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Para qué están los medios públicos, según Guaglianone

El flamante director de Radio Ciudadana, de Concordia, entiende que cumplen un rol clave en un contexto de concentración mediática y de noticias falsas. En entrevista con Página Política habló sobre la necesidad de reflotar la Ley de Medios, del desafío de generar contenidos desde el interior y de la formación de las nuevas generaciones de periodistas.
Luz Alcain
Por: Luz Alcain
@luzalcain

Gustavo Guaglianone es periodista y docente desde hace más de 20 años en la ciudad de Concordia.

Recientemente fue convocado por la gestión del intendente Alfredo Francolini para hacerse cargo de la dirección de la radio del Estado municipal, Radio Ciudadana.

Aceptó el puesto, desafiado a hacer un aporte en un contexto enmarañado para la circulación de las noticias: concentración, noticias falsas, fragilidad del interior para narrar su realidad.

Apuesta especialmente a recuperar “las herramientas” de la radio, las de siempre. Y minimiza el impacto de la revolución que implicaron para el oficio de periodista las nuevas tecnologías, el teléfono celular y la vigencia excluyente de internet: “Puedo tener un celular de última generación pero lo que termino haciendo es leer y escribir. El mensaje sigue siendo la palabra. La noticia circula más rápido pero eso sigue vinculado a lo interesante que se tenga para decir”.

–¿Cómo fue la convocatoria de la Intendencia de Concordia y qué te convenció para aceptarla?
–Yo venía trabajando en la Escuela Crear que funcionaba como cooperativa. Yo era director y nos conformamos como cooperativa a raíz de que la escuela quebró. Una escuela con orientación en comunicación, un proyecto que nació hace más de 20 años. Estaba muy metido en ese trabajo. Por otro lado, me jubilé como docente de la escuela pública, después de 25 años de trabajo. También armé una radio ahí en la escuela. En Radio Ciudadana había renunciado el director (Claudio Gastaldi) y el primero que me lo plantea es Alberto Armanazqui (jefe de Gabinete municipal). Me dijo que habían pensando en mi nombre y que si a mí me interesaba. Yo venía con una preocupación seria. Venimos de una escuela del periodismo en la cual sabemos que no existe la objetividad pero sabemos que la subjetividad tiene que venir respaldada por la verdad. Es decir, lo que digo como periodista puede estar teñido de lo que pienso pero lo que no puedo hacer es mentir y por lo tanto la construcción de la noticia se basa en la realidad. Me venía preocupando muchísimo ver la capacidad, el despliegue manifiesto en inventar esa realidad; ver la construcción de la noticia a partir de la mentira.

–¿Te preocupa el trabajo de los medios o la circulación de información falsa en redes sociales?
–Ambas situaciones me preocupan. A veces las redes, muchas veces, actúan en base a lo que los propios medios vienen sembrando. Como periodistas lo veníamos planteando. Recuerdo un congreso provincial del que fuimos parte, en el año 2000, recuerdo especialmente a Gustavo Vaccalluzzo (dirigente del sindicalismo de los trabajadores de prensa, fallecido en 2013). Analizábamos allí el despliegue que tenía entonces Clarín, cómo se había transformado de un multimedios en un grupo económico diversificado. Sabíamos que iba a ser un jugador político muy activo. Hoy lo vivimos plenamente, con este componente, además, de construir noticias que no se ajustan a la verdad y que tienen un propósito definido.

–Se agrega al panorama la preponderancia casi excluyente de los medios porteños. No es lo mismo que mienta tu Radio Ciudadana que la mentira propalada desde la televisión en Buenos Aires.
–Efectivamente, la profundidad de este despliegue es enorme. Es enorme la capacidad de daño. Y nosotros venimos de la escuela en la que me formé, justamente con eso. Siempre entendimos que la objetividad no existía, que si selecciono una foto ya está mi criterio allí, pero lo que no puedo es hacer noticias con lo que no es real. Esa fue una de las preocupaciones que me motivó a involucrarme en esta cuestión de la radio municipal.

–¿Qué rol tienen los medios públicos en este contexto?
–Justamente ese, ser capaces de trabajar con la construcción de una información veraz, que estará teñida por determinados intereses, que hacen a cuestiones políticas, en el sentido más amplio. Lo que no se puede es faltar a la verdad. Los medios públicos tienen ese rol fundamental y después tienen un rol fundamental para, también, aportar a la diversidad, a la cultura, a las políticas de género. No tienen la cuestión económica como un acicate, no tienen que estar pensando cuánto venden cada minuto a minuto. Eso permite crear con más libertad y esa creatividad debe ir en favor de buenos contenidos, de contenidos que lleguen al alma, que lleven a la reflexión. Ese es el aporte hoy que me parece sustancial y es la segunda cuestión por la cual yo entendí que este era un lugar para ocupar. Para generar otros contenidos, revalorizar los contenidos y las herramientas propias de la radio, que por una cuestión extraña no sé si la radio la perdió o se confundió de pelea. Si alguna vez la radio tuvo que enfrentar el desafío de la televisión lo enfrentó con herramientas propias. Hoy lo está enfrentando con herramientas ajenas. Hoy la radio se hizo más “televisión” y tiene que recuperar las viejas herramientas, la palabra, la música, los sonidos, los silencios, crear ese mundo extraordinario, propio de la radio. Y esa es una tercera cuestión que me propuse como objetivo en esta emisora: trabajar con las herramientas propias de la radio.

 

Una ley que falta

–Advertías acerca de la concentración de medios y la erosión de las reglas, los criterios para la construcción de una noticia. La Ley de Medios puso sobre la mesa estos asuntos y sin embargo quedó en letra muerta, entrampada en un terreno que terminó por embarrarse. ¿Cómo vivenciaste vos ese debate?
–Esa, por ejemplo, es una cuestión que en mi caso no supe dimensionar en su momento. La entendí más como una disputa en beneficio de un sector. Uno tendría que haber diferenciado mucho mejor. Ese error se paga muy caro. Se está pagando muy caro. Una manera de enmendarlo, me parece, es hacerme cargo de esa realidad y trabajar hoy para cambiarla. Pero es una cuestión pendiente, de necesario equilibrio. Cuando tengo a disposición la capacidad de daño que hoy se pone de manifiesto, hay necesidad de una ley. La ley apareció para equilibrar lo que hoy está absolutamente desequilibrado. No alcanza con un montón de voluntades. Se requiere de un marco diferente y animarse a poner el hombro en eso.

–La concentración y el alcance de los medios porteños, deriva en que en todo el país se hable de la agenda de Buenos Aires. Los protagonistas de la vida política, económica y social son porteños. ¿Cómo se hace, en este escenario, para generar contenidos desde Entre Ríos?
–Eso es un desafío tremendo. Nosotros por ahí decíamos en el barrio “qué va a ser famoso si vive acá a la vuelta” parafraseando esa idea según la cual no puede ser importante algo si pasa acá. Me pasaba con los alumnos cuando les decía que traigan alguna noticia del barrio. Me decían, “profe, no traje nada porque en mi barrio no pasa nada”. ¿No hay algún abuelo que haya trabajado en el ferrocarril? ¿Alguien que tenga algo para contar? ¿Una experiencia para compartir? Tenemos que empezar a darnos cuenta que tenemos que buscar y poner en valor las cosas que nos pasan a nosotros. Desde Buenos Aires hablarán de nosotros cuando algo suene a catástrofe. Es natural y responde a sus intereses. Si hay una línea de alta tensión que se va a cortar por una inundación, Buenos Aires va a poner un móvil las 24 horas. Ahora, somos nosotros los que tenemos que poner en valor las cosas de la provincia. Para eso hay que trabajar con calidad, con herramientas propias, con mucho esfuerzo. Ese es el rol de los medios públicos, insisto. Porque además tienen una estructura como para crear contenidos interesantes, valiosos, competitivos. Ahí juega mucho también la perseverancia para sostener esos contenidos, esas propuestas, hacerlas creativas y seductoras. Ahí está el verdadero camino.

–¿Qué ves en las nuevas generaciones de periodistas? ¿Qué inquietudes, qué potencial, qué desventajas?
–Hay una formación muy ligada a la variedad de soportes que hay, al acceso a las nuevas tecnologías pero el desafío siempre sigue estando en qué decimos, sigue estando ahí. Puedo tener un celular de última generación y lo que termino haciendo es leer y escribir. El mensaje sigue siendo la palabra. En la formación de periodistas es importante hacer entender que las nuevas tecnologías, la rapidez de la circulación de la información sigue estando vinculado a lo interesante que se tenga para decir o contar.

 

Debates al micrófono

–¿Qué encontraste en la radio para desarrollar lo que planeabas?
–Me encontré con gente con muchísimas ganas de hacer cosas profesionales, de hacer un entramado artístico que fue lo primero que plantee. Para poder mostrar que hacemos cosas interesantes tenemos que pensar artísticamente la radio que tienen sus propias herramientas. Me encontré con que propuse algunas cosas y la devolución que tuve de la gente me superó. Me empezaron a mandar cosas a las 10 de la noche. La respuesta ha sido fantástica.

–¿A qué se compromete la gestión municipal respecto de la radio?
–En principio, nos pusimos de acuerdo inmediatamente cuando me dijeron que no querían una radio partidaria, una radio que siga los cortes de cinta, sino que querían ser una radio que políticamente entienda que va vinculada a las mayorías. El que quiera ver en esto una vinculación política está bien. Se trata de defender el rol del Estado, de defender y tener posición frente a los grupos de presión, los grupos económicos. Es un rol de la radio pública, por ejemplo, defender una política de género. Son cuestiones indispensables y en ese sentido el respaldo es absoluto. He pedido algo de equipamiento que me han respondido inmediatamente. Y he apostado a fortalecer el vínculo con el Concejo Deliberante, tarea que hice toda mi vida. Hay si se quiere, en esto, un protocolo ético muy fácil de entender. Estuve reunido con el Concejo, invité a los concejales de la oposición. Había algunos que no conocían la radio pese a ser concejales desde el período anterior. Queremos que sepan que seremos respetuosos de la pluralidad de voces. Porque además es una gran oportunidad para fortalecer no solo el debate sino las propias posturas. El debate de los asuntos públicos es lo mejor que le puede pasar a una sociedad y es función de la radio pública hacer su aporte en este sentido.

–¿Habrá un programa de Guaglianonne?
–No. La primera decisión fue trabajar por la radio. Esto no es personal. Lo que tengo son grabaciones como locutor que están a disposición de los distintos programas. Estoy para colaborar con todos los espacios desde las 6 de la mañana, como locutor.

 

Fuente: Página Política
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