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En Entre Rios

Todos buscan protegerse de Milei

La semana posterior a las PASO aparecieron en Entre Ríos operadores del libertario ofreciendo acuerdos con los postulantes más votados para las intendencias. Proponen compartir logísticas electorales con beneficios mutuos para el postulante a la presidencia y los aspirantes a cargos locales de JxC y el peronismo.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Desde el 13 de agosto, Javier Milei se convirtió en el nuevo centro de gravedad de la política argentina. En torno a su inesperada condición de postulante a la presidencia más votado en las PASO se reordena el tablero político nacional. Y en cada distrito, los candidatos que defienden sus territorios evalúan la manera de sobrevivir.

Entre Ríos es una de las provincias que el libertario no pudo pintar de violeta en el mapa nacional de las PASO. Le jugó en contra que aquí se disputaran también los cargos provinciales y locales. Con el propósito de recuperar posiciones en la provincia, operadores del candidato a presidente de La Libertad Avanza empezaron a tomar contacto con los candidatos más votados para los órdenes locales y departamentales dentro de JxC y el peronismo.

Proponen un trato: repartir juntos la boleta para octubre. En base al punteo de un padrón que sólo conocen los locales, ofrecen repartir sobres con el voto armado. Milei para presidente y los candidatos locales que correspondan según el frente con el que se haya hecho el acuerdo: Juntos por Entre Ríos o Más para Entre Ríos.

Milei busca de este modo recuperar terreno subiéndose al éxito de los intendentes y senadores más votados, a costa de sus propios postulantes a intendente y senadores, surgidos de un armado electoral improvisado, que se precipitó una vez que se supo que las elecciones en Entre Ríos serían simultáneas y el propio Milei estaría a la cabeza de la boleta.

Y los senadores e intendentes más votados (de JxC y el peronismo) podrían nutrirse de quien vislumbran como el gran elector del 22 de octubre, que será más que nunca una elección nacional.

Es una oferta difícil de resistir para los locales. Los que en las primarias quedaron segundos en cantidad de votos, no querrán perderse la posibilidad de crecer. Y el que ganó no va a arriesgarse a que los segundos pongan en peligro su triunfo asociándose con Milei. Lo único que estarían sacrificando es el candidato a presidente: Sergio Massa o Patricia Bullrich, según el caso.

No hace falta aclararlo, pero la operación no implica que los respectivos espacios políticos dejen de repartir además su boleta completa, con su propio presidente.

¿Se puede hablar de traición? Difícilmente en un proceso electoral como este, en el que se han roto lealtades en todos los espacios políticos, probablemente como nunca antes.

El ejemplo más cristalino, en este sentido, es el de Juntos por Entre Ríos. El sector que promovió a Pedro Galimberti para la gobernación se alzó en la interna con tres senadores, 15 candidatos a intendente y 29 para juntas de gobierno y comunas. Esos 47 candidatos no tendrán ningún inconveniente en cambiar a Patricia Bullrich por Milei, después de que la candidata a presidenta de JxC les negara el pegado de boleta y los condenara a competir en la interna en inferioridad, con boleta corta. Al contrario, emprenderán con entusiasmo esa devolución de favores. Y Bullrich carecerá de autoridad para reclamar los votos que despreció el 13 de agosto.

Se trata de una maniobra que, en principio, afectaría sólo a los candidatos a presidente. Rogelio Frigerio y Adán Bahl saldrían ilesos.

 

Elección nacional

A salvo de esa jugada, los postulantes a la gobernación más votados tienen otros problemas, más importantes e inmanejables. Más que nunca, atan su suerte a la de los presidentes que encabezan su boleta sábana. Superadas ya las disputas internas para las categorías locales y provinciales, la del 22 de octubre será, más que nunca, una elección nacional. El arrastre –para arriba o para abajo– de la disputa presidencial será más contundente.

Tanto Frigerio como Bahl enfrentan problemas en este sentido.

Frigerio porque juega con la candidata estratégicamente más complicada, a quien tanto Milei como Massa buscan, en su intento de polarización, dejar fuera de juego. Mientras es evidente que el peronismo está en las antípodas de Milei, a Bullrich se le complica marcar diferencias hacia quien, tanto ella como Mauricio Macri, pretendían sumar a JxC. Propios y extraños reconocen que JxC fue la opción electoral que más mal parada quedó en las PASO, por los votos que juntó y por el perfil de la candidata ganadora de la interna, a quien Milei ya definió como su “segunda marca”.

Los problemas de Bahl con Massa son más estructurales. Dependen, nada más y nada menos, de la marcha de la economía. Más que nunca, la continuidad del peronismo en la Casa de Gobierno de Entre Ríos está atada a los indicadores económicos.

 

Contener

En este contexto de reformulación de escenarios y de supervivencia, habrá que ver además, cuántos votos de las PASO logran Bahl y Frigerio retener para octubre. Las listas locales que perdieron las internas suman alrededor de 100 mil votos en cada fuerza.

En el entorno de Frigerio se montan en la ausencia de representación de minorías en el peronismo para asegurar que su ambulancia no da abasto en la atención de heridos dentro de las filas de Bahl.

En el peronismo, en cambio, ven más posibilidades de fuga en las columnas de Frigerio, en particular entre socios de último momento, que se convirtieron al frigerismo para huir de la boleta corta en las PASO. A nadie asombraría que Lucía Varisco vuelva a jugar con el peronismo.

Son meras especulaciones sobre posibles acuerdos entre dirigentes que, elección tras elección, cada vez son menos dueños de los votos que reciben.

Fuente: Página Política
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