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Un movimiento que va por más que la paridad

Al parecer, no hay margen para más dilaciones a la equidad que consagró la Constitución hace 12 años. Un ámbito en torno al poder, abonado desde distintas fuerzas y con la participación de referentes feministas da señales de que la paridad es un hecho. Y además tiene contenido político.
Luz Alcain
Por: Luz Alcain
@luzalcain

Muchas de quienes por estos días circulan en torno a las actividades del Observatorio de Género y Derechos Humanos, creado en el ámbito de la Vicegobernación, ya estaban en 2008 haciendo fuerza para que el texto de la Constitución dijera expresamente, en su artículo 17, la palabra “equidad”.

Mientras duró la Convención Constituyente hicieron fuerza desde atrás, militando uno por uno a los varones que eran amplia mayoría en ese ámbito. Eran mayoría como siempre lo han sido en la Legislatura. Había muy pocas bancas en las que se sentaran mujeres: por mencionar una en el peronismo, la de Zulema Schoenfeld; otra, radical, la de la recordada Alba Allende de López. Escucharon con paciencia una decena de discursos en las que se consideró que el cupo era “minimizar a la mujer”; se homenajeó a “las que sí llegaron por capacidad propia”; se atrevieron a colar “galanterías” para con las militantes feministas; “honraron” a las mujeres en sus hogares, trajeron a la memoria a sus madres, sus hijas, sus esposas, todas mujeres que no estaban reclamando paridad sino estaban donde las había mandado el patriarcado.

La crónica de la sesión de la Convención en la que se debatió la equidad es elocuente respecto de algunos avances que hubo en el tiempo.

Desde atrás, hacia fuerza la exdiputada Lucy Grimalt que un año antes de la Convención le había “arrancado” a las bancadas mayoritarias del peronismo -de varones peronistas- la cláusula de paridad en los concejos deliberantes, hecho que cambió la realidad del tablero político en los municipios entrerrianos. Fue en 2007 y no fue una concesión fácil de la Legislatura que reformaba por entonces la Ley Orgánica de Municipios.

No fue fácil. Fue casi todo astucia y voluntad feminista. La paridad en los municipios fue colada entre gallos y medianoche, en forma de artículo, en un proyecto de ley que interesaba ocasionalmente a los vericuetos más inaccesibles del poder. Los varones que votaban, urgidos por las cláusulas que en ese momento buscaban destrabar un escenario de internas, no pudieron mirar más lejos y terminaron por ceder terreno. Desde entonces, las listas son 50 y 50 a nivel local.

Agua bajo el puente

“¡Pa-ri-dad! Pa-ri-dad!”, ensayó un cantito Grimalt este jueves, ahora menos sola que en 2007, 13 años después. Celebraba así, desde el público, uno de los discursos en el marco del primer encuentro de las “Mesas de Trabajo hacia la Paridad” impulsada por el Observatorio de Género.

La jornada fue abierta por la vicegobernadora Laura Stratta y la coordinadora del espacio, Sigrid Kunath. Y luego dieron su punto de vista sobre la paridad -y sobre la agenda feminista- cuatro legisladoras (tres del peronismo, Claudia Gieco, Flavia Maidana, Carina Ramos y una radical, Gracia Jaroslavsky) y la viceintendenta de Gualeguaychú, Lorena Arrozogaray.

No es casual que la mayoría de ellas se hayan presentado como “primera mujer” en los puestos que ocupan luego de historiar pesadas trayectorias individuales en el quehacer político. En este sentido sonó “liberador” la convocatoria de Maidana a “disfrutar” esa posibilidad de estrenar puestos desde la perspectiva de la mujer.

Jaroslavsky, como dirigente radical, celebró el camino andado por las mujeres peronistas en la conquista de sus derechos e instó a que se convierta en habitual, que deje de sorprender, la articulación entre mujeres de distintos partidos cuando se trata de defender la agenda de género.

También arrancó contando su historia la senadora Gieco y puso el acento en saber de antemano que el camino supone “críticas, injurias, descalificación permanente”. Ramos repasó los avances legislativos y los cambios que a partir de los mismos se dieron en la composición real de los cuerpos deliberativos y Arrozogaray desafío a pensar que la paridad, por sí, no alcanza sin la apuesta a la construcción de otra sociedad: “Si somos las mujeres las que más sufrimos la crisis, somos las que primero tenemos que estar para modificar el diseño de las políticas públicas; ser las primeras en interpretar y dar respuestas a la demanda de justicia del amplio universo de las mujeres y del movimiento de mujeres bajo el paraguas de las políticas económicas feministas”, convocó.

Ahí, en efecto, no será posible que estén todas juntas. El debate, y hasta el cruce, será inevitable porque no todas, hoy, piensan igual respecto de la agenda feminista y particularmente no piensan igual sobre el derecho fundamental de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. Sin embargo, esas diferencias podrán venir luego y tal vez terminen por saldarse en el escenario de la política nacional.

Poderes del Estado

El escenario es sustancialmente distinto y no parece haber margen para que la equidad que consagra la Constitución provincial sea violentada cada día.

Es clave, en este marco, las señales que de antemano han expresado las autoridades de las Cámaras, acompañando la decisión del gobierno de Gustavo Bordet de lograr la paridad, tal como lo ratificó en su mensaje del 15 de febrero a la Legislatura.

El rostro de Stratta será el primero de una mujer en el Salón de los Vicegobernadores en Casa Gris. Pero además, o por eso mismo, desde la Vicegobernación se ha impulsado formalmente el ámbito que derivará finalmente en el 50 y 50 para las listas.

Al cierre del panel de este jueves, la dirigente celebró la presencia de hombres en el encuentro: los diputados Juan Domingo Zacarías, Julio Solanas, el concejal Sergio Elizar, el presidente de la Cámara de Diputados, Ángel Giano; el rector de Uader, Aníbal Sattler, entre otros. “Es muy sano que a esto lo podamos trabajar entre todos y todas, es muy importante que no sea un tema de agenda de las mujeres o de la legislatura provincial, sino que podamos construir y contribuir a pensar este tema de la paridad en clave de igualdad, de lograr una construir una sociedad con más igualdad, con más oportunidades, una sociedad que no limite ni segregue las posibilidades de nadie”, concluyó ratificando su voluntad política.

Desde la Cámara baja, Giano hizo lo propio. Tras el encuentro, evaluó que llegó la hora finalmente: “Es tiempo de garantizar el lugar de las mujeres en la política”.

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