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Semana clave para la reforma política

El Gobierno apura al peronismo para una definición. No están dispuestos dilatar más el debate. Es a todo o nada. Si es nada, buscarán que el peronismo pague el costo de impedir que los entrerrianos voten con BUP. Lamentarán la oportunidad perdida de modernizar el sistema electoral y, en 2027, aprovecharán las ventajas que otorga la boleta sábana al partido o frente que impulsa la reelección de su gobernador.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

La reforma política que promueve el gobierno de Rogelio Frigerio ingresa en una semana decisiva. El Ejecutivo no quiere diferir más un debate que lleva siete meses y apura al peronismo para que la iniciativa que introduce la boleta única de papel (BUP) en Entre Ríos se vote antes de fin de año.

A mitad de semana habrá una sesión especial del Senado para despachar el Presupuesto 2025 y la ley que regula el uso de fitosanitarios. El tiempo para la reforma política vendrá después de que se aprueben estas dos leyes que volverán con modificaciones a Diputados. Este miércoles, a las 11, habrá comisión. Si saliera despacho, el proyecto podría votarse en la siguiente sesión ordinaria (prorrogada) que sería el 26 de diciembre.

En los últimos tres meses, el peronismo ha reprochado al oficialismo su “apuro” por sancionar una reforma tan importante, como la que modifica reglas de juego para el acceso al poder. Y el gobierno se ha quejado por las “demoras” del peronismo para definirse en un proceso que arrancó en el mes de mayo, con rondas de consultas a partidos políticos, representantes de la justicia, la academia, intendentes y legisladores y que recién después tomó forma de un proyecto que se debatió tres meses –septiembre, octubre y noviembre- en Diputados, en ocho reuniones de comisión.

Aun así, la media sanción que alcanzó la reforma -el 26 de noviembre- fue sólo con el voto de los legisladores oficialistas y sus aliados libertarios. El peronismo votó su propio dictamen de minoría, que no presenta discrepancias de fondo.

A diferencia de lo que ocurre en Diputados, un entendimiento con el peronismo es una condición necesaria para un oficialismo que es minoría en el Senado. De allí que en los últimos días el Ejecutivo haya intervenido en negociaciones directas con los senadores peronistas. En el trámite legislativo, hubo sólo una reunión de comisión. Casi como para guardar las formas.

 

Me obligan a beneficiarme

En el gobierno están cansados de que el peronismo les “corra el arco”. Y juegan con una carta que dejaron ver ya antes de la media sanción: con la BUP ya instaurada en el orden nacional y con un apoyo social en apariencia muy importante al nuevo sistema, evalúan que oponerse implicaría costos muy altos para el peronismo de una provincia con el perfil político de Entre Ríos.

Hay otra carta que no muestran, porque es socialmente inaceptable y además contradice la promesa de campaña. Pero que el peronismo conoce. Dicen que impulsan la reforma porque realmente creen que mejora el sistema electoral en muchos sentidos, pero en términos de pura especulación electoral les convendría, en su condición oficialista -con todos los recursos que otorga el poder- mantener una boleta sábana partidaria que, entre otras cosas, tiene mucho más poder de arrastre que el voto por lista completa de la BUP.

En todo caso, si cae la reforma le echarán la culpa al peronismo de impedir -desde el control del Senado- el cambio que pondría a Entre Ríos en sintonía con las provincias del centro productivo y ahora también con la Nación.

En otras palabras, Frigerio podría culpar al peronismo de mantener un sistema que lo beneficiaría para su reelección en 2027: la boleta sábana partidaria, con todas sus ventajas a favor de quien ostenta el poder, que bien conoce el partido que ha gobernado Entre Ríos 32 de los 41 años de democracia. Nadie podrá culparlo de que no intentó votar con BUP.

Sin embargo, el oficialismo no termina de explicar por qué necesita sacar ahora una reforma que se aplicará recién en 2027. Por qué dar por cerrada la discusión tan pronto, cuando de camino queda otro año no electoral (2026), si el problema es evitar la contaminación del proceso de reforma con las distorsiones que provocan los meses de campaña.

 

Negociación

Hay hermetismo sobre los términos de la negociación. No quieren que la filtración de los detalles pueda entorpecer un eventual acuerdo. Se habla de que hay una media docena de puntos que el PJ exige para prestar su acuerdo y que el Ejecutivo estaría concediendo cuatro de esos seis puntos.

Hasta ahora, los temas centrales en discusión han sido los siguientes:

-Foto del candidato a gobernador en el casillero de voto por lista completa. Es uno de los puntos más controvertidos del proyecto de reforma electoral de Frigerio. Se incluye la foto del candidato a gobernador en el casillero de voto por lista completa. La oposición objeta que podría dar lugar a confusiones que multiplicarían los votos nulos para intendentes y legisladores.

Adhesiones de precandidaturas en las PASO. El peronismo objeta que el precandidato a gobernador puede hacer todos los pegados de boleta que quiera en las elecciones primarias, mientras los demás precandidatos sólo pueden adherir a un solo postulante a la gobernación. La restricción responde a una cuestión de espacio, para que la boleta única no adquiera un tamaño que la vuelva inmanejable.

-Plazo para convocar a elecciones provinciales. En la ley vigente, el Ejecutivo tiene tiempo de llamar a elecciones hasta 150 días antes de las elecciones generales. El proyecto del oficialismo reduce ese plazo a 110 días. El justicialismo rechaza ese cambio porque significa “menor previsibilidad y mayor discrecionalidad” en favor de quien debe definir la fecha. Señalan que el oficialismo de turno dispondrá de 40 días más para decidir si la elección es simultánea con la nacional o separada y las fuerzas opositoras tendrán 40 días menos para adaptarse a lo que decida. En el oficialismo lo relativizan, creen que no se le resta certidumbre al proceso al fijarse una fecha concreta para las elecciones provinciales.

-Aumento de las exigencias de avales para formar un partido. Es un pedido que plantearon los vecinalistas, que encontraron a los senadores más receptivos a sus planteos que los diputados. Esperan, al menos, que se puedan remover las reformas a la ley de partidos políticos que consideran “proscriptivas”, porque elevan los requisitos para conformar y sostener partidos municipales y vecinales.

Fuente: Página Política
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