
Cuando los restos de Jorge Busti estaban dispuestos a emprender el camino final a Concordia, Jano Colcerniani disparó con su máquina y obtuvo la foto que luego se convertiría en la imagen oficial del funeral y se distribuiría a los medios. El féretro del hombre más importante de la historia entrerriana en los últimos 35 años rodeado de tres gobernadores. Un contemporáneo y amigo de la vida, Juan Schiaretti; y dos herederos de esa generación como Omar Perotti y Gustavo Bordet. En ese cuadro supo estar, por unos minutos, otro heredero y amigo de la vida de Busti: Sergio Urribarri. La política y la amistad no van siempre de la mano. Ni siquiera en una despedida. La última vez que se los vio públicamente al gobernador fallecido y su discípulo juntos fue en la reasunción de Bordet.
Si no fuese por las circunstancias, la imagen de los gobernadores de la Región Centro debería conectar con los dichos de Alberto Fernández hace una semana en una entrevista con Jorge Fontevecchia. Allí el periodista preguntó:
-¿Hay alguna posibilidad que gobernadores peronistas como Juan Schiaretti sume a otros y salgan del Frente de Todos en 2023. Pienso en los gobernantes de la zona media del país como Omar Perotti y Gustavo Bordet?
-Schiaretti nunca estuvo en el Frente de Todos. Pero no tengo dudas que Bordet y Perotti seguirán dentro del Frente de Todos.
El reportaje lleva como título un textual del Presidente: “Nos extremamos y perdimos el voto de centro que nos apoyó en 2019”.
La zona media, aquella que se pintó de amarillo en octubre de 2019 cuando todo fue azul para la fórmula Fernández – Fernández, vuelve a tener gravitación en la escena de la política nacional y se ubica como contrapeso de la provincia de Buenos Aires, donde el PJ acaba de quedar en manos de Máximo Kirchner. Nada más simbólico.
Esa mesa que supo tender el empresario y lobista Guillermo Seita para la frustrada Alternativa Federal que sentaba a los gobernadores, Miguel Pichetto y Sergio Massa recobra sentido en las proyecciones a futuro. La regionalización en el modo de gobernar aparece como el primer paso para un proyecto político. Consultado para el reciente número de la revista Cicatriz, el consultor y analista político sostuvo que el electorado de la Región Centro “se autopercibe de alta productividad y se siente vivido por el conurbano bonaerense que no tiene otra cosa que servicios para ofrecer y se sostiene con una impronta subsidiaria en tarifas bajas, por ejemplo. Sienten que están pagando una fiesta”.
Son las dos argentinas del peronismo que se empezarán a discutir en el 2022 y que en el ámbito del Congreso brotarán las primeras tensiones. El senador Edgardo Kueider presentó un proyecto que implica subsidiar en el servicio de energía a las “zonas cálidas”, que comprende a Entre Ríos y Santa Fe entre otras. Era uno de los concionantes para aprobar el Presupuesto. Una iniciativa espejo a la del diputado Kirchner, pero para las “zonas frías”.
Rogelio Frigerio, el otro peronista que se proyecta para gobernar Entre Ríos, también está mirando la necesidad de crear un dispositivo regional similar. Lo explicitó en un encuentro con el cordobés Luis Juez y la santafecina Carolina Losada.
Schiaretti, Perotti y Bordet no tienen reelección. Los tres gobernadores de la Región Centro están obligados a mantener la expectativa con la ventajosa herramienta que es el desdoblamiento electoral que tanta eficaz ha tenido.
El año entrante prevé, si el coronavirus hace lugar, una agenda de misiones comerciales. Allí habrá otras fotos de los mandatarios del centro para un álbum que comenzará a compaginarse de cara a la batalla 2023. En el peronismo la mayoría entiende que no hay lugar para partimientos. Las fuerzas políticas de la Argentina se ordenaron en sus coaliciones. Lo que queda es tensionar en el seno de las mismas. Busti dejó una foto para guardar.
(Foto de Urribarri, de Informe Digital)
Fuente: Página Política