La eventual suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorios (PASO) del año que viene podría beneficiar a la opción electoral que lidera Javier Milei. Por eso es que en el poroteo del Congreso de Nación se cuenta al voto de los diputados libertarios junto con los del Frente de Todos. Hay algo más que argumentos en contra del gasto público.
Se especula que, sin PASO, Milei sufriría menos fugas de votos “estratégicos” o “útiles” de cara a las elecciones generales.
Las PASO obligan a que las internas de los distintos partidos se desarrollen en simultáneo. Eso permite cotejar los votos obtenidos por cada fuerza e instalar un escenario para la elección general. La noche de las elecciones primarias, el título periodístico se centra en qué partido o frente sacó más votos. Ese dato, muchas veces, importa más que el que informa sobre el resultado de las internas de los distintos partidos o frentes. Sobre todo cuando la competencia interna es muy despareja o directamente no existe.
Sin PASO, cada partido debe definir la manera de elegir sus candidatos para las elecciones generales: por consenso; por un congreso partidario; por una interna a padrón cerrado (votan sólo los afiliados); por una interna a padrón abierto (todos pueden votar, como en una general); o por una interna con un padrón especial (afiliados más no afiliados a otros partidos, los llamados “independientes”). Además, cada fuerza política debería fijar la fecha de esa elección interna que no sería ya simultánea con la de otros partidos. Y tampoco, claro está, de voto obligatorio.
Sin PASO, se suprime la simultaneidad de las internas de todos los partidos y con ello el efecto de virtual “primera vuelta electoral” que tienen las primarias en una provincia donde no hay balotaje, como Entre Ríos.
Es un argumento más a favor de la suspensión de la PASO en la provincia, que el gobernador Gustavo Bordet dejó abierta como posibilidad la semana pasada.
Con un ejemplo se entiende mejor. Si hubiera PASO en agosto de 2023, podría darse un resultado en el que Milei quedara tercero detrás de las dos coaliciones mayoritarias: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Es probable que luego, en las generales de octubre, algunos votantes de Milei prefieran apostar a ganador, votando por JxC, porque las PASO le dejaron una idea de que los libertarios no tendrán chances de vencer. La opción de JxC le resultaría más “útil” o “estratégica” para desalojar al peronismo del gobierno.
La provincia
El mismo razonamiento se aplicaría para el orden provincial. A Milei le convendría que no hubiera PASO en Entre Ríos para que sus votos no emigren a JxC en la elección general, como voto útil. Sin PASO, desaparece el voto estratégico, ese que deriva de la configuración previa de un escenario electoral que sólo puede definir con alta precisión una “primera vuelta”.
En esta lógica, el daño que Milei podría efectuarle a JxC de Entre Ríos sería más efectivo si se votara todo directamente en octubre y se suprimiera la “primera vuelta” de las PASO de agosto.
Como se ha publicado reiteradamente en Página Política, la condición previa para que esto ocurra en Entre Ríos es que las elecciones provinciales se hagan en conjunto con las nacionales. Sólo así Milei aparecería (como candidato a presidente) en el cuarto oscuro donde los entrerrianos votan también gobernador. Si las elecciones provinciales fueran separadas, el rostro de Milei no estaría a la cabeza de la boleta sábana como llamador del voto “anti casta” política y el o la postulante a la gobernación de los libertarios estaría muy lejos de producir ese efecto.
Por lo pronto, Milei no tiene cubierta esa candidatura provincial. Quien ha levantado la mano es la referente del Partido Sol, Miriam Muller, quien se postuló como diputada nacional en 2021, como candidata del Partido Conservador, pidiendo el voto con afiches que la mostraban junto al libertario.
En la elección del año pasado, la dirigente que se presenta como “la nueva derecha” en la provincia, reunió alrededor de 30 mil votos, lo que representó un 3,7 por ciento del total. En esa misma elección Milei obtuvo el 17% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires.
La reforma electoral aprobada en 2018 (con el voto del peronismo y de Cambiemos) le otorga la facultad al gobernador Gustavo Bordet de convocar a elecciones provinciales para el segundo domingo de junio, con primarias (si las hubiera) el segundo domingo de abril. Tiene tiempo hasta fin de año para convocar a elecciones provinciales. Si no lo hace, se vota todo junto en octubre, con primarias (si las hubiera) en agosto.
Hay que recordar que el Congreso de la Nación sólo puede modificar las reglas de juego para la elección de cargos nacionales: presidente, diputados y senadores nacionales. Es decir que para que en Entre Ríos se suspendan las PASO para gobernador, intendentes, legisladores y concejales es necesario que la Legislatura entrerriana modifique la ley provincial. El dato aquí es que el peronismo entrerriano tiene los votos para hacerlo sin necesidad del concurso opositor. Pero Bordet ha dicho que su voluntad es, como en 2018, obtener el mayor consenso para cualquier cambio de la ley electoral.
El argumento público para suprimir las primarias pasa por reducir el gasto público, que para el orden nacional se estima en 22 mil millones de pesos, según lo presupuestado para 2023.
Si el año que viene hubiera elecciones unificadas en octubre y la Nación no suprimiera las PASO de agosto (porque, por caso, no reuniera los votos en el Congreso), no tendría sentido que Entre Ríos suspenda las PASO provinciales porque se caería el argumento del ahorro, dado que en la simultaneidad la logística es aportada por la estructura nacional.
Si, en cambio, el Congreso de la Nación aprobara la suspensión de las PASO, Entre Ríos podría hacer lo propio ya sea que vote adelantado en junio o, con más razón, si vota en conjunto con la Nación en octubre.
Fuente: Página Política