Para muchos fue sorpresa la postulación de quien fuera espada del varisquismo en el Concejo Deliberante, entre 2015 y 2019. Carlos González anotó su lista el sábado sin previo aviso. Encabeza la nómina a la que sumó a radicales, casi todos de Paraná. En tercer lugar, por caso, va el exfuncionario de la gestión Varisco, Rubén Amaya, después de la afiliada de María Grande, Marisa Audisio, empresaria hotelera y miembro de la Cámara Entrerriana de Turismo.
“La idea es plantear una propuesta para Entre Ríos. Tengo tres hijas, tengo nietos y estoy entre la gente preocupada por esta provincia, la tercera más pobre. Seguimos arrastrando frustraciones, en mi caso el Parque Científico Tecnológico, por pecados propios y ajenos”, arranca González la presentación de su espacio para abundar luego, sin respiro, en apuntes sobre el contexto provincial, local, internacional (“estamos viendo si salimos de esta tercera guerra mundial que es la pandemia”); sobre el desarrollo económico de la provincia (“hay que ponerse de acuerdo en cómo vamos a seguir con la actividad turística); la educación (“tenemos un sistema educativo estallado y un mundo en el que alguien con un dispositivo puede ser autodidacta”) y en postular la necesidad de “pensar a la crisis como una oportunidad”.
La pregunta de cajón, de todos modos, era si hubo sorpresas con su candidatura para los Varisco, Lucía y Humberto, que decidieron ir por fuera de JxER con una lista que encabeza la diputada provincial.
“Estuvimos charlando, sí. Incluso le dije ‘Lucía, si querés encabezar, con todo gusto me bajo’. Pero no nos pusimos de acuerdo. Está todo bien pero yo voy a jugar dentro de Juntos por Entre Ríos, por una cuestión de respeto. Fui presidente del Comité Capital hasta hace 45 días. No puedo decir ahora que el partido no sirve”, recriminó a la estrategia de la diputada que -según dijo González- le propuso integrar su lista por el partido Fe.
Minimiza sus cruces con Sergio Varisco hacia el final de la gestión. “Discutimos con Sergio por miradas políticas. Pero me resisto a manejar con un ojo para adelante y el otro en el retrovisor. Solo cuando hay que caracterizar los errores que se cometieron”, dijo el dirigente que ha sido funcionario en las distintas gestiones municipales y concejal.
Puertas adentro de JxER, González también evita beligerancias: “Las diferencias son un capital, no un pecado. No hay que tener miedo a interlocutar con los que piensan distinto. Rogelio (Frigerio) es un tipo de una formación enorme; Pedro (Galimberti) también. Creo que se puede dar un rico debate en el marco de esta interna; que todos juntos podemos expresar algo muy potente”.
Sus adversarios internos no llevan radicales de Paraná. González presenta una lista casi exclusivamente de afiliados de la capital provincial. “¿Dónde está Paraná? ¿Cómo se la ha valorado? Junto con Paraná Campaña representan al 34% del padrón. Esta lista, ‘¿Adonde vamos?’ es radical e integra a militantes de Paraná”, destaca y menciona a Hugo Polito y a Víctor Montero que también van en la nómina.
Desde la perspectiva del dirigente, de 77 años, “el varisquismo hoy es un movimiento que, perdida la cabeza de su fundador y de quien le dio mayor empuje, Sergio y Don Humberto que no están, está en una situación de acefalía muy dura que se está sufriendo y que se va a padecer tal vez por mucho tiempo”.
“Estos movimientos, con una fuerte impronta piramidal, atraviesan por estas situaciones. Hubiera sido muy bueno, para la continuidad, una construcción más horizontal”, aseveró.
No le atribuye al portar el apellido Varisco ventajas particulares para recuperar los liderazgos. Y afirma que un tradicional votante del espacio debiera votar su lista: “En definitiva, habiéndonos nutrido de la misma biblioteca, somos nosotros los que permanecemos dentro del partido. La acción construye doctrina”, afirmó.
Fuente: Página Política
