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Justicia y política

El caso Fátima y la mugre bajo la alfombra

En el proceso que se llevó adelante esta semana se ocultó una prueba que delata la crisis del sistema. Protección para todos. La fake news olvidada y la imposibilidad de saber si el escándalo fue aún mayor.

El juicio que se está llevando adelante por el femicidio de Fátima Acevedo comenzó con una rareza y continuó con un escándalo que se desconoce: la no incorporación de una prueba. Antes de seguir: ese escándalo, como otros tantos, no merecerá la atención de nadie. Pronto se olvidará. Y a las mujeres las seguirán asesinando.

En las jornadas que están llevando adelante en los tribunales y ante un jurado con sus 12 miembros; los fiscales Leandro Dato e Ileana Viviani; los defensores Román Sainte Marie y Luis Sebastián Lescano; y la querellante Alejandra Pérez; no se escucharán los audios que sí pudo escuchar todo el país una vez que la víctima de 25 años fue encontrada muerta. Asesinada. Luego de haber denunciado en seis oportunidades a Jorge Martínez, 10 años mayor.

Las audiencias que finalizaron este miércoles no contaron con la voz de la víctima narrando en primera persona la profunda crisis en la que se sumerge el Estado en toda su dimensión y que todas las semanas contabiliza un femicidio luego de reiteradas denuncias por parte de las mujeres. Aquí van los audios:


¿Por qué no se incorporó esa prueba al juicio? Más allá de que no aporte nada nuevo a lo que pudo determinar la Fiscalía de Género para probar la culpabilidad de Martínez, la narración de Fátima es una imagen ajustada de la deriva a las que están expuestas las mujeres. Pero esos audios y su negativa a ser emitidos ante el jurado pone al descubierto otra crisis: el funcionamiento de una corporación en torno a Plaza Mansilla para proteger a los actores que operan en las instituciones: magistrados, funcionarios, policías.

El juzgado que señala Fátima en uno de sus audios es el de Familia Nº1 a cargo de Rosario Moritán, quien recepcionó las desesperadas advertencias en 2017 y 2018, mientras que entre 2019 y 2020 las había realizado en otras cuatro oportunidades ante la Policía y el Ministerio Público Fiscal.

Los últimos dos femicidios que conmocionan a la sociedad como los de Úrsula Bahillo y Guadalupe Curual tienen como eje las reiteradas denuncias de las víctimas.

La mala praxis judicial en el femicidio de Fátima aparece, justamente, en los audios que esta semana se escondieron. En la semana en que el abogado defensor Milton Urrutia se alejó del caso horas antes de manera sorpresiva.

El cuerpo de Fátima fue encontrado el domingo 8 de marzo. Sin embargo, el viernes 6 apareció una noticia apócrifa que la predijo.

La supuesta fake news mereció la reacción de la empresa Canal 9 Litoral, que tiene a cargo la Plataforma Ahora. La precisión que se dio en esa supuesta información falsa fue exactamente igual a la que se ratificó 48 horas después. No fue magia.

La empresa periodística desmintió esa publicación recién el domingo a las 20.03 a través de un comunicado oficial: “Dicha viralización no corresponde a una noticia de nuestra plataforma y desde el viernes pasado se ha iniciado una investigación para determinar la responsabilidad de su autoría y difusión”.

Página Judicial consultó en los tribunales oportunamente si se estaba investigando el origen de esa viralización y se aseguró que no había denuncia por parte de la firma periodística. Lo mismo en la Policía. El jefe de la Departamental Paraná, Fernando Echaniz, dijo, ante la consulta de este sitio: “No hay nada”.

El tema quedó en el aire, listo para que un viento lo sople. Es lo que sucedió.

Fuente: Página Política
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