El dato más relevante que dejaron las PASO de este domingo en Santa Fe fue el derrumbe electoral del peronismo. Llamó la atención la magnitud de esa caída en la tercera provincia del país y abrió interrogantes por el efecto que pueda producir a cuatro semanas de las PASO nacionales. Pero ¿puede tomarse este resultado como un anticipo de la elección nacional o de lo que vaya a ocurrir en Entre Ríos?
Comparar una elección con otra es siempre un ejercicio que contiene un alto riesgo de conducir a conclusiones equivocadas. Mucho más cuando esas elecciones se desarrollan en distritos con escenarios políticos muy disímiles.
A la hora de cotejar las elecciones de Santa Fe con las de Entre Ríos, no hay que perder de vista las diferencias más gruesas:
. Desdoblamiento: Santa Fe vota separado de la Nación. En Entre Ríos tanto las PASO como las elecciones generales se desarrollan de manera simultánea con las nacionales.
. Sistema electoral. En Santa Fe se vota con boleta única. En Entre Ríos con boleta sábana, con lo cual los pegados de boleta determinan efectos de arrastre de una categoría de cargos sobre otra que no se producen con la boleta única. Y con la simultaneidad electoral, la pelea presidencial influye de manera decisiva en la elección del gobernador.
. Milei. En Santa Fe este factor no jugó. En Entre Ríos, el candidato a presidente libertario encabezará una larga boleta sábana de elección simultánea que contendrá también gobernador, legisladores provinciales, intendentes y concejales. Mayoritariamente, le resta votos por derecha a JxC.
Las diferencias son muchas más, pero estas tres son básicas y determinantes en la comparación.
Valoraciones
En Juntos por Entre Ríos ven la elección santafesina como una señal del cansancio del electorado con el peronismo y una oportunidad para sumar a la provincia, que lleva 20 años consecutivos de gobiernos de ese signo político, a la ola de cambio que advierten en el país.
Observan que Santa Fe derrumbó un prejuicio. Porque –dicen– demostró que la escalada en la confrontación interna, que fue incluso superior a la que se registra en el orden nacional, no resultó contraproducente. Bajo esta mirada, que JxC tenga la única interna competitiva para presidente de la nación la vuelve una opción de voto más atractiva en las PASO del 13 de agosto.
Las PASO de la oposición en Santa Fe se presentaban mucho más competitivas que las entrerrianas. Las encuestas daban paridad entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro. En Entre Ríos, en cambio, Rogelio Frigerio siempre estuvo por encima de Pedro Galimberti. Y el radical quedó virtualmente fuera de carrera cuando no obtuvo el pegado de su boleta con las fórmulas presidenciales, clave para no perder competitividad en unas primarias provinciales que se resuelven en simultáneo con las nacionales y con boleta sábana.
Aun así, Galimberti se presenta como alternativa y genera expectativa sobre cuánto podrá reunir con la cancha tan inclinada. En Entre Ríos nadie acusó de narco a su rival, pero el malestar que dejó la boleta corta es muy grande y puede derivar en una interna destructiva, con sectores del radicalismo jugando en las PASO a favor de candidatos a presidente de otros partidos y luego retirando su apoyo en las generales.
Mirando a Santa Fe, en Juntos por Entre Ríos esperan que la interna –frente a un peronismo con lista única para gobernador– pueda resultar más atractiva para el voto independiente. Por el porfiado desafío de Galimberti pero, sobre todo, porque la simultaneidad electoral permite que Entre Ríos se nutra de la competencia nacional de JxC. En el cuarto oscuro, son los extremos de las boletas los que mayoritariamente guían el voto. Y en una elección simultánea, manda la disputa presidencial.
Tomando en cuenta las diferencias señaladas más arriba con la elección de Santa Fe, la pregunta es hasta qué punto el peronismo de Entre Ríos puede resistir la ola nacional de cambio que presagia la oposición.
Hay una serie de armas que el oficialismo entrerriano tiene a mano. Para seguir con la comparación, está mucho más ordenado que el peronismo de Santa Fe. Orden no significa unidad, pero no hay nadie discutiendo públicamente la candidatura única de Adán Bahl a la gobernación y Gustavo Bordet, el dirigente con mejor imagen, es parte de la lista y de la campaña.
Un punto de contacto con Santa Fe a tener en cuenta es la pertenencia de Entre Ríos a la zona núcleo, a la región productiva con la que el peronismo no ha logrado reconciliarse desde la pelea de 2008. Depende que peronismo, claro. El cordobés lo hizo. El entrerriano también. Y Bahl reúne, como Bordet, un perfil alejado del kirchnerismo. Pero, de nuevo, la próxima elección en Entre Ríos es simultánea.
Frigerio enmarcó la elección santafesina en “una ola del cambio imparable” y la identificó como “otra provincia que le dice basta al kirchnerismo”. El candidato del PRO ataca siempre al kirchnerismo y nunca al peronismo, con el que pretende gobernar.
Los avances provinciales de JxC, como los registrados en San Luis y San Juan, fueron en base a construcciones políticas amplias, más parecidas a la que encabeza Frigerio en Entre Ríos, que a pesar de tener, en este sentido, más puntos de contactos con Larreta, juega también con Bullrich. El postulante a la gobernación siempre buscó que la interna nacional no baje al distrito.
En las PASO de Santa Fe se impuso un candidato moderado. Perdió el discurso halcón de Losada. Ganó la interna el candidato de la estructura y de la tradición política. Perdió la candidata mediática. Un dato que contradice a los detractores de la boleta única.
En Entre Ríos, ni Frigerio ni Galimberti son halcones. Y el kirchnerismo nunca tuvo mucho desarrollo y quedó afectado por la condena a su máximo exponente, el ex gobernador Sergio Urribarri. Será, en las PASO y en la general, una competencia entre moderados.
Fuente: Página Política
