniero industrial, osea concibió el hospital como un proceso productivo, pensando justamente en un funcionamiento óptimo. Después estaba el director médico, que era un médico…”.
“…En ese momento, en ese lugar, pensábamos si podríamos tener proyección política. Fue ahí cuando vino el llamado de Aníbal Satller, rector de la Uaer en ese momento; y Luciano Filipuzzi. Fue como volver a empezar, en una secretaría en donde se planificó el campus, todo lo edilicio de la universidad, se hicieron programas que al día de hoy se siguen desarrollando…”.
“…Lo que me llama la atención de Rogelio es la forma de su construcción. Yo tengo una mirada técnica y de gestión. Me parece que tiene que haber una combinación de formación y espíritu, que es más que nada, el concepto humanista para transformar la realidad. Hoy veo esta construcción como al peronismo cordobés, el Movimiento Popular Neuquino, el Movimiento de la Concordia en Misiones. Construcciones de centro. Desde la perspectiva de la gestión creo que hay un ordenamiento necesario. Con la caída de la recaudación y todas las limitaciones que conocemos, aún así, se están haciendo reformas estructurales como la boleta única…”.
“…El conflicto docente llegó a un momento de complejidad muy grande, porque está atado a un contexto económico en donde el Gobierno hace un esfuerzo gigantesco para tratar de generar un salario digno, pero la brecha y la demanda no generan un punto de encuentro…”.
“…Me duele mucho la denostación de la política y la violencia que se imprime en los mensajes. Cuando uno ve los indicadores macroeconómicos en términos generales, de exclusión y de pobreza, son de posguerra. Solo que no vemos las ruinas ni los cuerpos. El desempleo de los jóvenes en Entre Ríos es un 120 por ciento mayor a la media…”.
“…Milei no es un sujeto histórico, pero tiene una interpretación de la realidad muy buena. Sus discursos están a demanda de la sociedad…”.
“…El ciudadano común entiende que el Estado no le da soluciones, por el contrario le genera una molestia. Yo soy de los que cree que al Estado hay que reivindicar, lo que sucede en su estado actual es que no está aggiornado a los tiempos que corren. Hoy estás a un clic de tener un servicio en tu casa. ¿Qué hace el Estado para parecerse? Eso tenemos que tenerlo cuando proyectamos el Estado. Aún creyendo que tiene que ser chico, tiene que ser lo mejor. ¿Tiene que ser solo salud, educación y seguridad? Bueno, tenés que hacerlo bien. La gente hoy percibe que no…”.
“…Los jóvenes no se aguantan estar mucho en un laburo. Desde la universidad (Económicas) hicimos una investigación en parques industriales en Paraná, Crespo, Ramírez y otros lugares. Prefieren no contratar a menores de 35, aunque los contratan igual. Los pibes se capacitan todo el tiempo y van buscando nuevos horizontes…”.
“…(¿Por qué ganó Frigerio?) Cuando fue ministro del Interior tuvo un paso por Entre Ríos que le dio una apertura importante, de relaciones, para construir una fuerza política que, sin esa herramienta, no lo hubiera logrado. Tiene capacidad de diálogo, de hecho tenía muy buena relación con (Gustavo) Bordet y su equipo de trabajo. Creo que eso no se rompió nunca. Lo mismo con el peronismo, que acompaña con las leyes. Eso es un gran mérito. Creo que también se debe a un gobierno que estaba desgastado en sus figuras. Más allá de la elección que fue acotada en los resultados. Pero creo que hubo un peronismo que no generó renovación. Lo digo como actor. Muchos de nuestra generación no tuvieron espacio en el peronismo, sino también que terminaron lastimados, con pocas ganas de participar. Hubo mucho de refugio en lo que ya estaba. Lo de Frigerio apareció como algo fresco…”.
“…Rogelio, además, viene imprimiendo cambios como la boleta única, la ficha limpia, que el peronismo no se dio ese trabajo de hacerlo. También hubo decisiones postergadas del peronismo que a la larga terminaron generando un Estado inviable, lo que no significa que no haya hecho gestiones armoniosas. Por ejemplo la Caja de Jubilaciones. Hace 15 años se advertía la dirección a la que iba el sistema. Pensé que Bordet, en su primera gestión, iba a tomar cartas en el asunto. Por la sustentabilidad…”.
“…Siempre los que han hecho las revoluciones son los jóvenes. En este caso se inclinaron por una línea de pensamiento. Esto cuesta un montón decirlo. Vengo del 2005, 2010, el kirchnerismo. Sin ser kirchnerista, entiendo que ese proceso fue tan importante que generó debates de interés, por eso la juventud como buena parte de la sociedad debatía, se interesaba…”.
“…Hay diálogo con gente de otras fuerzas y hay autocrítica. Hemos decidido, por lo menos lo veo en nuestra generación, no romper puentes. Con Santiago Halle, Pablo Ayala, Lucrecia Escandón. Ver cómo construir desde la diferencia, cómo nos acercamos. Con Luciano y Anibal vemos en la universidad mucha juventud, militante, que ojalá transite el camino de la política …”.
“…Tengo una mirada conservadora sobre los partidos. Cuando veo un casillero para votar la lista completa, creo que eso genera gobernabilidad y que las políticas públicas se puedan implementar. Creo que los partidos están en una grave crisis existencial. De todas maneras, desde el concepto peronista concebimos al movimiento como algo de interpretación permanente, pero hace mucho que eso ya no sucede…”.
Fuente: Página Política