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Visita a Entre Ríos

Carrió apuntó al núcleo duro

La diputada nacional estuvo tres días en Entre Ríos para imprimirle otro perfil a la campaña, por lo menos por unos días. Su potente voz dejó definiciones que en la provincia un puñado de dirigentes están dispuestas a sostenerlas en campaña. Un balance de la visita de Lilita.

Elisa Carrió llegó a Entre Ríos y profundizó heridas, más allá del aporte que le pudo haber hecho a la campaña de Atilio Benedetti.

El perfil de Lilita es opuesto al del candidato que vino a apoyar. Difícilmente se escuche en boca del radical una denuncia, en sede judicial o mediáticamente. No es su estilo. Mucho menos el compañero de fórmula Gustavo Hein, a quien en esta segunda etapa del proceso electoral no se lo ha visto. Benedetti es, si se quiere, un candidato adecuado para el tenso momento que vive la política en su relación con la sociedad.

En su primera estadía en Gualeguaychú, la fundadora de la Coalición Cívica cargó contra Sergio Varisco. Lo denostó por la causa de narcotráfico que lo tiene como procesado. El intendente de Paraná recibió hace 10 días el apoyo de Rogelio Frigerio. El ministro del Interior había llegado a la ciudad luego de una prolongada ausencia. Su visita fue enmarcada en la necesidad de mantener el optimismo ante un escenario adverso tras los números de abril. En la Casa Rosada dan por descontado el resultado del 9 de junio, pero por lo menos quieren mantener los distritos que gobiernan. Retener la capital provincial sería un triunfo en Balcarce 50. Carrió poco ayudó a ese objetivo en su raid por Entre Ríos. Es cierto que luego de las declaraciones de Gualeguaychú, las mismas fueron morigeradas en Concepción del Uruguay y Concordia. Terminó diciendo que Varisco se ha presentado en los estrados judiciales y lo comparó con Sergio Urribarri.

El libreto de Lilita le imprimió otro cariz a la narrativa proselitista. Excepto Esteban Vitor y Sergio Kneeteman nadie pone a la corrupción en el centro de la escena discursiva. Incluso Frigerio, el jefe político de Cambiemos, no se mete con esos temas ¿Qué debe pensar el ministro sobre la estadía de Carrió en Entre Ríos? La dirigente viene de vapulearlo en Córdoba. Le adjudicó culpa en los resultados en tierra mediterránea.

Lilita no sólo cargó contra Varisco, sino que también metió el dedo en llaga en el radicalismo, fuerza a la que pertenecía y ahora parece despreciar. En su visita anterior, como invitada del foro anual del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER), ridiculizó a los radicales cuando dijo que podían decidir lo que quieran, pero que ella iba a hacer lo que le parezca junto a otros integrantes del gobierno nacional. Al lado estaba Benedetti.

Esta vez habló sin titubeos de lo que pueda llegar a suceder en la Convención Nacional en Parque Norte que se desarrollará el lunes y en la que delegados de Entre Ríos no tienen una posición uniforme. Hay voces que entienden que Mauricio Macri debería dar un paso al costado porque ya no es una figura competitiva como en el 2015. Aseguró que no hay dudas que el candidato es Macri.

Carrió dijo que los entrerrianos habían confundido a Gustavo Bordet como el candidato de Cambiemos porque “las obras públicas que se hicieron en Entre Ríos fueron financiadas por la Nación”. Hay verdades y mentiras en esos dichos. Sí es cierto que las provincias oxigenaron sus cuentas con la devolución progresiva del 15 por ciento de la coparticipación retenidos desde 1992. El oficialismo local dirá que fue la Corte Suprema y no la administración nacional a quien darle las gracias.

Carrió sostuvo que “Bordet es Cristina y Benedetti es Macri”. Esa definición, en una dirigente potente, está dirigida a ese núcleo duro que con la agenda judicial/corrupción le alcanza para no votar al justicialismo. La pregunta es si ese tono confrontativo no entorpece el manual de Benedetti de provincializar la campaña, discutir los temas para Entre Ríos, sin molestar a la gente, disgustada con la política.

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