La política es, para buena parte de la gestión, una herramienta ineludible. En crisis, imprescindible. La política es difícil de describir. Es relaciones, es conocimiento, es información, es creatividad, es audacia. Algunas de estas cosas se construyen con el tiempo.
Rogelio Frigerio navega sobre una crisis. Es un político tradicional que debe estar sorprendido sobre el experimento que impuso Javier Milei. El Gobernador fue funcionario del gobierno de Mauricio Macri; el principal aliado del Presidente; y de Carlos Menem, en quien se inspira el libertario.
En las últimas semanas el gobierno provincial cometió impericias que nada tuvieron que ver con la falta de recursos, el principal problema de una gestión.
El 22 de mayo la Legislatura aprobó la Ley de Honorarios. Sin entrar en la necesaria actualización del jurista, no se previó lo que implicaría para el Estado. El Iosper, por citar el caso principal, convive con una sangría de recursos que pierde a diario por fallos en contra vía amparos. El Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre Ríos (Iapser) podría ser otro ejemplo en el plano de reclamos de la ART.
El proyecto de ley presentado en la gestión anterior quedó frenado, precisamente, por desacuerdos en la actualización de la medida por la que un letrado cobra su trabajo. ¿Se pudo haber introducido un apartado para los honorarios en los amparos? Sí. La sanción de la norma salió sin debate parlamentario. Los abogados aplaudieron el resultado de un partido que, prácticamente, no se jugó.
Las primeras designaciones que hizo el Ejecutivo para cargos en el Poder Judicial debieron transitar la polémica cuando el Gobernador se inclinó por elegir a ternados que no habían alcanzado el primer lugar en el orden de mérito en el Consejo de la Magistratura. En uno de los casos tuvo que retirar el pliego. En otro, recibió críticas de la entidad que aglutina a los abogados. Errores que pudieron evitarse si la política hacía lo suyo.
Ocurrió también con la reforma al juicio por jurados. Como reveló Página Política, la iniciativa para restringir los casos en tentativa y los delitos sexuales es de interés del Poder Judicial y no del Ejecutivo o la Legislatura. El juez Elvio Garzón lo ratificó cuando dijo que la única voz del Gobierno que había escuchado fue la del secretario de Justicia, Martín Acevedo Miño, que hizo referencia a cuestiones económicas. Los costos de cada juicio corren a cuenta del presupuesto de la Justicia. Piedra libre para Martín.
La polémica por la reforma al Código Procesal Penal para fijar plazos en las investigaciones empieza a asomar.
Por estos días el oficialismo se encuentra en una encerrona. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) le ordenó a la Legislatura que dé a conocer los contratos a instancias de una petición de la entidad Entre Ríos Sin Corrupción. El Senado contestó a la solicitud, pero la Cámara de Diputados no, lo que provocó que los peticionantes interpongan un amparo. La Justicia le ordenó a la Vicegobernación más información y a los diputados directamente que contesten. Raro, en el cuerpo que preside Gustavo Hein salieron a decir que estaban dispuestos a dar a conocer todo lo que se les solicitaba.
El pedido, sustentado en el derecho de acceder a información pública, fue para conocer los contratos de marzo pasado para atrás, hasta el 2022. Quizás el período fue el que le trajo tranquilidad a Frigerio, pero cuánto falta para que se solicite de marzo para adelante. La entidad que promovió la acción organizó hace unas semanas una jornada en la que disertaron, entre otros, la ex procuradora adjunta, Cecilia Goyeneche. Otra vez piedra libre.
Llama la atención que las cámaras hayan reaccionado de manera diferente. A la política del oficialismo probablemente le esté faltando un enlace que unifique criterios entre los dos cuerpos parlamentarios. Quizás haya que reformular las coordinaciones, como lo sugirió la secretaria del bloque justicialista en Diputados, Sofia Ghioglione.
Parece que plata para seguir inventando cargos si hay en Entre Ríos pic.twitter.com/iMnMviL3qB
— Sofía Ghiglione (@sofighiglione) September 20, 2024
Hace dos semanas, Frigerio se reunió con anestesistas en el marco de reclamos que estos profesionales venían haciendo. ¿Era el Gobernador quien debía llevar adelante esa negociación? El ministro de Salud, Guillermo Grieve, es hace décadas jefe de terapias intensivas en el ámbito público y privado en Paraná. Debe conocer a sus pares hace años, sin embargo fue necesaria la presencia del mandatario.
El conflicto docente parecía llegar a su fin con la restitución del Fonid, que eliminó de un plumazo el gobierno nacional. En la conferencia Frigerio oficializó el anuncio. En donde solo debió decir estamos restituyendo lo que otros sacaron aparecieron menciones a declaraciones juradas de los maestros y el descuento ante medidas de fuerza. Los descuentos que se hicieron en el pasado, terminaron en todos los casos siendo prenda de negociación en la paritaria. ¿Era necesario hacer alusión a ese tema? Mirar para atrás, una práctica que la dirigencia dejó de lado.
La política, en todo su abanico, viene perdiendo densidad hace mucho tiempo. Jorge Busti, probablemente, haya sido el último gobernador que conocía, pero además, sabía usar el panel de control. Un lector incansable de lo que se publicaba, se decía y se opinaba. El funcionario, cualquiera sea el área, y sus legisladores, estaban empapados en la agenda pública y en los conflictos internos. Su asesor de prensa, Victor Prigioni, sabía interrumpir a algún cronista que estaba realizando la cobertura del congreso radical, que sesiona generalmente los sábados, para informarle al líder en tiempo real cómo venían los debates en la oposición. Hace unas semanas Página Política le consultó a dos hombres del gobierno provincial sobre la marcha atrás con la Fiesta de Disfraces y no sabían que se había suspendido.
El dirigente era, en buena parte, una fuente a la que consultar, porque tenía información y era capaz de conectar hechos y comportamientos de propios y extraños para tratar de dilucidar el devenir de un tiempo o anticiparse. Para eso, se tenía una idea general del todo. Esa estirpe está en extinción. Un gobierno era un grupo grande de personas, técnicos y políticos, que se relacionaban con actores de otros ámbitos.
El abandono a informarse devino en incapacidad para explicar la política. La obsesión por un título que convenga y el reel como herramienta profundizó todo.
Fuente: Página Política