
Gustavo Bordet, cada vez que puede, pide que no se adelanten los tiempos ni posicionamientos políticos. De hecho, como contó Página Política, le solicitó a Edgardo Kueider que enfríe cualquier interna que pueda llegar a surgir. Entiende que no es el momento.
En la última reunión de gabinete, el lunes pasado, insistió con lo mismo. Ante sus colaboradores llamó a bajar la ansiedad, aun cuando toda la dirigencia política provincial asegura que se está a ocho meses de las definiciones, con verano y mundial de futbol incluido. De repetirse el cronograma de 2019, en un año ya tendríamos los candidatos para la final que se jugaría en junio del 2023.
Hacia el interior del peronismo, incluso quienes están en la gestión diaria como los intendentes, expresan preocupación al ver caer la arena en el reloj. El cierre de Concordia, Uruguay, Paraná y Gualeguaychú como la fórmula del éxito debería ponerse en dudas. Un repaso por algunos resultados electorales así lo sugiere.
Bahl es uno de los preocupados. Enfocado de lleno en la gestión y con las arcas de la Municipalidad con un ahorro de 4.500 millones de pesos para resistir cualquier cimbronazo, mira la política con desasosiego. Si repasa las planillas de Paraná Campaña, un territorio en el que supo tener prédica, se amargará. Esa prédica parece tenerla ahora Darío Schneider, intendente de Crespo, que caminó con sus candidatos y le dio un triunfo contundente a su socio Pedro Galimberti en las PASO.
El diputado nacional, además de imponerse en Chajarí, cuatriplicando los votos de la lista que encabezó Rogelio Frigerio (14.292 a 3.990), también llevó la ola a zona de influencia como Federación. El intendente de La Paz, Bruno Sarubi, enrolado en la propuesta del ex ministro, hizo que la lista que apoyaba obtenga cinco veces más votos de su contrincante interno (7.148 a 1.136). El radicalismo desempolva el manual de la territorialidad y la estructura.
El gobierno provincial también tiene cerrado el frente económico en caso de cualquier desbarajuste macro. Con plazos fijos jugosos, sólo queda rezarle al Presidente y su equipo económico para controle la inflación y se recupere poder adquisitivo.
La pregunta que resuena en algunos dirigentes del peronismo es: ¿tenemos candidatos en todos los pueblos y ciudades cabeceras? Un dirigente con aspiraciones para el año que viene lo resumió de la siguiente manera. “Plata va a haber, ahora ¿tenemos el rubiecito para ganar Crespo, el morochito que quieren en el barrio en Federal, el productor, el médico, el comerciante, la cara nueva que se está pidiendo?”, se preguntó, preocupado, con el almanaque en la cabeza.
Algunos movimientos pueden avizorarse, pero son aislados. Bahl decidió confrontar con Ayelén Acosta por el servicio del agua que volvió a ser noticia, seguramente para generar cizaña en el seno de la oposición. En Gualeguay, la asunción de Martín Müller tras la destitución de Carlos Gálligo de la presidencia del PJ, dio motivos para que se despabilen militantes, que aprovecharon la ocasión para hablarse y consensuar un documento poara ubicarse de uno u otro lado.
Aún no hay señales del piso para las minorías, lo que implica un retoque en la carta orgánica. El reloj sigue corriendo.
Fuente: Página Política