Mucho movimiento se pronostica para el mes de marzo en la UCR de Entre Ríos. El viernes 19 vence el plazo para presentar listas de la interna del 18 de abril, que viene postergada del año pasado, por la pandemia.
Como ya es tradición, se sabrá recién el 19, minutos antes del plazo fijado para la hora 20, si los radicales lograron ponerse de acuerdo en el armado de una lista única que evite ir a las urnas en abril.
Por estos días, todos conversan con todos. A diferencia de otros procesos internos, nadie estaría quedando afuera de los diálogos.
Un sector importante del partido que mayoritariamente no quiere internas es el de los intendentes. Normalmente son los más reacios a estos procesos y mucho más en un contexto de crisis como el actual. En los pueblos nunca falta el que se anima a desafiar el poder del intendente y lo obliga a sumar otro frente de conflicto.
En general, el interés por evitar la interna tiene que ver con el contexto. Nadie sabe cómo va a estar la situación sanitaria el 18 de abril. Y el padrón de afiliados a la UCR tiene una alto porcentaje de personas mayores, las más reticentes a exponerse a un contagio.
Eso podría derivar en una interna que marcaría un piso de participación para una elección de cargos partidarios, de por sí baja en una situación normal. La UCR se estaría exponiendo a dar una imagen de debilidad a las puertas de un proceso electoral para los comicios legislativos. Aunque, seguramente, no sería una imagen tan frágil como la que el pasado 28 de noviembre brindaron sus socios del PRO, con una interna en la que votaron apenas 1.900 afiliados en toda la provincia.
El PRO tiene unos 8.500 afiliados y la UCR llega a los 76.000. Pero esa comparación es relativa. En Juntos por el Cambio de Entre Ríos el acuerdo entre los dos socios mayoritarios pasó en su inicio por una UCR que aportaba estructura, presencia territorial, historia, y un partido nuevo como el PRO, que contaba con el único candidato competitivo. Rogelio Frigerio podría ocupar ahora, para el orden provincial, el lugar que ocupó Mauricio Macri en 2015 para el orden nacional.
En cualquier caso, la UCR no puede exhibir insuficiencia en lo que ha sido su principal acción en la sociedad Cambiemos, rebautizada Juntos por el Cambio para las elecciones de 2019. Por el contrario, con el PRO fuera del poder, los radicales han recuperado vocación de poder en esta etapa y concuerdan en la necesidad de reforzar el partido, esta vez en serio y no ya como un eslogan. Un dato en ese sentido: el año pasado, en plena pandemia, la UCR recibió 4 mil nuevas afiliaciones.
Lista 3
La relación con el PRO ocupa un lugar central en el debate interno de los radicales. Las posiciones en este sentido son transversales a los grupos internos. Dentro de cada línea conviven los que entienden que hay que enfrentar en la interna Frigerio con los que dialogan periódicamente con el ex ministro del Interior.
Pero en la lógica de una instancia de renovación de autoridades partidarias, donde se busca el voto de los afiliados, rinden más los discursos a favor de la histórica Lista 3 (con la que la UCR compitió sola en Entre Ríos) que los que sostienen la necesidad de apuntalar Cambiemos. Aunque está claro para todos (o casi) que no les conviene romper.
Hay una afirmación que prende en esta etapa de interna radical: es el momento de enfrentar a Frigerio, porque ya no tiene el poder que tenía. No importa aquí lo que digan las encuestas.
Boleta única
La UCR tiene para aprobar un protocolo sanitario para aplicar el 18 de abril, en el caso de que se presente más de una lista y haya elecciones. Hay que recordar que se trata de una elección en la que votan sólo los afiliados y en la que el partido es el que fija las reglas de juego.
El principal partido de la oposición de Entre Ríos vota autoridades con boleta única. El sistema, que se evalúa para las próximas elecciones nacionales porque permite una elección más ordenada y libre de contagios, permite en el caso de la UCR provincial votar por cargo o por lista completa con marcar solo una cruz.
Fuente: Página Política
