Rogelio Frigerio recibió a Página Política en su despacho de Casa de Gobierno. En una conversación de una hora, el Gobernador desarrolló los temas planteados, en buena medida, en el plano de la relación Nación y Provincia. En la arena política se mostró pragmático y se encargó de minimizar las fotos de sus pares con Axel Kicillof, el mandatario más opositor a la gestión de Javier Milei: “Me van a a encontrar poniendo más energía y tiempo en qué puedo ponerme de acuerdo que en qué nos diferenciamos”.
-Seis meses de gestión y la Ley Bases y el paquete fiscal ya tuvieron su aprobación. ¿Empieza otra etapa?
-Esperemos que sí. Ahora que el Gobierno tiene las herramientas que pidió durante muchos meses, deberían empezar a solucionar problemas que tienen muchísimo tiempo. Nosotros apostamos a que eso suceda. Por eso nuestro apoyo a ese paquete de leyes. Es lo que piden los entrerrianos cuando me cruzo con ellos: hay que apoyar.
-Lo más importante, por lo menos en lo inmediato, sería el paquete fiscal. ¿Cuál es el impacto concreto para Entre Ríos?
-Se deberían incrementar los recursos que están en el peor nivel de la historia. Hoy tenemos una recaudación por debajo del nivel de la pandemia. Y por supuesto con muchas más responsabilidades. El último mes cayó un 25 por ciento, es decir un cuarto menos que el último mes del año pasado. Por eso acuñamos esa frase de “gestionar sin recursos”, porque además se puede, con transparencia y eficacia. Se perdían muchos recursos por ser mal utilizados.
-El Gobierno anunció medidas – como dejar de imprimir pesos, en un contexto en el que algunos economistas coinciden que generará más recesión y, seguramente, impactará negativamente en la recaudación. ¿Estás de acuerdo con lo anunciado?
–Los economistas requieren una cuota de humildad, por lo menos en el último medio siglo le han errado parejo respecto a las salidas de los problemas. Nadie tiene claridad o certezas, hoy, respecto a cuál es la mejor forma de terminar con los problemas que se vienen arrastrando hace tanto tiempo. Este gobierno entiende, como ningún otro, que hay que acabar con la madre de los problemas macroeconómicos que es el déficit estructural del Estado. Es decir que con cualquier recaudación o ingreso el Estado gaste más. Este gobierno entiende eso como una cuestión básica para terminar con el flagelo de la inflación. Los costos, obviamente, son altísimos y lo vemos todos los días con la contracción económica, el incremento de los problemas sociales, el crecimiento de la demanda en los comedores, la falta de trabajo. Si la pregunta es ¿se puede hacer de otra manera?, la verdad no lo sé. Le exijo al resto de los economistas, analistas y alguna dirigencia política que tenga mucha más humildad al momento de opinar. Vemos muchos dirigentes nacionales y provinciales que participaron de los peores gobiernos de la historia y al día siguiente de concluir su gestión salen a criticar y señalar con el dedo. Prefiero ser prudente en ese sentido. Entiendo que el costo que estamos teniendo para terminar con estos problemas históricos, como el déficit fiscal, es altísimo para la sociedad. Pero no sé si había otra forma.
-Está en marcha la reforma previsional y hay una demanda en la Corte. ¿Cuánto significa para la provincia y cuándo se podrá ver la sustentabilidad de la Caja?.
-Desde el punto de vista fiscal empezamos a resolver problemas históricos, como el déficit de la Caja de Jubilaciones. Todos los gobiernos anteriores patearon la pelota para adelante diciendo que algo había que hacer, pero nunca tomando la responsabilidad de hacerlo. Por primera vez decidimos encarar un reclamo ante la Corte para recibir lo que nos corresponde y defender el sistema provincial y el 82 por ciento móvil, que entendemos que es una conquista válida. Defender la Caja exigía acciones y las estamos llevando adelante.
-¿En números?
-Estamos hablando de unos 150 mil millones, con las actualizaciones. Por mes no te quiero decir un número inexacto, pero no menos de 5 mil. Estamos haciendo un trabajo con el gobierno nacional que tiene que ver con explicar la situación. Por eso fuimos la primera provincia en recibir una delegación de la Anses para auditar el organismo y que todo esté sobre la mesa.
-¿Hubo quejas del gobierno nacional por la demanda judicial?
-No. Creo que entienden esto que hemos planteado con mucha claridad. No es contradictorio apoyar la gobernabilidad de Nación, que es débil en materia de desarrollo territorial y parlamentario, con el compromiso que tengo con los entrerrianos sobre lo que es nuestro y por derecho.
-La desregulación del mercado implicaría que Salto Grande pueda vender energía a cooperativas a un valor más favorable. ¿Impactaría en el precio final de la boleta, es bueno, malo, relativa esa desregulación?
-Todavía no hay nada. Pero bueno, puede ser bueno. Trabajé mucho sobre el tema, incluso con (Edgardo) Kueider cuando yo era diputado nacional. Hay que ver de qué manera se desregula y ver si le podemos comprar a un precio menor. Hoy, lo que está claro, es que recibimos mucho menos por las regalías. Ese es otro reclamo que tenemos.
-En el Congreso hay un proyecto por el cual se repone el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). ¿Si fueras diputado lo apoyarías?
-Hay un cambio de época en la relación entre la Nación y las provincias. Creo que esto va a producir un reordenamiento en las responsabilidades en cada nivel de gobierno. Es inexorable. Las provincias vamos a tener que hacernos cargo de cuestiones que están fijadas por la Constitución Nacional y que antes el kirchnerismo había desordenado en el afán de intervenir políticamente en el territorio, generando una concentración de recursos como nunca antes se había visto, para luego distribuirlo discrecionalmente para condicionar la autonomía. Cuando me tocó ser ministro del Interior comenzamos a trabajar para cambiar esa estructura. La gestión actual, poco ordenada, obliga a una reconfiguración sobre las responsabilidades. Creo que hay que trabajar sobre los recursos. Como gobernador estoy de acuerdo en hacerme cargo de las responsabilidades indelegables como la educación, la salud, seguridad e infraestructura. Pero quiero los recursos que nos corresponden. Por ejemplo hoy estamos cediendo recursos a la Anses y no nos compensan por la Caja. Cuando le preguntás al ciudadano quién cree que es el responsable de un servicio público, no lo sabe. Cómo puede ser que durante muchos años la Nación se haya hecho cargo de una parte del salario de los docentes, que son provinciales. Se genera confusión. Teníamos un gobierno nacional que hacía obras de cordón cuneta para después poder condicionar políticamente. Yo quiero que arregle las rutas nacionales, que haga un puente. El gobierno nacional se dedicó a hacer cosas que no le correspondía y dejó, por otro lado, de hacerse cargo de lo que sí le correspondía. Por caso compensar nuestra Caja. Hay un desorden muy grande. Tenemos municipios que se están haciendo cargo de cuestiones vinculadas a la salud, educación y seguridad. El ciudadano tiene que saber a quién reclamar la ausencia del Estado o la mala calidad de los servicios.
-Sobre el subsidio para el transporte, lo último que supimos es que lo cobrarán en AMBA. ¿Qué opinás?
-Lo que ocurre con la zona metropolitana es que se subsidian los recorridos interjurisdiccionales y entre la Ciudad y el conurbano hay un flujo de tránsito importantísimo. Nosotros en Entre Ríos tenemos muy poco vínculo y en consecuencia recibimos muy poco de ese subsidio. Pero está claro que todas estas cosas hay que discutirlas. En todos los países del mundo se subsidia al transporte, porque se entiende como servicio esencial. Yo estoy trabajando para que el gobierno nacional, por ejemplo, me transfiera las rutas nacionales, porque creo que vamos a ser más eficientes en el mantenimiento. Si a nosotros nos dieran todos los recursos coparticipables y la distribución se hiciera conforme a la ley y los convenios, nosotros nos podríamos hacer cargo de todos los servicios sin tener que discutir nunca más.
-¿Por qué no lo planteaste como ministro del Interior?
-Empezamos a trabajar en este sentido. Además de la devolución del 15 por ciento de coparticipación. A partir de allí, las obras que financiaba Nación, en un 100 por ciento, empezaron a ser financiadas con el 70 y el 30 lo ponía la provincia. Llegamos hasta un 50 y 50.
-Al principio de esta gestión hubo gobernadores como Ignacio Torres, Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora amagaron con un discurso federalista, que al poco tiempo se fue apagando. ¿Por qué? ¿Hubo algún temor a un ataque cibernético a través de redes por parte del Gobierno?
-Convenimos que el gobierno nacional tuviera las herramientas que solicitaba. De hecho acompañamos y si no fuese por Entre Ríos no salían. Tuvimos tres senadores que votaron la ley y el paquete fiscal. Todos pensamos que a partir de ahora tiene que venir un vínculo distinto con las provincias. Algo se está viendo en las rutas, con máquinas de Vialidad trabajando.
-Hasta hace un año las fuerzas se organizaban en torno al antikirchnerismo. Horacio Rodríguez Larreta solía decir que al país había que gobernarlo con un consenso del 70 por ciento de las fuerzas, ponía en el 30 a los K. Se han visto fotos de Axel Kicillof con Torres, del PRO; y Pullaro, de la UCR. ¿Se está ante una inevitable reformulación de los frentes políticos con un futuro Milei ocupando ese 30?
–Lo que hay es una reconfiguración territorial en la Argentina. Nunca hubo tantos gobernadores cogobernando como sucede en la actualidad. Hay un mapa político diferente. Me parece que es muy temprano para tener certezas sobre estas cuestiones y de hecho no estoy enfocado en eso y no tengo tiempo para hacerlo. Hay una endogamia que muchas veces te hace cometer errores. Las fotos a las que te referís son fotos de gestión. Creo en el diálogo y el consenso. Siempre me van a encontrar poniendo más energía y tiempo en qué puedo ponerme de acuerdo que en qué nos diferenciamos.
-¿Qué escenario electoral te imaginas para el 2025. Juntos por el Cambio en una alianza con la Libertad Avanza, separados?
-No lo sé. Me imagino consolidando nuestro frente provincial. Ampliándolo como lo venimos haciendo desde que empezamos. Hoy somos el frente más amplio del país y estoy seguro que lo vamos a seguir ampliando. Los problemas de la Argentina no son ideológicos, son pre ideológicos. Cuando tenés más del 50 por ciento de pobreza, lo que nos tiene que unir es el sentido común. Plantear divisiones desde la ideología no tiene sentido. Nuestro frente puede ampliarse desde ese punto de vista.
-Antes del ballotage dijo que el futuro del PRO y Juntos por el Cambio debía depender de los gobernadores, legisladores, intendentes y no de quienes habían estado al frente de derrotas. La foto del PRO, sin embargo, vuelve a poner en primer plano a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, funcionario nacional. ¿Hay una pérdida de identidad?
–El PRO en Entre Ríos es un partido con presencia, con legisladores, intendentes y concejales. Sí creo que después de algunas derrotas consecutivas hay que hacer algunos planteos sobre cómo se vienen manejando las cosas en este sentido. Las derrotas obligan a hacer un análisis y reflexionar. Quizás una de las razones haya sido el incisivo internismo, la personalización de la política, que es una cosa con la que no comulgo. Esperemos que en esta nueva gestión del PRO se pueda replantear esto.
-¿Algo que quiera decir que no le se le haya preguntado?
-No. Está bien. Creo que hablamos de muchas cosas. Nos ha tocado un momento muy complejo de la Argentina e incluso a nivel mundial para gobernar. Nos obliga a ser prudentes y humildes a la hora de la crítica y entender la complejidad en la que estamos.
Fuente: Página Política